Las autoridades afganas acusan a la Alianza de matar a 63 civiles por error

Varias decenas de civiles han muerto durante una operación de la OTAN contra los talibanes al sur de Afganistán, en la provincia de Kandahar, han informado hoy medios locales y testigos que elevan a 63 la cifra de fallecidos. La Alianza, por su parte, ha reconocido que en los bombardeos murieron civiles, aunque no ha precisado el número.

De confirmarse estas cifras, se trataría del mayor ataque contra civiles causado por las tropas de la Alianza en un sólo bombardeo desde la invasión de Afganistán por parte de EEUU en 2001.

Las autoridades afganas acusan a la Alianza de matar a 63 civiles por error

Varias decenas de civiles han muerto durante una operación de la OTAN contra los talibanes al sur de Afganistán, en la provincia de Kandahar, han informado hoy medios locales y testigos que elevan a 63 la cifra de fallecidos. La Alianza, por su parte, ha reconocido que en los bombardeos murieron civiles, aunque no ha precisado el número.

De confirmarse estas cifras, se trataría del mayor ataque contra civiles causado por las tropas de la Alianza en un sólo bombardeo desde la invasión de Afganistán por parte de EEUU en 2001.

El Consejo Provincial de Kandahar ha denunciado que las fuerzas de la OTAN bombardearon el pasado martes una zona en la que se refugiaban, en tiendas de campaña, muchas familias que habían perdido sus viviendas en anteriores combates en esa conflictiva provincia. Que no se trataba de talibanes, tal y como sostiene la OTAN. «Esa noche recogimos 61 cadáveres y otras dos personas murieron en el hospital de Kandahar», ha asegurado un miembro del Consejo Provincial, Nic Mohammad, quien ha mostrado su «fuerte condena a este acto de la OTAN» y ha asegurado que presentará en Kabul pruebas de lo sucedido.

Ante estas denuncias, la Fuerza para la Asistencia a la Seguridad (ISAF) bajo mandato de la OTAN ha reconocido hoy haber recibido «informaciones verosímiles» sobre la muerte de un número indeterminado de civiles en varias operaciones en el sur y ha dicho que sentía «profundamente» esos fallecimientos. La Alianza había indicado ayer en un comunicado que 48 militantes talibanes murieron en bombardeos en el sur del país, pero Mohammad se ha mostrado «totalmente seguro» de que «ni una sola de esas 48 personas eran talibanes, todos eran civiles, entre ellos mujeres y niños». Mohammad ha explicado que, además de las víctimas mortales, al menos 35 personas fueron trasladadas con heridas al hospital de Kandahar, donde todavía permanecen ingresadas veinte de ellas.

Familias diezmadas

Uno de los heridos, Hah Wali, ha relatado desde el hospital que el ataque se produjo de madrugada, hacia las 02.00 hora local, y que en él perdió a cinco miembros de su familia, entre ellos su mujer y su hija. Este superviviente ha explicado que en la zona castigada por la aviación de la OTAN se agrupaban «cientos de personas que habían perdido sus casas», pero también ha asegurado entre ellos no había militantes talibanes.

El portavoz del Ministerio de Interior afgano, Zemarai Bashary, ha confirmado que la ISAF causó víctimas civiles en tres ataques ocurridos anteayer en el distrito de Panjwayi de la provincia meridional de Kandahar, pero no especificó cuántas. El bombardeo de civiles se produjo en plena festividad musulmana del Eid, que celebra el final del ayuno del Ramadán. El Ministerio de Defensa afgano anunció que enviará una delegación a la zona para investigar lo ocurrido en colaboración con la ISAF, cuyos delegados ya han celebrado una reunión con funcionarios afganos y líderes tribales locales para tratar el asunto.

La masacre se produjo después de que la semana pasada otros nueve civiles murieran «por error» a resultas de sendos bombardeos de la OTAN en las provincias de Kandahar y Helmand, que se encuentran entre las más azotadas por la violencia. La ISAF reconoció entonces haber causado víctimas entre la población, dijo «lamentar profundamente» lo sucedido y aseguró que hace «todos los esfuerzos para minimizar el riesgo de daños colaterales al llevar a cabo sus operaciones».

Este año ha sido el más violento en Afganistán desde la caída del régimen de los talibanes en 2001, con más de 2.000 muertos desde enero en distintos enfrentamientos.


Fuente: AGENCIAS