Esta mañana se han reunido representantes de los grupos parlamentarios PSOE, Podemos, IU-UP, Compromís, ERC y EH Bildu con portavoces de Greenpeace y Ecologistas en Acción. El objeto de la reunión ha sido pedir una moratoria al CSN en la licencia para la reapertura de la central nuclear de Garoña y anunciar al presidente que se solicitará su comparecencia en la Comisión de Industria tan pronto como ésta funcione. PNV y DiL han disculpado su ausencia por motivos de agenda

 

En la reunión se ha hecho un análisis de la situación de Garoña donde se mostrado la aceleración del pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para aprobar Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETFs) de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), con vistas a otorgar una autorización condicionada. Según esa hipotética autorización, se permitiría la reapertura de la central siempre que cumpliera algunas condiciones.

En la reunión se ha hecho un análisis de la situación de Garoña donde se mostrado la aceleración del pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para aprobar Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETFs) de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), con vistas a otorgar una autorización condicionada. Según esa hipotética autorización, se permitiría la reapertura de la central siempre que cumpliera algunas condiciones. Este dictamen positivo podría servir de coartada para que el actual gobierno en funciones diera la autorización y supondría una presión inadmisible sobre los grupos políticos que se sienten comprometidos por los informes del CSN. Asimismo, un gobierno que decidiera no proceder a la reapertura no podría evitarla tras la aprobación de la misma. En este último caso, un intento de marcha atrás daría lugar a que Nuclenor solicitara lucro cesante.

Los grupos parlamentarios presentes han reconocido la gravedad de la situación y han acordado dirigirse por carta al presidente del CSN, Fernando Martí, así como al resto de los consejeros, para solicitarles que se abstengan de aprobar nuevas resoluciones referentes a Garoña mientras tengamos un gobierno en funciones. También se han puesto de acuerdo en informarle en la carta de que se solicitará su comparecencia urgente en la Comisión de Industria tan pronto como ésta esté constituida. Hay que tener en cuenta que al CSN lo nombra el Parlamento y debe responder ante él.

Los grupos parlamentarios se comprometen también a pedir la comparecencia del presidente del CSN en los parlamentos autonómicos afectados: Euskadi, por la proximidad, y las comunidades por las que pasa el Ebro: Castilla y León, La Rioja, Navarra, Aragón y Catalunya.

Francisco Castejón, portavoz de Ecologistas en Acción, ha declarado que «la central nuclear de Garoña no funciona desde diciembre de 2012, por decisión unilateral de la empresa propietaria Nuclenor (propiedad de ENDESA e Iberdrola al 50%), lo que demuestra que es perfectamente prescindible. Para llegar a la situación actual, con los técnicos del CSN evaluando la reapertura tras haber evaluado el cese de explotación, ha sido necesario cambiar la piedra angular de la regulación nuclear, el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR), a la medida de Garoña. Con las modificaciones del RINR se permite a cualquier instalación pedir su reapertura en un año tras el cese de explotación, siempre que el cierre sea por motivos económicos y no de seguridad. Como si fuera sencillo distinguir unos de otros», ha añadido Castejón, «teniendo en cuenta que elevar la seguridad requiere siempre nuevas inversiones. Esta celeridad contraviene una práctica democrática elemental».

La solicitud que Nuclenor ha enviado al CSN pide una renovación del permiso de explotación por 17 años, lo que equivaldría a que la central alcanzara los 60 años de funcionamiento. Esta autorización contravendría el catálogo de buenas prácticas del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Por tanto, en Garoña se juega mucho más que la simple reapertura de una vieja y peligrosa instalación. Se abre un precedente para que el resto del parque nuclear español supere los 40 años de vida útil y alcance los 60. De ahí que Nuclenor, como representante de Unesa, y el PP presionen al máximo para que Garoña se reabra.

Más Información: Francisco Castejón, portavoz de Ecologistas en Acción

 

 


Fuente: Ecologistas en Acción