Petición de solidaridad de CGT-Berga

Jordi Simón Perayre, gerente y administrador único de “Iniciatives Berguedanes de Comunicació SL”, empresa editora del “Berguedà Actual”, fue demandado por dos trabajadoras de la empresa, afiliadas a la CGT de Berga, después de que éstas fuesen despedidas (ver artículos publicados en las ediciones número 53 y 56, páginas 3 y 5 respectivamente de “El Pèsol Negre”). En este juicio quedó demostrado que el despido de una de las trabajadoras, Lídia C., era improcedente, pero no se pudo demostrar la improcedencia del despido de su compañera Esther A.

Jordi Simón Perayre, gerente y administrador único de “Iniciatives Berguedanes de Comunicació SL”, empresa editora del “Berguedà Actual”, fue demandado por dos trabajadoras de la empresa, afiliadas a la CGT de Berga, después de que éstas fuesen despedidas (ver artículos publicados en las ediciones número 53 y 56, páginas 3 y 5 respectivamente de “El Pèsol Negre”). En este juicio quedó demostrado que el despido de una de las trabajadoras, Lídia C., era improcedente, pero no se pudo demostrar la improcedencia del despido de su compañera Esther A. delante de la audiencia, tal y como se explica en una edición anterior de “El Pèsol Negre” (ver edición de febrero 2014). Jordi Simón, sentenciado a pagar 27.115 euros a su ex-trabajadora Lídia C., se declaró insolvente, hecho que provocó que no fuera él el que tuviera que pagar sino que esta responsabilidad pesó sobre FOGASA. No contento con ello, el ex-empresario decidió denunciar a Esther A., la compañera que no ganó el juicio del despido, alegando éste, daños contra su honor por unos carteles que aparecieron colgados en diferentes zonas de Berga y que, juntamente con su imagen, afirmaban que el empresario no pagaba y que explotaba a sus trabajadoras.

La resolución de este conflicto entre el ex-empresario y las ex-trabajadoras se ha hecho esperar y no ha sido motivo de celebración para las afiliadas del Sindicato de Actividades Diversas de Berga y menos para la ex-trabajadora demandada Esther A., que es la afectada directa de la sentencia. Una sentencia que resulta inverosímil, ya que pese a no poderse demostrar la autoría de los carteles y que la declaración de los testimonios de las dos partes no coincidiera, se ha condenado a la ex-trabajadora a pagar 2.450 euros, en concepto de indemnización, al ex-empresario.

Una derrota obrera, un ataque más a la libertad de expresión, a la libertad de defendernos de los explotadores, una victoria del sistema, de los abusadores y las autoridades que obliga a continuar la lucha.

Se pide solidaridad económica:

1491 0001 29 2004914921 (CGT BERGA)

Sindicat d’Activitats Diverses (CGT BERGA)

http://www.bllibertari.org/la-lluita-per-la-llibertat-sindical-continuara.html

 

 


Fuente: CGT-Berga