Por primera vez, un obispo, de acuerdo con la jerarquía, va a personarse como parte civil en el juicio que se abrirá a primeros de octubre contra un cura perteneciente a su Obispado que es acusado de haber violado un menor a finales de los años 90 durante un campamento de verano, según informa José María Patiño, de la Cadena Ser.
El obispo de Meaux, según ha explicado su abogado, quiere señalar con esta iniciativa que «su puesto, al igual que el de la Iglesia, es estar siempre con las gentes que sufren», con las víctimas. No obstante, el obispo no asistirá a la vista ni participará en la acusación contra el religioso.
De esta manera, parece querer eludir también cualquier responsabilidad. En 2001, el obispo de Bayeux, en Normandía, fue condenado a tres meses de prisión sin cumplimiento de la pena por no haber denunciado a la Justicia los abusos sexuales de uno de sus párrocos.
Fuente: EL PAIS