Madrid, 4 ago (EFE).- Cuestiones consideradas controvertidas, que han generado recientes debates en España, generan poca polémica entre los jóvenes, que mayoritariamente se muestran favorables al matrimonio entre homosexuales, al aborto libre y a la eutanasia para enfermos incurables que la soliciten.
Así se desprende de un sondeo sobre la percepción generacional, los valores y las actitudes de los jóvenes de entre 15 y 29 años hecho público hoy por el Instituto de la Juventud (INJUVE), en el que se muestra también que, mientras que el 60 por ciento de los jóvenes es contrario a la pena de muerte para los delitos muy graves, un tercio la apoya.
La gran mayoría de los jóvenes (83 por ciento) ve problemas en la sociedad española y destaca como los más importantes el paro (35 por ciento) y la vivienda (23 por ciento), seguidos de la inmigración (15), el terrorismo (14), las drogas (12) y la inseguridad y la delincuencia (10).
La percepción del terrorismo como un problema se ha reducido a la mitad, mientras que se ha duplicado el número de jóvenes preocupados por la inmigración.
La preocupación por el paro ha descendido cinco puntos, mientras que ha aumentado cinco puntos el número de jóvenes que ve el acceso a la vivienda como un problema social.
Según el sondeo, tres de cada cuatro jóvenes (78 por ciento) se declaran a favor de los matrimonios entre personas del mismo sexo y un 16 por ciento está en contra.
En opinión del INJUVE, parece consolidarse la actitud tolerante de la juventud española con respecto a la homosexualidad : el 82 por ciento declara que aceptaría la homosexualidad de un amigo sin que cambiase su relación ; uno de cada ocho (12 por ciento) dice que probablemente cambiaría su relación ; y sólo un 3 por ciento rompería con ese amigo.
Respecto al aborto, el 68 por ciento de los jóvenes cree que debe decidir únicamente la mujer interesada y un 18 por ciento considera que la sociedad debe poner ciertos límites, mientras que un 17 por ciento se muestra totalmente en contra.
En la encuesta se preguntó también por otras cuestiones polémicas, como la eutanasia, y se comprueba que tres de cada cuatro jóvenes son favorables a ayudar a morir a un enfermo incurable que lo solicite, frente a un 15 por ciento que se muestra contrario.
También son mayoría (64 por ciento) quienes apoyan la selección genética de embriones con fines terapéuticos, técnica rechazada por un 19 por ciento de los jóvenes.
Respecto a la enseñanza religiosa en las escuelas, las opiniones están más divididas, aunque son más (49 por ciento) quienes se muestran a favor de que se enseñe religión, que quienes consideran que no se debería impartir esa asignatura (37 por ciento).
Frente a la ocupación de viviendas vacías, el número de jóvenes que se muestran contrarios a esa práctica (50 por ciento) supera al de aquellos que se declaran a favor (41 por ciento), una oposición que ha crecido ligeramente desde el año pasado.
Al igual que el año pasado, el 80 por ciento de los encuestados opina que no hay causa política alguna que justifique la violencia, aunque el 16 por ciento la sigue considerando justificable en defensa de las libertades, ante el terrorismo, para lograr el respeto de los derechos humanos o en defensa ante una agresión externa.
Tampoco ha variado la percepción juvenil de la situación económica de España respecto al año pasado : un 47 por ciento la considera «regular, ni buena ni mala» ; un 35 por ciento la califica de buena ; y un 17 por ciento tiene una visión negativa.
Por otro lado, un 88 por ciento de los jóvenes se declara bastante o muy satisfecho con su vida y el 81 por ciento se muestra optimista y cree que mejorará.
El 12 por ciento cree que su vida seguirá igual y no existen prácticamente jóvenes que consideren que pueda empeorar en el futuro.
El 96 por ciento se muestra satisfecho con su familia y el 94 por ciento con sus amigos y con su salud ; también son muchos los que se declaran satisfechos con la libertad que tiene en casa (90) y con su aspecto físico (89).
Como valores prioritarios, la gran mayoría de los jóvenes destaca la salud y las relaciones afectivas con la familia y los amigos, y, como ocurre desde 2003, enmarcan entre los asuntos poco importantes la política y la religión.
La solidaridad y la justicia social se mantienen como las principales causas juveniles por las que merece la pena realizar sacrificios y, como en encuestas anteriores, la religión, la revolución o la defensa de España aparecen como las causas menos valoradas.
Fuente: EFE