La trabajadora de ADIF, Inmaculada Concepción Luque Avilés sufrió una Muerte Súbita (fibrilación ventricular) el pasado día 18 septiembre 2005, en su puesto de trabajo como informadora en la estación de RENFE en Málaga, ahora Vialia Maria Zambrano.
La empresa pública ADIF, o mejor dicho sus gestores en Málaga, deciden arbitrariamente que la situación de Incapacidad Temporal padecida por la trabajadora y que le llevó a la UVI durante 23 días era derivada de Enfermedad Común, nunca de Accidente de Trabajo.
Ahí empezó el calvario de quien suscribe, esposo de la victima, que mientras su mujer se debatía entre la vida y la muerte, tuvo que preocuparse de realizar las gestiones oportunas, incluso denunciando ante la Inspección de Trabajo para que se le reconociese el Accidente de Trabajo. Los Organismos Públicos no dudaron en dar la razón y obligaron a la empresa pública ADIF a reconocer que la situación de Incapacidad Laboral derivaba de Accidente de trabajo.
El siguiente paso fue regularizar las diferencias económicas en las nominas y la asuncion por la Mutua de los costes de los medicamentos y la posterior rehabilitación, todo ello tras múltiples gestiones y reclamaciones, incluidas previas a la vía judicial.
Tras las secuelas producidas y ante la imposibilidad de poder desarrollar su normal actividad laboral en la atención al publico, se solicitó a la empresa ADIF, acogerse al plan de bajas incentivadas siéndole denegada mediante excusas sin sentido y argumentos vanos, sobretodo cuando en situaciones similares con compañeros y compañeras, incluida una de su mismo puesto de trabajo y derivada de enfermedad común, no hubo limite alguno para su concesión, produciéndose un grave agravio comparativo que seguramente derive de la afiliación sindical y por formar parte de alguno de los sindicatos amigos de la empresa, nosotros somos afiliados a CGT por convicción, por la ayuda que nos prestan y por el trabajo que nuestros compañeros de Sindicato vienen desarrollando en defensa de los intereses de todos los trabajadores/as. Denegación que llevó a que se iniciaran las correspondientes acciones legales estando en espera de Sentencia del TSJA.
A día de hoy, mi mujer tiene una Gran Invalidez derivada de Accidente de Trabajo, reconocida por la Seguridad Social, inhabilitante para el desempeño de cualquier actividad, pero los Sres. de ADIF, que es Mutua Autoaseguradora de Accidentes de Trabajo, siguen demostrando su humanidad y ética profesional, negándole la continuación de las sesiones de rehabilitación y exigiéndole mediante carta, con las correspondientes amenazas de acudir a los tribunales, una supuesta deuda de 1356 euros. Vivir para ver, esta empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento que llena portadas en los medios de Comunicación por grandes titulares de inversiones, AVE´S…ocupa a unos gestores propios de cloacas, que tratan a los trabajadores como basura y sin el mas mínimo respeto, ni siquiera a aquellos que por su trabajo han sufrido el stres y la ansiedad y le han provocado acabar su vida profesional como inútiles para cualquier actividad.
Fuente: Aurelio Moya
