La ejecución de Saddam Husein, días después de que su único recurso fuese rechazado, ha levantado protestas entre activistas pro Derechos Humanos de todo el mundo, que calificaron el ahorcamiento de brutal y precipitado.
La ejecución de Saddam Husein, días después de que su único recurso fuese rechazado, ha levantado protestas entre activistas pro Derechos Humanos de todo el mundo, que calificaron el ahorcamiento de brutal y precipitado.
Además, desde distintos puntos del planeta se han alzado voces para indicar que el juicio a Husein podría corromper el futuro del sistema judicial de Irak.
Las autoridades iraquíes tenían 30 días para ejecutar a Husein después de que un alto tribunal rechazase una petición de sus abogados el pasado lunes, pero bastaron cinco para que el ex mandatario fuese ahorcado. La ejecución coincidió con la festividad del Eid Al-Adha (Sacrificio del cordero), una de las vacaciones más importantes del calendario islámico.
Mientras el presidente estadounidense, George W.Bush, aseguraba que la ejecución supone un paso adelante en el camino de Irak hacia la democracia, la organización pro Derechos Humanos Human Rights Watch denunció el ahorcamiento y el proceso, al que calificó de «profundamente corrupto».
«La prueba del compromiso de un gobierno con los Derechos Humanos se mide por el modo en que se trata a sus peores delincuentes. La Historia juzgará estas acciones severamente», indicó el director del Programa de Justicia Internacional de la organización, Richard Dicker.
La ejecución de Husein se produce dos meses después de que fuese sentenciado por su implicación en el asesinato en 1982 de 148 chiítas en una aldea iraquí.
Grupos pro Derechos Humanos han lamentado igualmente que la situación en Irak se ha visto enturbiada en este tiempo por la violencia sectaria y el odio. Además, la confusión en el juicio a Husein, con dimisiones de jueces y matanzas de tres abogados defensores tampoco han ayudado.
El abogado criminalista jordano Sameeh Khreis criticó el proceso y la ejecución. «La ejecución ha sido muy, muy rápida. Al matarle el primer día de la festividad, nos han desafiado a nosotros y a nuestros sentimientos como personas musulmanas», dijo.
Fuente: Siglo XXI / EP
