4.000 profesores se concentraron y el 65% secundó la huelga
El llamamiento a la solidaridad con el profesor condenado por injurias desbordó toda las expectativas. La huelga se convirtió en una explosión de descontento ante el deterioro de la convivencia en los centros. Junta de Extremadura, ANPE, CSIF, CCOO y UGT trataron hasta el último momento de frenar la protesta. PIDE y CGT, los únicos sindicatos que apoyaron la movilización.
4.000 profesores se concentraron y el 65% secundó la huelga

El llamamiento a la solidaridad con el profesor condenado por injurias desbordó toda las expectativas. La huelga se convirtió en una explosión de descontento ante el deterioro de la convivencia en los centros. Junta de Extremadura, ANPE, CSIF, CCOO y UGT trataron hasta el último momento de frenar la protesta. PIDE y CGT, los únicos sindicatos que apoyaron la movilización.

Los profesores extremeños cerraron las aulas paró en Extremadura
Un 65% de los docentes extremeños respaldó el llamamiento del IES “Santiago Apóstol” de Almendralejo a la movilización el 7 de noviembre, en solidaridad con el profesor condenado por injurias. Sólo PIDE y CGT apoyaron las movilizaciones. l Elsindicato PIDE realizó los trámites para legalizar la huelga y movilizó a su red de afiliados, CGT animó públicamente a los docentes extremeños a participar en las movilizaciones y se sumó al paro. Todos los afiliados y militantes de la CGT de Enseñanza en Extremadura se implicaron en las asambleas, paros y concentraciones. El seguimiento de la huelga resultó casi total en los centros de secundaria, muchos de los cuales registraron seguimientos del 100%. El seguimiento fue menor en primaria. En muchos centros los equipos directivos neutralizaron la información, y hasta el último momento UGT, CCOO, ANPE y CSIF se emplearon a fondo y sin éxito para frenar las movilizaciones.

Se calcula que en torno a 5.000 profesores acudieron a las concentraciones, la mayoría espontáneas, que tuvieron lugar en diferentes pueblos y ciudades de la región. En la mayoría de los centros se realizaron asambleas donde se decidió sumarse colectivamente a la jornada de huelga y cada centro diseñó adoptar sus medidas de protesta y solidaridad. Más de 100 centros hicieron llegar su apoyo al IES “Santiago Apóstol”. La mayor concentración tuvo lugar a las puertas de dicho centro, donde se reunieron 2.000 profesores llegados de toda la región. Hubo concentraciones espontáneas en las capitales frente a las Delegaciones Provinciales de Educación, en Cáceres se reunieron, sin una convocatoria previa, en torno a 500 profesores cortando la céntrica calle de los Múltiples durante dos horas y una delegación de los manifestantes fue recibida por el Director Provincial. En la concentración de Badajoz participó un número similar de docentes. En otros lugares, como Herrera del Duque, los profesores del IES se concentraron en la Plaza o a las puertas del centro, como en Jaraíz. Otros centros, como el caso de Valencia de Alcántara, redactaron comunicados de apoyo que remitieron a medios de comunicación y sindicatos.

En el ambiente se palpaba que, más allá del caso concreto de Carlos Cabanillas, el profesorado ha explotado ante la situación insostenible que se vive en muchas aulas y centros. La movilización se convirtió en una expresión del hartazgo del profesorado ante el deterioro de la convivencia en los centros, ante la judicialización de los conflictos escolares y ante la inoperancia de sindicatos oficiales y administración, alejados todos ellos de la realidad educativa. Todo el colectivo coincide en que la situación es insostenible, pero a la hora de plantear soluciones las discrepancias son evidentes. Un sector del profesorado, el más cvonservador, aboga por el retorno a un modelo autoritario de educación que CGT considera inaceptable y contraproducente.

El mismo día de la movilización CSIF, CCOO, UGT y ANPE contraprogramaban firmando un pacto por la convivencia, vacío de contenido y ajeno a la voluntad y conocimiento de los docentes.

Carlos Cabanillas, jefe de estudios del centro recriminó a un alumno, que recibió un rasguño del perro de la conserje tras enrabietarlo, utilizando la expresión “gilipollas”. El padre llevó la denuncia por lo penal y el juez lo ha condenado, dos años después de los hechos, por injurias y trato degradante.


Fuente: CGT Cáceres