Las mascarillas con válvula de exhalación sólo deberían usarse dentro del ámbito profesional requerido y para casos muy concretos. La pandemia del COVID-19 ha extendido su uso a la ciudadanía a pesar de saberse que protegen a quien la lleva, pero no a quien pueda estar a su lado, de ahí el apodo de “mascarillas del egoísta”.
La Dirección General de Tráfico en Barcelona permite el acceso a sus dependencias para realizar trámites a personas que vienen con mascarillas de este tipo, que pueden permanecer una media hora en la sala de espera hasta ser atendidos. El peligro es evidente ya que estas personas que llevan las mascarillas con válvula pueden estar infectadas y contagiar a las personas que comparten el espacio y posteriormente al personal de la propia DGT.
La Dirección General de Tráfico en Barcelona permite el acceso a sus dependencias para realizar trámites a personas que vienen con mascarillas de este tipo, que pueden permanecer una media hora en la sala de espera hasta ser atendidos. El peligro es evidente ya que estas personas que llevan las mascarillas con válvula pueden estar infectadas y contagiar a las personas que comparten el espacio y posteriormente al personal de la propia DGT.
La Sección Sindical de CGT estamos denunciando este hecho desde septiembre y ya propusimos a la Jefatura de Tráfico que para no generar enfrentamientos y dada la dificultad de conseguir cita previa, ofrecer una mascarilla quirúrgica a estas personas mientras permanezcan en el interior de la DGT realizando trámites. La irresponsable respuesta de la dirección era que no se podía hacer nada porque en Catalunya no está prohibido su uso.
Se da el caso que ahora la DGT prohíbe su utilización para la propia plantilla (según la “Guía de buenas prácticas en la DGT frente al COVID-19”) y en el área de exámenes, con una instrucción que impide su uso en el aula de examen teórico y en los vehículos de examen práctico. Se puede producir el absurdo que la persona con mascarilla con válvula que quiera acceder al aula de teórica con entrada en la calle Minería no pueda hacerlo, pero sí que podría hacerlo por la otra entrada de la Jefatura en Gran Vía, poniendo en claro peligro no sólo la salud del personal de la DGT sino el resto de público que viene a realizar trámites. El mismo peligro se da en la Oficina Local de Tráfico de Sabadell, dependiente de Barcelona.
La Sección Sindical ya ha hecho denuncia a la Agencia Catalana de Protecció de la Salut y a Inspección de Trabajo para que no se permita acceder a ninguna dependencia de la DGT a personas con este tipo de mascarillas.
El personal de oficina de la DGT no somos personal de segunda
¡Nuestra salud también importa!
Fuente: CGT - Barcelona