El macrojuicio contra 16 manifestantes saharauis quedó ayer aplazado después de que los cinco abogados de la defensa se retirasen de la sala tras alegar que no podían ejercer su labor con las debidas garantías. El presidente del tribunal de apelación de El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental, fijó la nueva vista oral para el martes. La fiscalía acusa a los 16 jóvenes de "constitución de banda criminal" y de "participación en una concentración armada". Otros tres manifestantes ya fueron condenados el 28 de junio a duras penas de cárcel, entre 15 y 20 años.
La policía marroquí saca de su hotel y expulsa del Sáhara a una delegación noruega
El macrojuicio contra 16 manifestantes saharauis quedó ayer aplazado después de que los cinco abogados de la defensa se retirasen de la sala tras alegar que no podían ejercer su labor con las debidas garantías. El presidente del tribunal de apelación de El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental, fijó la nueva vista oral para el martes. La fiscalía acusa a los 16 jóvenes de «constitución de banda criminal» y de «participación en una concentración armada». Otros tres manifestantes ya fueron condenados el 28 de junio a duras penas de cárcel, entre 15 y 20 años.
Los familiares de los inculpados se concentraron ante las puertas del tribunal «pero no pudieron acceder a la sala donde el público estaba formado por policías de paisano», se quejó Bazid Lahmad, uno de los letrados de la defensa. «Ésa fue una de las razones fundamentales de nuestra retirada», añadió.
Horas antes de que empezase el juicio tuvo lugar en El Aaiún la quinta expulsión en un mes de una delegación extranjera de políticos y activistas simpatizantes del Frente Polisario, pero esta vez no era española sino noruega. Sus cinco integrantes, entre los que figuraba el presidente de la Fundación Rafto de derechos humanos y un dirigente socialdemócrata, tenían la intención de asistir a la vista oral.
Poco antes de medianoche, una treintena de policías uniformados y de paisano irrumpieron en el Hotel Sahara Line, donde se alojaban los noruegos, a los que sacaron de la cama. Tras un forcejeo les obligaron a subirse en un taxi que les condujo, bajo escolta, a Agadir, a unas ocho horas de distancia por carretera. Alrededor del hotel se habían desplegado otros 200 policías, según Ronny Hasen, miembro de la delegación.
El agente con graduación más alta explicó al grupo que se le reprochaba, según Hasen, mantener contactos con «separatistas» (saharauis independentistas) empezando por Allal Latif, un profesor de inglés que les servía de interprete. Éste desapareció el lunes, probablemente detenido. Al corresponsal del diario Abc, que sacaba fotos de los empujones, la policía le arrebató la cámara y se la devolvió con la memoria borrada.
Dos abogadas de Las Palmas expertas en derechos humanos, Inés Montesinos y Dolores Travieso, que se desplazaron a El Aaiún para asistir al juicio, pudieron permanecer en la ciudad. «Su presencia es un apoyo moral», afirmó el letrado Lahmad.
Entre el 23 y el 29 de mayo, los saharauis de algunos barrios de El Aaiún, se echaron a la calle para reivindicar la independencia y quemaron banderas marroquíes. Hubo 57 heridos entre los manifestantes. Las fuerzas de seguridad practicaron 33 detenciones. Los disturbios se propagaron a otras ciudades y los estudiantes saharauis protagonizaron incidentes en varias universidades marroquíes.
Prisión preventiva
Aunque no tomó parte directamente en las protestas de mayo, aún queda por juzgar en El Aaiún a Aminatou Haidar, en prisión preventiva en la Cárcel Negra. Esta mujer, que ya estuvo encarcelada entre 1987 y 1991, es la principal figura femenina del independentismo saharaui.
Ningún miembro del Gobierno español ni de la Ejecutiva del PSOE ha censurado la represión ni ha lamentado las condenas. Algunos consejeros autonómicos socialistas, como la andaluza Micaela Navarro, sí han formulado críticas, pero a título personal.
Los senadores socialistas se sumaron el 28 de junio, y los diputados autonómicos andaluces y los catalanes, el 30, cuando apoyaron tres declaraciones institucionales suscritas por todos los grupos de sus cámaras en las que se reprueba la dureza con la que Marruecos reprimió las protestas de la población saharaui. Entre los 104 eurodiputados que, el 24 de junio, hicieron la misma denuncia figuran también varios socialistas españoles.
En términos muy parecidos se expresó, en junio, la secretaría internacional del Partido Socialista francés sin suscitar ninguna réplica marroquí. La del PSOE ha permanecido en silencio aunque Pedro Zerolo, secretario socialista de Movimientos Sociales, emitió un comunicado preguntándose si los derechos de los saharauis habían quedado conculcados. La agencia de prensa oficial de Marruecos arremetió poco después contra Zerolo.
Fuente: IGNACIO CEMBRERO/EL PAIS
