El semanario La Directa destapa la conexión entre el colectivo Impulso de Castellón, que llevó a los neofascistas italianos de Casa Pound, y el partido neonazi Democracia Nacional.
El hilo del odio: de Tramuntana en el Clot a Impulso en Castellón de la Plana JUANA PERIS | 05/06/2012
¿Hay algo que liga el centro neonazi Tramuntana con Castellón de la Plana. Algo que desvela los disfraces aparentemente amables de las nuevas organizaciones y centros sociales nazi-fascistas en nuestro país?
¿Hay algo que liga el centro neonazi Tramuntana con Castellón de la Plana. Algo que desvela los disfraces aparentemente amables de las nuevas organizaciones y centros sociales nazi-fascistas en nuestro país?
En enero pasado, Castellón de la Plana era el punto de partida de la gira por el Estado español del líder fascista italiano Gianluca Iannone, promotor del centro social ultraderechista Casa Pound que también tenía que visitar Barcelona, y de Gabriele Adinolfi, huido de la justicia italiana durante años por su relación con organizaciones terroristas de extrema derecha como el nuclear Armati Rivoluzionari (NAR) y promotor de diversas iniciativas neofascistas. Los partidos de la oposición y los movimientos sociales de Castellón denunciaron que la asociación Proyecto Impulso había conseguido el permiso del local municipal Urban para celebrar el acto, que también contó con la presencia del responsable de relaciones internacionales de Plataforma per Catalunya (PxC), el valenciano Enrique Ravello.
Como ayer en El Clot, ante la presión popular, la organización del acto emitió un comunicado donde negaba relación alguna con la extrema derecha: «Impulso no tiene nada que ver y no constituye, como se ha dicho, un eje de organización de la ultraderecha castellonense. Impulso no tiene ninguna vinculación con ningún partido político ni con ninguna asociación de extrema derecha «. De hecho, los estatutos de la organización no contienen ninguna referencia que les pueda situar en este espectro ideológico. Según el texto, modificado el verano de 2010, cuando cambiaron el nombre de la Asociación Arista por Impulso, algunas de las finalidades de la asociación son «mejorar las condiciones sociales de los más desfavorecidos, fomentar la solidaridad y el respeto entre distintos estratos sociales y despertar conciencia cívica entre los ciudadanos «. Una declaración de principios que no haría sospechar a nadie y que no es la primera vez que una organización de extrema derecha utiliza para inscribirse en el Ministerio del Interior.
Impulso pero, en la web, no esconde su posición respecto a la inmigración: «Defendemos la identidad de cada pueblo, su idiosincrasia y su cultura ante las injerencias extrañas». El resto del ideario de la asociación bien podría ser firmada por cualquier movimiento social crítico, pero, como no entra en detalles, difícilmente se puede deducir que se trata de una organización impulsada por neonazis.
Mientras encontramos abundantes referencias a Impulso a las webs neonazis más activas de todo el Estado, descubrimos que quien solicita el permiso en nombre de la asociación para celebrar el acto en el centro municipal Urban de Castellón son dos candidatos en las listas electorales del partido neonazi Democracia Nacional (DN): Yago Repollés de Aymerich y Laura Portolés Soler, que pidieron el local para «presentar dos libros y una asociación italiana». Además, Portolés también figura en las listas del sindicato de estudiantes ultraderechista Estudiantes por la Libertad en las elecciones del claustro de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia en el año 2011. En su web, esta organización de estudiantes reconoce sus vínculos con organizaciones ultras y blaveras como el Grupo de Acción Valencianista (GAV) o el extinto partido Coalición Valenciana (CV), que defienden el castellano como lengua vehicular en la universidad y se posicionan insistentemente contra el catalanismo. El centro Urban denegó el espacio a Impulso para celebrar el acto, que finalmente tuvo lugar en la sede de la organización, conocida como Zona Cero, en la calle Benlliure número 10 de la capital de la Plana.
Tampoco pudo contar con la presencia del esperado líder de Casa Pound, Gianluca Iannone, que casualmente fue detenido el día antes por su supuesta relación con un atentado contra otro miembro de la extrema derecha italiana con quien estaba enfrentado. Pero Iannone, que también tenía previsto visitar Sevilla, Barcelona y Madrid, aterrizó unos días después, junto con los miembros de su banda de rock anticomunista (RAC) Zeta Zero Alfa, que ofreció un concierto en Sevilla ante un centenar de ultras.
Inspirados en el modelo italiano, los grupos neofascistas españoles han redefinido su estrategia de cara al público: han abandonado la vieja simbología y estética agresiva propia de la extrema derecha y se han disfrazado de movimiento crítico, anticapitalista e incluso solidario. Esto es lo que hace España2000 en Valencia desde hace un tiempo, a través del conocido Hogar Social Patriota María Luisa Navarro, un local donde, según la gente que lo frecuenta, han dado vivienda a varias personas sin recursos y donde se mezclan conferencias del partido con el reparto de víveres, por lo que han conseguido ser beneficiarios del Banco de Alimentos. Lo que no explican es que esta solidaridad está destinada sólo a personas españolas. Eso sí, España2000 no esconde su relación directa con este proyecto, que lleva el nombre de la madre del líder ultra José Luís Roberto.
En Barcelona, la inauguración del Casal Tramuntana, impulsado por militantes de extrema derecha, demuestra que esta estrategia se está desarrollando en todo el Estado a pasos acelerados. La respuesta que dieron los miembros del casal a los grupos antifascistas que se concentraron el 31 de marzo, cuando una veintena de individuos disfrazados y bailando al ritmo de Hard Bass increparon a los manifestantes, no es casual. Esta moda del Hard Bass, un nuevo estilo de música electrónica importado desde Rusia y que numerosos grupos ultras utilizan para hacer sus particulares performances, ya se ha visto, estos últimos meses, en Madrid y otras ciudades del Estado, donde también se han desarrollado nuevas iniciativas que rompen con la tradición ultraderechista española. Los White Boys, por ejemplo, se presentan como un colectivo de artistas urbanos que hacen graffitis y otras acciones propias de la cultura alternativa hasta ahora despreciada por la extrema derecha y que tienen varios vídeos a la red haciendo exactamente lo mismo que los ultras de Tramuntana con disfraces y Hard Bass. Según diversas fuentes, este grupo está detrás la agresión que sufrieron, hace unas semanas, varias estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid a manos de un grupo de ultras disfrazados.
[Reportaje publicado en La Directa número 268 del 11 de abril de 2012]