La comisión que investiga en EE UU los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington afirma, en un informe preliminar, que no tiene pruebas creíbles de que el ex dictador iraquí, Sadam Husein, haya cooperado con la red terrorista Al Qaeda, que dirige el saudí Osama Bin Laden.

"No tenemos ninguna prueba creíble de que Irak haya cooperado con Al Qaeda para perpetrar los ataques contra EE UU", indica el documento, que no obstante señala que hubo contactos entre Irak y la red Al Qaeda.


La comisión que investiga en EE UU los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en Washington afirma, en un informe preliminar, que no tiene pruebas creíbles de que el ex dictador iraquí, Sadam Husein, haya cooperado con la red terrorista Al Qaeda, que dirige el saudí Osama Bin Laden.

«No tenemos ninguna prueba creíble de que Irak haya cooperado con Al Qaeda para perpetrar los ataques contra EE UU», indica el documento, que no obstante señala que hubo contactos entre Irak y la red Al Qaeda.

El informe hecho público hoy por la comisión, que comienza sus dos últimos días de audiencias, señala que Bin Laden estudió la posibilidad de cooperar con Irak en la época en la que vivía en Sudán, «pese a su oposición al régimen laico de Sadam». De hecho, Bin Laden apoyó en el pasado a los movimientos islamistas opuestos al régimen baazista en el Kurdistán iraquí. Según el informe, «los sudaneses, para preservar sus relaciones con Irak, convencieron a Bin Laden de poner fin a su apoyo [a los opositores a Sadam] y trataron de establecer contactos entre Irak y Al Qaeda». La comisión estima que «un alto responsable de inteligencia hizo tres visitas a Sudán para reunirse con Bin Laden en 1994». También sostiene que, tras esos contactos, Bin Laden pidió permiso a Irak para poder entrenar a sus combatientes en suelo iraquí, aunque no obtuvo nunca respuesta.

Además, se explica que Al Qaeda planeó inicialmente el secuestro de diez aviones para atacar a EE UU por las costas este y oeste. Entre sus objetivos hubieran figurado también la Casa Blanca, el Capitolio, las sedes del FBI y la CIA, varias centrales nucleares y rascacielos de los Estados de California y Washington.

El texto revela que Bin Laden propuso que los atentados se realizaran el 12 de mayo de 2001, justo siete meses después del ataque contra el destructor USS Cole en Yemen, pero finalmente se decidió cambiar la fecha al enterarse de que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, tenía previsto visitar la Casa Blanca en junio o julio.

La comisión, que emitirá un informe definitivo el 26 de julio, también afirma que «hay informaciones según las cuales hubo contactos entre Irak y Al Qaeda tras el retorno de Bin Laden a Afganistán, pero estos contactos no desembocaron en colaboración». Estas informaciones contradicen al vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, quien el lunes afirmó que Sadam era un padrino del terrorismo que pagaba 25.000 dólares a las familias de los terroristas suicidas que atentaban contra Israel y que «había establecido lazos largo tiempo con Al Qaeda».

Esta comisión, compuesta por senadores demócratas y republicanos, investiga desde hace meses los ataques del 11-S y ante ella han desfilado las principales autoridades estadounidenses, entre ellas el presidente, George W. Bush, Dick Cheney o los directores de la CIA y el FBI. El informe de hoy relata las primeras conclusiones a las que ha llegado esta comisión.

Protegido por Pakistán

El informe de la comisión también afirma que Bin Laden fue protegido por el el régimen de los talibanes en Afganistán con el apoyo de Pakistán. «La capacidad de los talibanes para dar refugio a Bin Laden se vio considerablemente favorecida por el apoyo de Pakistán, lo que le permitió hacer frente a la presión de la presión internacional y a las sanciones de Naciones Unidas». A juicio de la comisión, «Pakistán se benefició de la relación entre los talibanes y Al Qaeda, en el sentido de que en los campos de Bin Laden se entrenaba y equipaba a milicianos para luchar contra el ejército indio en la región de Cachemira».