Artículo de Puri Eisman, secretaria de Comunicación CGT-PV y Murcia, publicado en el periódico Información
Quienes se postulan al Gobierno se presentan en campaña como personas muy sensibles y preocupadas por la estabilidad y la creación de empleo. Y una vez apalancados en el poder, como el engaño al que someten a la población no está tipificado como delito, poco importa la magnitud de sus mentiras. Estos días, para las elecciones europeas, volverán a llenarnos los oídos con generalidades y con solemnes estupideces, frases huecas que desgraciadamente seguirán calando en una decidida parte de la ciudadanía.
Quienes se postulan al Gobierno se presentan en campaña como personas muy sensibles y preocupadas por la estabilidad y la creación de empleo. Y una vez apalancados en el poder, como el engaño al que someten a la población no está tipificado como delito, poco importa la magnitud de sus mentiras. Estos días, para las elecciones europeas, volverán a llenarnos los oídos con generalidades y con solemnes estupideces, frases huecas que desgraciadamente seguirán calando en una decidida parte de la ciudadanía.
Las reformas aplicadas por este Gobierno han servido para reconvertir a este país. Lo han puesto patas arriba, desmantelando lo social, todo lo rentable y de calidad, para ofrecérselo, casi como un regalo, a sus compinches (los señores de los maletines).
Pero no satisfechos, además, han diseñado una reforma laboral para otorgar todo el poder al patrón, a un patrón más patrón que nunca, al tener a su disposición un despido más libre, la retirada del convenio colectivo, una mayor flexibilidad laboral, bajadas de salarios y más horas de trabajo pagando menos. En definitiva, una clase trabajadora sin derechos cuyas condiciones están estrechamente ligadas a siglos del pasado. ¿Alguien da más?
Al abrigo de esta reforma las empresas, sean del Ibex o pymes, han encontrado un filón. La mayoría presentan el mismo perfil con el falso argumento de que para «salvar» la empresa hay que reducir costes laborales, es más, en previsión de futuras pérdidas. Y a este carro se han subido compañías con escandalosos beneficios, que encima ni tributan como debieran, ni revierten en empleo y las ganancias las destinan a paraísos fiscales? Además consideran que no están obligadas a cumplir un convenio después de la desaparición por ley de los convenios sectoriales. Les basta con aplicar el Estatuto de los Trabajadores.
Lo cierto es que en estas grandes compañías lo que subyace es la presión de sus accionistas, que la codicia les exige mayor rentabilidad y, claro, esto pasa por la aplicación de un ERE y la rebaja de salarios. Aunque por la puerta de atrás, a través de pequeñas subcontratas adquieren personal a precio de saldo. Pero todo muy legal?
El caso de las pymes, al tener menos plantilla, las y los trabajadores están sometidos a mayor estrés, por el añadido de la vulnerabilidad, en ocasiones, con una engañosa contabilidad que les hacen creer el mismo argumento, hay que salvar a la empresa. Traducido: trabajar más por un salario indigno. De este modo los beneficios que su plantilla proporciona a la empresa han crecido de forma brutal en un 37%.
En este país gozábamos de empresas modelo con una larga tradición familiar, orgullo autóctono y fuente de riqueza en su localidad, pero muchas han sucumbido como la que más; bien por su cuenta de resultados, por su ambiciosa gestión o porque han encontrado fuera, en países del sureste de asiático, una forma de producción donde ganar más.
Toda esta política empresarial que han facilitado los gobiernos, obedecen a la puesta en práctica de las decisiones que se tomaron en Europa para poner en funcionamiento un proyecto neoliberal, que otorgaba todo el poder económico a las financieras y las grandes multinacionales, como pilares indiscutibles de la economía global, economía a la que nos han obligado a participar.
Hoy, en esta fecha histórica del 1º de Mayo, la clase trabajadora tiene mucho que batallar. Se halla inmersa en conflictos laborales, movilizaciones, huelgas? en luchas desesperadas por mantener sus puestos de trabajo, jugándoselo todo frente a la inoperancia de los sindicatos mayoritarios que se encuentran en sus horas más bajas, dejando tras de sí una estela que puede confundir, de quienes han trabajado honestamente.
Podríamos acabar este espacio con un dato optimista, pero la rabia y la realidad obligan a ser responsable. Debemos reflexionar para saber cómo gestionar tanta barbarie antes de que los buitres del alto capitalismo acaben con nuestras vidas. Estaremos facilitando estas políticas y permitiéndoles los mismos errores y horrores, si no nos comprometemos en la acción directa. Es imprescindible espabilar y no limitar nuestra lucha a la protesta. Hay que organizarse aglutinando todas las fuerzas posibles y con miras muy altas.
Puri Eisman
http://www.diarioinformacion.com/opinion/2014/05/01/codicia-vacia-neveras/1496862.html
Fuente: Purificación Eisman, Secretaria de Comunicación CGT-PV y Murcia