Los representantes del sindicato Confederación General del Trabajo (CGT) en el hospital Ramón y Cajal denunciaron ayer que las urgencias de este centro «están totalmente colapsadas» desde el pasado lunes. «A las ocho de la mañana de hoy [por ayer], 66 pacientes estaban pendientes de ingreso y 30 se encontraban a la espera de resultados», explicó Antonio Gutiérrez, portavoz del sindicato.
Este periódico recabó la versión de la dirección del hospital, que a las siete de la tarde reconocía sufrir «un pico importante» en las urgencias y aseguraba : «A las 14.00, 50 pacientes están pendientes de ingreso». Portavoces del hospital señalaron que los enfermos «se encuentran a cargo del servicio de urgencias, donde son valorados periódicamente, tratados por los profesionales y atendidos de manera continuada». Pero el representante de CGT quiso matizar : «A las 14.00 había 74 pacientes pendientes de ingreso ; evidentemente se les atiende bien por el personal del hospital, pero se les atiende en un pasillo a la vista de todo el mundo», subrayó.
«Ante esta situación, que aunque es excepcional se repite en esta época invernal, la dirección del hospital Ramón y Cajal ha adoptado una serie de medidas como son el refuerzo de personal en el área de urgencias, la derivación de algunos pacientes a los hospitales de apoyo, así como la agilización de los procesos de alta, lo que permitirá el ingreso de estos pacientes en las próximas horas», anunciaron los portavoces del centro hospitalario.
Sin embargo, Gutiérrez insistía a las 19.30 en que la situación continuaba siendo «incontrolable por falta de espacio» y aseguraba que ninguno de los pacientes presentaba «proceso gripal».
«Directrices del Gobierno»
En una nota de prensa, el sindicato acusó a la gerencia del centro de «dar prioridad siguiendo directrices del Gobierno de la Comunidad a la lista de espera quirúrgica, de modo que las camas libres que existen se asignan a los pacientes de la lista de espera, y los pacientes de urgencia pendientes de ingreso se quedan sin cama, lo que les obliga a permanecer en los pasillos hacinados en condiciones infrahumanas».
La Consejería de Sanidad asegura que esto «es mezclar churras con merinas, puesto que los pacientes de urgencias y de quirúrgica no comparten camas, y cada patología es derivada a un área distinta del hospital». Los responsables del sindicato afirman, por su parte, que manifestaron «la necesidad de desprogramar algunas de las intervenciones quirúrgicas previstas de la lista de espera» para hacer hueco a los pacientes de urgencias y que su petición «fue desestimada».
Según el hospital, «en los últimos dos días se ha generado un total de 281 altas, que han permitido el ingreso de la mayor parte de los pacientes que han sido atendidos en las urgencias».
Por : El Pais
