MAÓ.- La CGT ha impuesto una denuncia a la Inspección de Trabajo sobre el estado de los locales de Correos y Telégrafos en la isla. Fuentes de este sindicato alegan que oficinas como la de Es Castell y Alaior, entre otras, « presentan condiciones para trabajar lamentables ».

MAÓ.- La CGT ha impuesto una denuncia a la Inspección de Trabajo sobre el estado de los locales de Correos y Telégrafos en la isla. Fuentes de este sindicato alegan que oficinas como la de Es Castell y Alaior, entre otras, « presentan condiciones para trabajar lamentables ».

Este diario (elmundo-eldia) ha podido comprobar, en concreto, el estado de la cartería de Es Castell. Se trata de un espacio de siete metros por tres en donde se amontonan las jaulas metálicas y las cajas con cartas y paquetes. Allí trabajan en condiciones de hacinamiento un total de cinco carteros. El espacio se ha quedado pequeño, puesto que hace tres años sólo eran dos los que lidiaban con las mismas dimensiones.

La separación entre dos de las cuatro sillas existentes y la pared es de 30 centímetros ; lo equivalente a una distancia de un palmo y medio que impide al trabajador el mínimo espacio giratorio para levantarse de la silla. « Tenemos que estar continuamente pidiendo a un compañero que se levante para que nos pase un paquete que está en la otra punta. Y realmente es muy incómodo porque son cosas pesadas », esgrime la encargada del local.

Para paliar esta situación, la sociedad estatal ha pasado una oferta de compra de un local fronterizo al actual. Asimismo, reconocen que la oficina se ha quedado pequeña para la plantilla actual. No obstante, la encargada de Es Castell, a quien se le informó de las intenciones de Correos, explica que, « el problema es que todo va muy lento y cuando te han trasladado a otra oficina ya necesitas otra más grande ».

Sólo Ferreries se salva

« La única oficina que cumple las normas es la de Ferreries, todos los demás son locales no aptos para trabajar », explica Luís Camarero, delegado sindical de la CGT.

En concreto, habla de la precariedad que existe en la oficina de Alaior, « donde no hay ni siquiera servicios sanitarios ». Allí trabajan siete personas en una cartería de tres por seis metros en donde se incluyen las mesas y los casilleros para la clasificación del correo. « Todo el local está en muy malas condiciones. Este se tendría que cerrar directamente ».

Sin embargo, la compañía pública afirma que este problema será solucionado con celeridad. « Hemos alquilado un nuevo local para Alaior y este mes pasaremos la licitación », explica una fuente oficial de Correos.

Otra de las actuaciones que tiene previsto hacer Correos es la de solucionar el local de Sant LLuís que tiene « medidas ínfimas ». Hasta ahora era una oficina auxiliar que dependía de Maó, con un horario muy reducido. « En el primer trimestre de 2005 está previsto que pase a ser una oficina técnica. Esta medida forma parte de un estudio de necesidades », explica la fuente.

La misma suerte podrían tener, si entraran dentro de este programa, las oficinas auxiliares de Fornells, Cala en Porter y Es Migjorn Gran. « Estos locales abrían a unas determinadas horas y nosotros queremos que funcionen más tiempo y que sean aptos para atender al público », dice Camarero.

Carteros desbordados

En referencia a las quejas esgrimidas por algunos carteros que dicen estar desbordados porque cubren barrios que crecen y no se dividen, Correos considera que « el volumen de trabajadores está en acorde con las necesidades que tenemos ». Pero para este año está programada una medición de Maó y podría haber un incremento de carteros siempre y cuando se detecte sobredimensionamiento.

MIREYA ROURA

El Mundo – El Día