La consulta realizada por los demás sindicatos, significa para CGT un fraude al
conjunto de la plantilla y auguran una conflictiva aplicación del mismo.
Tanto las formas con las que se ha pretendido legitimar la firma, como el contenido del
convenio, han significado para CGT el rompimiento de los mínimos principios
democráticos y la aplicación a la fuerza de un convenio al conjunto de la plantilla.
Para CGT este convenio significa la ampliación de la jornada laboral hasta 9 días anuales más sin cobrar por ello compensación alguna (hasta 160.000 ptas/año), pasando probablemente el tope de las horas máximas que establece el Estatuto de los Trabajadores. Eso puede obligar, según el preacuerdo alcanzado, a trabajar sábados y festivos muy por encima de lo que recoge el anterior convenio.
Y todo ello, a cambio de una mísera subida salarial del IPC previsto más 0’5 puntos el primer año y 0’3 los cuatro restantes, en un largísimo convenio de 5 años, que además puede ser modificado de forma sustancial a favor de la empresa, según se establece en una de las cláusulas de salvaguarda.
En definitiva, para CGT este convenio posiciona a la empresa SEAT en una mejor
competitividad, pero a costa de aumentar el trabajo, destruir empleo y reducir parte del salario de la plantilla. Este es el peor punto de partida para un convenio que afectará a 18.000 personas y que puede, por tanto, generar conflictos a corto plazo.
Por otro lado, CGT ha manifestado al Conseller de Treball Sr. Rañé y al Presidente de SEAT Sr. Schleef, a la entrada del acto protocolario posterior a la firma, al que no ha sido invitado CGT, que excluir a más del 20% de la plantilla representada por este
sindicato es otro acto negativo que sumar a la situación.
Martorell, 13 de mayo de 2004