Artículo publicado en Rojo y Negro nº 381 de septiembre
En la sección Al día del nº 374 de enero de 2023, se publicó el artículo «LOS LÍMITES DEL ANARCOSINDICALISMO» firmado por Sergio Sánchez Vázquez, secretario general del Sindicato SI.L.V.I.A. Un artículo que, particularmente, me gustó ya que es uno de los temas (trabajadores con armas y de cuerpos represivos) que produce urticaria en la CGT, así como en la CNT y otros colectivos libertarios, y no entiendo el porqué. El debate siempre es bueno y productivo, pero parece que a algunos eso de debatir…
A partir de aquí expondré lo que considero un dislate y no saber dónde se está. Además, quiero también explicar que, desde mi punto de vista, el director, Miguel Ángel Movilla, y la coordinadora (que es una figura imprescindible), la compañera Paqui Arnau, han tenido un gran acierto y varios errores.
Sobre el Comité Confederal:
Hete aquí que, seis meses después de su publicación y en la misma sección, aparece un comunicado titulado «rectificación» que está elaborado por el Comité Confederal después de una Plenaria Nacional el 30 de mayo.
Primero: ¿Sabe el Comité Confederal cuáles son las funciones de una Plenaria?
Pues o me enseñaron mal los ‘viejos’ compañeros o yo aprendí mal o no fui ese día a clase (que seguro que es esto último), pero creo que las funciones de la Plenaria, dentro de su ámbito, Federación Local, Comité Regional, Comité Nacional, etc., son «las de organizar el trabajo para desarrollar los acuerdos que se toman en congresos, plenos, etc.» y que «no tienen poder de decisión». Por lo tanto, solo puede tomar Acuerdos en la organización del trabajo para llevar a buen fin lo decidido por la Organización.
Segundo: ¿Qué es lo que ‘rectifica’ el Comité Confederal?
En el comunicado dice que el Comité Confederal reunido en Plenaria:
a.) «…acuerda que se publique una rectificación…»: No rectifica absolutamente nada, el único que puede rectificar algo sobre el artículo publicado es el autor; pero no ha ocurrido.
b.) «…no se debieron conceder dos páginas del Rojo y Negro a un miembro de otro sindicato para defender la afiliación de los vigilantes de seguridad a sindicatos anarcosindicalistas.»: ¿Quése piensa que es el Comité Confederal reunido en Plenaria para cuestionar la «AUTONOMÍA Y LIBERTAD DE DECISIÓN» del equipo de Redacción de un Ente Autónomo como el periódico Rojo y Negro? Se ha actuado, a sabiendas, como LA OFICINA DEL CENSOR. Lo único que se puede hacer, pero personalmente como «lectores» y afiliados a la CGT, es pedir al Equipo del periódico que os aclare las razones para tomar la decisión de publicar el artículo y, en base a esa Autonomía y Libertad, no tienen obligación de responder.
Tercero: ¿Qué miedo tienen algunos a que alguien «defienda la afiliación de los vigilantes de seguridad»?
¿Creen que la opinión de una sola persona va a hacer cambiar lo que creen miles de trabajadores? Qué pobres de ideas. En el XIV Congreso -al que nos remite el comunicado- había Sindicatos que lo defendían -en concreto 12- y no pasó nada. Los Acuerdos se cumplen y punto. Si según los Estatutos (art. 28, párrafo 3º) no pueden afiliarse ¿por qué y para qué tanto ruido?
El autor, en el artículo, nos hace un recorrido por su vida laboral como vigilante de seguridad en distintas empresas y su trabajo sindical. Nos dice que se considera anarquista. Nos dice que está cerca de la defensa de que los vigilantes puedan afiliarse a sindicatos anarcosindicalistas, pero que los distintos sindicatos anarcosindicalistas tienen vedada la entrada a estos trabajadores en sus organizaciones. En el último párrafo del artículo nos hace una invitación a que reabramos (una vez más) el debate sobre este tema, pero acepta, como no puede ser de otra manera, los acuerdos que se tomen.
Cuarto: Según el comunicado, parece que el Comité Confederal nos dice que solo podemos leer literatura anarquista y del anarcosindicalismo para darnos besos y abrazos a nosotros mismos por lo bien que pensamos, que no nos desviamos, que las opiniones y las posturas de los demás no sirven, que están confundidos, etc.
Esto nos llevaría a cometer los mismos errores siempre, a no salir de nuestra burbuja, a no avanzar, pero luego criticamos a los demás por hacer lo que ellos nos animan a hacer. Esto significa que los colectivos o entes que no pertenezcan a la CGT no pueden publicar nada en el Rojo y Negro, y pongo por ejemplo Mujeres Libres, Animalistas, Antianimalistas, Antitaurinos, Taurinos, Ecologistas, Antinucleares, Los a favor de la energía nuclear… Total, que nos queda que el Rojo y Negro será el catecismo y la Biblia de la CGT a la que todos debemos rendir pleitesía o de lo contrario podemos acabar denigrados.
Sobre el periódico «ROJO Y NEGRO»:
Sin duda, el acierto es haber publicado el artículo. Creo que la dirección lo publicó porque lo consideró interesante, educado y que generaría el debate en nuestra Organización, aunque no haya sido así. Y cuatro o cinco meses después de publicado, a algún miembro del Comité Confederal se le ocurrió leerlo y como no le debió de gustar o no tenía otra cosa que hacer, abrió la caja de los truenos y terminó por convocar una Plenaria del Comité Confederal.
Errores:
1º) ¿Por qué acatar un acuerdo que es antiestatutario, antinormativo (o como queramos llamarlo) y que pone en duda vuestro trabajo?
Al decir en la Editorial del nº 380 «Creemos (en) la utopía»: «Acatamos el acuerdo del Comité Confederal de incluir la rectificación del artículo (…) a pesar de no compartirlo…», el compañero director y el equipo de Redacción saben, o debieran de saber, que una Plenaria, en el ámbito que sea, como dije antes, no tiene poder decisorio y en consecuencia, y desde mi punto de vista,
2º) Publicarlo. Ya que debieron de negarse a publicarlo:
-Porque la legalidad es dudosa.
-Porque censuraba y ponía en cuestión la Autonomía y Libertad de Decisión del equipo de Redacción. Solo por esto último ya no debieron de publicarlo.
-¿Acaso os obligaron a publicarlo?
3º) Firmar la columna:
-La firma del artículo debió ser la del Comité Confederal ya que es quien redacta y presenta el comunicado, no la dirección (que no comparte lo que dice). Con esa firma asumís y os hacéis responsables del contenido, con lo que nos estáis diciendo que no actuasteis responsablemente y eso no es cierto.
En el primer editorial de la nueva etapa de julio-agosto de 2022, que no tiene título, el compañero director escribe un par de cosas muy interesantes; a saber:
«No quiero que Rojo y Negro sea un órgano de propaganda, ni un periódico cerrado en el que escriban solo determinadas personas. Tomaos mis palabras como una invitación a participar».
«…y que tiene que convertirse en actor principal en todos los ámbitos, no puede ser monolítica, con un discurso único más allá de la propia unidad de acción y nuestros principios anarcosindicalistas, sino que debe fomentar el debate fraternal y estas páginas están abiertas a quien desee colaborar. Sin debate no hay crecimiento sano».
¡¡Y vaya que se notó el cambió!! Dejaron de aparecen y gastar seis o siete páginas que utilizaban mensualmente los miembros de las secretarías del secretariado permanente para que todos los meses se lucieran escribiendo artículos que algunas veces no venían a cuento con la actualidad y otras tampoco. El caso era que les publicasen. Podían haberse editado ellos un librito que seguro que la militancia habría comprado.
Gracias, muchas gracias, compañero Miguel Ángel y Equipo por habernos librado de todo mal y cambiar poco a poco el periódico.
Resumiendo:
El comité confederal ha humillado y ha puesto en cuestión el trabajo del equipo de redacción del rojo y negro sin razones que lo avalen.
Por dignidad creo que los componentes del equipo de redacción deben de poner sus cargos a disposición de la organización y que los sindicatos decidan.
Por vergüenza (al actuar como censores) los asistentes a dicha plenaria que firmaron ese acuerdo deben de dimitir.
Fuente: Rojo y Negro