La Comisión Europea propuso que las guardias laborales inactivas no se computen como tiempo de trabajo a la hora de contabilizar el límite de 48 horas de trabajo semanal que fija la legislación comunitaria, con el objetivo de suprimir los "muchos problemas imprevistos" causados por dos sentencias del Tribunal de Justicia de la UE que exigen que las guardias se cuenten como tiempo de trabajo, según explicó el comisario de Trabajo y Asuntos Sociales, Stavros Dimas.

La Comisión Europea propuso que las guardias laborales inactivas no se computen como tiempo de trabajo a la hora de contabilizar el límite de 48 horas de trabajo semanal que fija la legislación comunitaria, con el objetivo de suprimir los «muchos problemas imprevistos» causados por dos sentencias del Tribunal de Justicia de la UE que exigen que las guardias se cuenten como tiempo de trabajo, según explicó el comisario de Trabajo y Asuntos Sociales, Stavros Dimas.

La propuesta adoptada por el Ejecutivo comunitario para modificar la directiva de tiempo de trabajo añade una nueva categoría de tiempo de ’guardia’, que se sumaría a las actuales de tiempo de ’trabajo’ y de ’descanso’. Las guardias inactivas, es decir, los periodos durante los que el trabajador tiene que estar disponible en el lugar de trabajo pero sin ejercer sus funciones, no se considerarán tiempo de trabajo, a no ser que un Estado miembro decida lo contrario.

El cambio afectará especialmente a médicos y enfermeros, según explicó el comisario de Trabajo. «Cuando un doctor esté en el hospital durmiendo, esto no se va a considerar tiempo de trabajo, está inactivo. El objetivo de la directiva es proteger la salud y la seguridad de los trabajadores, pero si alguien está en el hospital durmiendo, no está poniendo su salud en peligro», argumentó.

En la actualidad, los médicos trabajan más de 48 horas por semana en muchos Estados miembros si las guardias se consideran tiempo de trabajo, tal y como exigen las dos sentencias del Tribunal, del año 2000 y 2003 respectivamente. A raíz de estas sentencias, España, Francia y Alemania pidieron una cláusula de exclusión para el límite de 48 horas en el sector de la sanidad, ya que se estimó que sería necesario contratar a decenas de miles de médicos para poder aplicarlas.

Stavros Dimas insistió en que «la interpretación de la actual legislación está creando muchos problemas imprevistos y no sirve al propósito de la directiva», y aseguró que no se trata de una marcha atrás en la legislación social europea. A los médicos y enfermeros que ya han expresado su rechazo a esta reforma les recomendó que se dirijan a su gobierno nacional para legislar en un sentido diferente.

PROTECCIÓN Y COMPETITIVIDAD

«Creo que la propuesta es equilibrada y permite proteger la salud y la seguridad de los trabajadores al tiempo que se preserva la competitividad de las empresas y se evitan cargas y problemas innecesarios a la industria», resumió Dimas. Además de introducir una nueva definición de tiempo de guardia, la Comisión plantea también cambios en las excepciones al límite de 48 horas semanales, el descanso compensatorio y los periodos de referencia para calcular el tiempo de trabajo.

Por lo que se refiere a las cláusulas de excepción, que hasta ahora han sido aplicadas de forma generalizada por Reino Unido para escapar al límite de 48 horas, y en menor medida por España, Luxemburgo, Francia y Alemania, Bruselas propone unas condiciones «más estrictas» para impedir «abusos y negligencias», explicó el comisario. El límite se podrá superar sólo cuando haya un acuerdo entre los agentes sociales, o si un trabajador individual da su consentimiento.

Para el consentimiento individual se establecen una serie de requisitos : no se podrá otorgar al mismo tiempo que se firme el contrato de trabajo o durante el periodo de pruebas, se tendrá que dar por escrito por un máximo de un año y ningún trabajador podrá trabajar más de 65 horas a la semana. Los descansos compensatorios se otorgarán en un plazo de 72 horas y no de manera inmediata como había dictaminado el Tribunal de Justicia.

Además, el periodo de referencia para calcular el límite de 48 horas semanales se mantiene en 4 meses, pero los Estados miembros tienen la posibilidad de extenderlo a un año, siempre que se consulte con los agentes sociales. «Las empresas se beneficiaran así de una flexibilidad más grande y de una mejor capacidad de adaptación para responder a las exigencias de sus actividades», se asegura desde Bruselas.

La Comisión ha consultado su propuesta con los agentes sociales, que se negaron a discutir sobre este asunto. Ahora será discutida por el Parlamento Europeo y por el Consejo de Ministros para aprobarla.

INACEPTABLE Y DESPROPORCIONADA

No obstante, los planes del Ejecutivo comunitario ya han sido rechazados de manera categórica por los sindicatos y por los partidos de izquierda. La Confederación Europea de Sindicatos considera que son «inaceptables» y «desproporcionados».

«La Comisión ha cedido a las presiones de algunos Estados miembros y de los lobbies de los empresarios en temas clave como facilitar las excepciones individuales, dar a los empresarios un derecho unilateral a organizar el trabajo durante 12 meses y acabar con la protección para los trabajadores que hacen guardias», señaló su secretario general, John Monk.

Por su parte, el Partido Socialista Europeo (PSE) amenazó con emprender acciones legales contra Bruselas por mantener las excepciones en el límite a las 48 horas de trabajo semanal. El PSE argumenta que esta revisión de la directiva viola los Tratados de la Unión Europea, que exige a la Comisión que mantenga las mejoras que ya se han establecido en temas de empleo y le impide dar marcha atrás.

«La propuesta de la Comisión pondrá aún más presión sobre los trabajadores para que firmen la renuncia a sus derechos de protección social que tienen con la vigente directiva de tiempo de trabajo», señaló el portavoz del PSE en esta materia, Stephen Hugues.


Par : EP