Los grupos bancarios que operan en España obtuvieron en los nueve primeros meses del año un beneficio neto atribuido de 6.498 millones de euros, lo que representa un incremento del 36,3 por ciento respecto a los 4.769 millones que obtuvieron en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Los grupos bancarios que operan en España obtuvieron en los nueve primeros meses del año un beneficio neto atribuido de 6.498 millones de euros, lo que representa un incremento del 36,3 por ciento respecto a los 4.769 millones que obtuvieron en el mismo periodo del pasado ejercicio.

Así se desprende del informe de la Asociación Española de Banca (AEB), la patronal del sector, presentado hoy. El informe indica que estos resultados se apoyan sobre todo en el incremento de las cifras de negocio, en mayores ingresos por los servicios bancarios, en las menores amortizaciones anticipadas y en los buenos resultados de las sociedades participadas.

El margen de intermediación -la diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos- alcanzó los 15.228 millones de euros hasta septiembre, un 6,5 por ciento más. La AEB explica que este incremento se consiguió gracias a la mejora de la cartera de renta variable, que se incrementó en más del 46 por ciento y compensó el nuevo estrechamiento del diferencial que se saca entre créditos y depósitos.

Las comisiones mejoraron en un 7,00 por ciento debido a los mayores ingresos por gestión de fondos de inversión, planes de pensiones y operaciones relacionadas con seguros y tarjetas, mientras que los resultados por operaciones financieras cayeron un 19,3 por ciento «a causa de la inestabilidad de los mercados».

El ratio de eficiencia -que mide el porcentaje de ingresos que consumen los gastos de explotación- mejoró en 1,5 puntos y se situó en el 46,7 por ciento. Los resultados de las sociedades puestas en equivalencia mejoraron en un 44% y las partidas destinadas al fondo de comercio fueron un 45 por ciento inferiores.

Eso ha provocado que el resultado antes de impuestos creciese un 20,7 por ciento, hasta los 9.537 millones de euros, lo que unido a una menor resta por parte de los socios minoritarios permitió que el beneficio atribuido creciera un 36,3 por ciento, hasta aproximarse a los 6.500 millones. En cuanto al balance, los activos totales medios de la banca crecieron un 8,6 por ciento, hasta los 845.115 millones de euros.