El diario ABC publicó el domingo a doble página una amplia información que vinculaba directamente a Agustín e Ibán nada menos que con ETA.

El diario ABC publicó el domingo a doble página una amplia información
que vinculaba directamente a Agustín e Ibán nada menos que con ETA.

Tras la evidencia de la falsedad, el mismo periódico se ve obligado a
rectificar en parte estos datos objetivos pero manteniendo el discurso
principal a base de insinuaciones, suposiciones y deformaciones varias.

Las 2 páginas de mentiras del domingo son parcialmente rectificadas por
un escueto párrafo al día siguiente. El primer “etarra”, Ibán, es
exculpado por ABC que se justifica en la supuesta contrastación con la
Policía.

Pero preguntar a la Policía no es contrastar, ya que esta misma también
tuvo que rectificar. Si ABC simplemente nos hubiera llamado o hubiera
leído la información publicada en otros medios habría advertido
fácilmente que ni siquiera se hablaba de la misma persona. Pero lo
importante para este periódico no es si la noticia era o no cierta sino
lo bien que le venía a su línea editorial.

El segundo supuesto “etarra”, Agustín, pasa ahora a estar “vinculado con
el incidente de las Giraldillas” lo cual tampoco es para nada cierto por
lo que exigiría su rectificación.

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Bilbao (¡milagro de los
trasvases !) se trata de vincular a dos activistas sociales pacíficos con
la socorrida banda terrorista.

El entorno de ETA crece cada vez más. La indignante costumbre de
salpicar con sangre etarra a todo enemigo ideológico a manchado ya a
partido políticos parlamentarios, asociaciones, movimientos sociales,
ecologistas y estudiantiles, sindicatos y al propio presidente del Gobierno.

Fuera de ETA y su amplio entorno, en una posición de supremacía moral,
sólo queda espacio para la derecha más conservadora de la que ABC es
todo un referente.

Utilizar algo tan grave como el terrorismo para justificar prejuicios
ideológicos es indignante y una falta de respeto a los más mínimos
valores éticos y morales, tanto de la profesión periodística como de la
condición humana en general.

No espero que ABC se retracte de lo dicho ni matice lo insinuado de
forma clara y contundente pero ya ha quedado en evidencia entre los
mismos periodistas. El tiempo impondrá la verdad como ocurrió el día en
que ABC se percató de que por muy bien que le sirviera ideológicamente
la teoría conspiratoria del 11M ya no tenía ninguna credibilidad ni
utilidad estratégica.

Por desgracia no todo lo que se publica en los medios de comunicación es
periodismo. Si por alguno fuera la defensa de “su” libertad de expresión
sería perfectamente compatible con la censura y condena de cualquier
opinión disidente. Quizás por ello este diario sea el único que pudo
ejercer este derecho durante la dictadura franquista. Pero hoy
–“imperfecciones de la democracia”- existen otros medios y sus mentiras
no son ya verdad oficial.


Fuente: José García, periodista y miembro del colectivo Casas Viejas.