Cada vez que Ferran Aisa me dice que está a punto de sacar un libro, me estremezco y me reservo unas cuantas horas-unas cuantas significa muchas-para leerlo porque hasta ahora no he encontrado ni una de sus obras que me haya aburrido, que me haya dejado indiferente o que no me haya aportado informaciones que desconocía sobre temas que suelen interesarme, cada una de ellas con los matices que haga falta, claro.
(Traducción automática del catalán)
El último libro me lo anunció en la Cataluña del Norte una noche que coincidimos casualmente en la terraza de un bar donde tocaba el grupo Blues de Picolat. La verdad es que el título con el que me presentó la nueva criatura : «República, guerra y revolución. El Ayuntamiento de Barcelona (1931-1939) «, no me hizo ni frío ni calor. Otro libro sobre Barcelona, la guerra y todo, pensé, y me interesé más por sus nuevas investigaciones junto con Mei Vidal aquel a quien ellos dos bautizaron como el «hombre entusiasta», Joan Salvat-Papasseit. Hoy, sin embargo, he terminado la lectura del libro sobre el Ayuntamiento de Barcelona del 31 al 39 del siglo pasado y he de afirmar que este es otro libro que abre espacios no transitados y que aporta mil y una informaciones interesantísimas sobre algo que parece mentira que antes no haya sido estudiado así, sobre la gestión de la institución del Ayuntamiento durante la República, la Guerra y la Revolución.
El volumen, de más de setecientas páginas, ha sido coeditado por la Editorial Base Ayuntamiento de la capital de Cataluña y supone una espléndida aproximación a una institución (pero no sólo) que fue básica en unos años convulsos pero a la vez llenos de innovaciones, novedades y mejoras en la vida de las personas que los vivieron. Al mismo tiempo, constata que a pesar de las circunstancias adversas que tuvo que sufrir, la institución municipal revolucionaria acabó con carencias endémicas como la falta de escolarización de todos los niños y niñas de la ciudad o la falta de vivienda, ésta con un proceso de municipalización que todavía hoy nos puede hacer pensar y aportaría soluciones a problemas también actuales.
Lo primero que sorprende de la lectura del libro es la desproporción evidente de contenidos entre el período republicano y los de guerra y revolución, que evidentemente se superponen y dan título a la obra. De hecho, del Ayuntamiento de Barcelona durante la República antes del 19 de julio, Aisa habla muy poco y sólo dedica diecinueve páginas en un primer capítulo que titula «Preámbulo». Es evidente que el trabajo del historiador tiene otro centro de interés y éste no es otro que la revolución que durante la guerra del 36 al 39 se vive y se da en los Países Catalanes y en este caso concreto a la ciudad de Barcelona , vista en este caso, y este es el punto más interesante del libro, desde la institución del Ayuntamiento barcelonés, pero no sólo, ya que el autor, gran conocedor de la historia de las clases populares barcelonesas y de la ciudad entera como ha demostrado en otros libros, construye un cuadro social completísimo que nunca deja aisladas las decisiones políticas que se toman al Ayuntamiento y que condicionan el devenir local. En las obras de Aisa, y en esta de forma especial, todo es enmarcado en un gran fresco total que incluye la sociedad, los entretenimientos, el teatro que se veía en la ciudad, las fiestas que se hacían, las personalidades que se movían … Barcelona hierve en las páginas de este libro en medio de una revolución que a su vez tiene como objetivo ganar la guerra contra el fascismo.
A través de «República, guerra y revolución. El Ayuntamiento de Barcelona (1931-1939) » podemos dar respuestas a preguntas que algunos nos hacíamos hace tiempo, extraños como somos. Por ejemplo, Ferran nos informa de las órdenes del Ayuntamiento el 19 de julio para que los dispensarios públicos y las farmacias atendieran a los heridos que llegaban, o la reunión de los encargados municipales con los empleados del Canyet, el lugar donde se enterraban los animales, para que tuvieran cuidado de los animales muertos por las calles de la ciudad que podían degenerar en focos de infecciones y enfermedades, ahora ya sabemos quien recogió las mulas-barricada que fotografió Centelles ! No son éstos sólo los temas que trata el autor, ya que en sus páginas encontraremos informaciones de todo tipo sobre los refugios antiaéreos para los que Barcelona sería conocida en toda Europa, los bombardeos marítimos y aéreos, el complejísimo abastecimiento de una ciudad con cientos de miles de personas, la solidaridad con la resistencia de Madrid y el pueblo hermano de Euskadi, la financiación de todo ello, las tensiones por los Hechos de Mayo, los cambios de alcalde, de concejales, etc. Las fuentes de donde se extraen los datos son numerosas y complementarias, de la prensa del momento en los diarios de sesiones, actas, memorias, libros de historia general, específicos … todo tiene su datación y sus referentes.
En las páginas de «República, guerra y revolución. El Ayuntamiento de Barcelona (1931-1939) » también encontraremos un espectacular desfile de personajes tanto nacionales como internacionales, estos últimos visitantes de la ciudad, algunos atraídos por la revolución que se desarrollaba en el país y otros defensores del régimen legal republicano ante el fascismo que empezaba a verse como un peligro a nivel mundial. Entre ellos podemos encontrar desde escritores como Hemingway o Nicolás Guillén hasta destacadas figuras de la política mundial como Indira Ghandi o Nehru, acompañados por un jovencísimo y desconocido en aquel momento John F. Kennedy. Y, evidentemente, tienen una presencia destacada los personajes locales, empezando por dos figuras diferentes pero a la vez abnegadas en su trabajo por la ciudad, como son el alcalde Carles Pi Sunyer y el concejal de Cultura Víctor Colomer.
Ya para cerrar la reseña y superado por la imposibilidad de ser exhaustivo ante una obra de esta magnitud, me gustaría que este no fuera un libro de aquellos de citar y tener guardado en las estanterías. Que su tamaño no te dé miedo. Leedlo ! Es accesible si el tema le interesa, porque aparte de los datos está la sabiduría de escritor del autor, cada día más afilada, de dar la información bien envuelta, acompañada de detalles y narraciones que no hacen indigesta la lectura sino todo lo contrario. Una gran libro que, sin querer caer en tópicos trasnochados, sería de lectura obligada para todas aquellas y aquellos que, desde la participación institucional o desde el activismo de calle, aspiran a transformar su ciudad, sea ésta Barcelona o cualquier Otra de las muchas que han sido revolucionarias porque su gente lo ha sido.
Jordi Martí Font
Texto original en catalán en el pdf adjunto