Ante la noticia aparecida en el suplemento de El País, The New York Times, del 26 de abril del 2007, sobre la donación del archivo histórico del Partido Comunista de los EE.UU a la biblioteca Tamimennt de New York y en la que la columnista del artículo Patricia Cohen asegura la pertenencia de Joe Hill al PC de los EE.UU es de justicia exigir a tan sabios profesionales de la información la rectificación de la misma por ser totalmente falsa.
Joe Hill, un wobblie de la IWW/IWA (AIT)
Joel Emmanuel Hägglund (Joe Hill) nació en Gávle, Suecia, el 7 de octubre de 1879. Su padre, Olof, era un trabajador ferroviario que tuvo 9 hijos, Joel fue uno de los seis que consiguió sobrevivir. El padre moriría en 1887.
A la muerte se su madre en 1902 Joel y su hermano Paul emigrarían a los EE.UU y llegarían a New York en octubre de 1902.
Pronto pudo conocer, in situ, la realidad del capitalismo más salvaje. Recorrió los EE.UU. de punta a punta y trabajó en multitud de oficios, siempre con su banjo colgado del hombro : marinero, minero, maderero, estibador portuario….padeció en sus propias carnes la más dura explotación a la que eran sometidos los trabajadores inmigrantes.
Se estableció finalmente en California donde escogió el nombre de Joe Hill. En 1910 tomando conciencia de su condición se afilió al sindicato a la Federación Local de Portlan, Ohio, de la IWW, conocidos como los wobblies, y comenzó a destacar en las luchas obreras de la zona. Ese mismo año se haría en la huelga de los trabajadores del muelle de San Pedro, en California. En 1911 Joe Hill se encuentra luchando con un contingente de wobblies contra el gobierno mexicano de Porfirio Díaz apoyando a los revolucionarios mejicanos. En 1912 sería apaleado por pistoleros de la patronal tras ser detenido por dar un miting en San Diego. De esa terrible experiencia sacaría una fea cicatriz que le acompañaría hasta el fin de sus días delante del pelotón de ejecución. El partido comunista no existía por esas fechas en los EE.UU ni siquiera había hecho su aparición en la historia.
La IWW, un sindicato revolucionario.
Tras la escisión de la I Internacional en la década de 1870, entre socialistas autoritarios (marxistas) y libertarios (bakuninistas) el movimiento obrero también se fragmentó. Entre los cientos de miles de trabajadores que llegaron a los EE.UU.procedentes de Europa, se encontraban adherentes de las dos corrientes. La corriente libertaria (antiaturotaria) sería la mejor acogida entre los trabajadores inmigrantes en Norteamérica.
El sindicato IWW se fundó en el año1905 . Los dos partidos socialistas norteamericanos contribuyeron a la constitución de la IWW : el PSA (Partido Socialista Americano) y el SLP (Partido Socialista del Trabajo) con la intención de atraerse a sus respectivas órbitas al Sindicato.
Pero la IWW dejó las cosas claras desde el principio y asumió el rechazo a los partidos políticos. Ya antes de la Convención Constituyente, la Western Federation of Miners (Federación Occidental de Mineros) escribía :
“La experiencia nos ha enseñado que la organización económica y la organización política deben estar distanciadas y separadas… Según nosotros es necesario unir a los obreros en el ámbito económico antes que unirlos sobre el terreno político”
La IWW tampoco quiso organizar una ruptura en su seno con los que apostaban por la colaboración con los partidos políticos y en su declaración constituyente manifestó :
“Entre las dos clases, la lucha debe proseguir hasta que todos los trabajadores se reúnan tanto en el terreno político como en el industrial, y se apropien de lo que producen con su trabajo, mediante una organización económica de la clase obrera, sin afiliación a partido político alguno”.
Al año siguiente acogerían con entusiasmo las tácticas del sindicalismo revolucionario (anarcosindicalismo en España) asumidas por la CGT francesa en el congreso de Amiens (1906) : La Huelga general revolucionaria, el lábel sindical y el sabotaje. Tácticas a las que se vieron obligados ante las duras condiciones de vida a que se veían sometidos los trabajadores en todo el mundo. En los EE.UU. Los ejércitos de pistoleros de la patronal, encuadrados en las empresas de detectives como la Pinkerton, MaCrae y otras mafias contando con la complicidad de las autoridades, declararon una guerra sin cuartel a los wobblies de la IWW. Esta guerra sucia sería más cruenta tras el final de la 1ª Guerra Mundial y el miedo de los grandes capitalistas norteamericanos ante la Revolución Rusa.
Tras el Congreso de la IWW del año 1908, en la que se reafirmó el apoliticismo de la IWW y el apoyo a las tácticas del sindicalismo revolucionario, la escisión acabó produciéndose y los afiliados al SLP organizarían otra IWW en Detroit. Les seguirían la WFM y posteriormente el PSA.
Joe Hill, el pionero de la canción protesta
La mayor dificultad que encontraban los wobblies para organizar a los trabajadores inmigrantes era el idioma. En muchos lugares de trabajo se hablaban hasta 100 idiomas distintos. Joe tuvo el acierto de dirigirse a ellos con sus canciones. Muchas veces utilizando la música de antiguas canciones populares conocidas por todos. Fue todo un éxito, pronto sus canciones comenzaron a estar en boca de los trabajadores, en los tajos y sus barrios. La IWW las utilizaría como propaganda directa en sus actos y serían impresas en dos de sus periódicos : Industrial Worker y Solidarity. Posteriormente muchas de ellas serían puestas el letra impresa bajo el título del cancionero rojo (Red Songbook). Joe Hill fue el pionero de la canción protesta norteamericana.
Joe Hill, un héroe del sindicalismo revolucionario
A causa de su activismo sindical empezó a figurar en las listas negras de las patronal californiana, por lo que se vería obligado a salir del Estado y buscar trabajo en Utah. Encontraría trabajo como minero en Salk Lake City, la ciudad de los mormones, y en 1913 participaría activamente en la huelga de la United Construction Company. Las autoridades del estado y la comunidad mormona reprimieron la huelga con especial crueldad y tomaron nota de los sindicalistas más destacados.
El 10 de enero de 1914 un antiguo policía y pistolero de la patronal fue ejecutado por dos hombres enmascarados en su tienda de ultramarinos en Salt Lake City, junto a uno de sus hijos de 17 años. Este conseguiría herir con sus disparos a unos de los ejecutores antes de morir en el intercambio de disparos.
Poco tiempo después Joe Hill sería detenido y acusado del asesinato sin pruebas concluyentes. De nada sirvió que lo negara. Sería condenado a muerte.
Durante los 22 meses que pasó en prisión siguió escribiendo canciones, una de ellas Rebel Girl que él consideró su mejor canción dedicada a la activista de la IWW Elizabeth Gurley Flynn, afiliada al PSA y en 1936 al PCA. Seguramente el testamento original que se ha encontrado en los archivos del PCA fuera dirigido a ella.
El 19 de noviembre de 1915 Joe Hill terminaría sus días ante un pelotón de ejecución, él mismo daría la orden de disparar. De nada sirvieron las multitudes movilizaciones, las peticiones de clemencia desde todo el mundo, la solicitud del Presidente Norteamericano Wilson al Gobernador del Estado de Utah para que se repitiera el juicio (un juicio celebrado sin ningún tipo de garantías), la fiera no soltaría a su presa. Joe Hill pasaría a la historia de la obreriada internacional. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas enviadas a lo largo de la geografía norteamericana ; Su memoria todavía sigue aquí, que mil muertes tienen los héroes.
Fuente: Juan J. Alcalde