Joan
Esta mañana, me he levantado, oscuro era, hacia las siete, como casi todas las mañanas que recuerdo en mi vida, vivo y con ganas, lo de siempre y al trabajo, vivo y con ganas.
Joan

Esta mañana, me he levantado, oscuro era, hacia las siete, como casi todas las mañanas que recuerdo en mi vida, vivo y con ganas, lo de siempre y al trabajo, vivo y con ganas.

Esta mañana, llego al trabajo, como otras y otros muchos más compañeros. Yo soy cartero, cartero rural, todo el pueblo es para mí, vivo y con ganas, yo voy tirando, siempre adelante, vivo y con ganas, más de mil cartas, y otros paquetes, certificados, gente atendiendo, este es mi pueblo, este es mi curro, me gusta mucho y es un servicio muy agradable.
Esta mañana, doy mi servicio, todos lo saben, siempre adelante, es el correo, son veinte años, a nada temo, querido trabajo.

Esta mañana, ya son las once, tarde almorzado, una llamada, una compañera, de la cerámica, con 17 años, está nerviosa, tal vez llorando, ¡me han despedido ! oigo su voz, ¡dime qué hago !, y yo en correos, mucho trabajo, sus palabras corren, yo voy despacio, tranquila chica, cuéntame el caso, ¡ah, no lo he dicho, tenemos el SINDICATO !, esa herramienta para pararle el carro a los que explotan, a los que avasallan y no respetan, esa unión obrera de los que aún luchamos.

Esta mañana, quedo con ella, no firmes nada, trae el contrato, trae las nóminas, espera un rato, estoy contigo, cuenta conmigo para arreglarlo, ya es muy tarde, dos de la tarde, no la conozco, no me conoce, pero me espera, es la mirada del que trabaja, del que va al “tajo” todo los días, es una currante con mucha vida por delante, con muchos riesgos y pocos derechos, muchas visitas a la oficina del paro.

Esta mañana, mientras hablamos, recoger papeles, llamo al empresario, al empleador precario, NUNCA VOLVERAN LOS AMOS, por lo menos mientras estemos los que luchamos, veo la nómina/basura, veo la explotación humana reflejada en datos, no llega a 600 euros, y le hablo claro, primero si está despedida, luego si sabe lo que le está pagando, que no está sola, que tiene un compañero al lado, a ver si con 17 años, qué sabíamos, nada, pues para eso estamos.

Esta mañana, me ha levantado, oscuro era, y con el día, he despertado, una conciencia, Fátima se llama, 17 años, yo soy Joan, cartero, papeles, hablamos, mañana al abogado, al sindicato, es tu herramienta de defensa, de momento vuelve al trabajo, no firmes nada, esta mañana, como atrás muchas, seguimos viviendo, padeciendo y luchando

Salut i avant Joan


Fuente: Joan