Hay que destacar que ante este fallo no cabe interponer frente al mismo recurso de suplicación.
La demandante denunció a la Gerencia de Deportes por negarle, "sin razones", el cambio de horario laboral que la trabajadora necesitaba para cuidar de su bebé y de su marido, enfermo renal
Hay que destacar que ante este fallo no cabe interponer frente al mismo recurso de suplicación.

La demandante denunció a la Gerencia de Deportes por negarle, «sin razones», el cambio de horario laboral que la trabajadora necesitaba para cuidar de su bebé y de su marido, enfermo renal

Lo que menos esperaba de la vida Luis Miguel es depender de una máquina. Y así lo hace tres días a la semana, por la tarde, de cinco a once de la noche, porque sus riñones, caprichosos, lo decidieron así en octubre de 2005.

Luis Miguel Troncoso, auxiliar de clínica, con incapacidad permanente, y María José Enríquez, empleada de la Gerencia de Deportes, ahora Delegación municipal de Deportes, como monitora de musculación, son padres de una niña de quince meses. Ella está embarazada de nuevo. Luis Miguel cayó enfermo antes de nacer su hija, y aunque no se dializaba, ya mantenía un tratamiento bastante estricto para su enfermedad renal. Sin embargo, esta situación se podía conciliar con la vida laboral de su esposa.

Cuando Luis Miguel empezó con la diálisis, María José vio necesario solicitar una reducción de jornada en su trabajo, que fue «rechazada por la Gerencia de Deportes porque decían que ninguna ley recogía ese derecho», (que sí consta sin embargo en el artículo 37.5 del ET, en la redacción dada por la Ley 03/2007 de 22 de marzo para la Igualdad Efectiva de Hombres y Mujeres), comenta María José, que decidió denunciar la situación, a través de la CGT, en los juzgados en julio de 2007, «fecha en la que empecé a trabajar después de la baja materna, meses en los que sí pude cuidar de mi marido y de mi hija», cuenta la demandante.

«Lo único que le pedí a la empresa -añade- es un horario de mañana, acorde con el que me ponía la clínica en la que se dializa mi marido, que tiene que ser como me digan, no un capricho, que es lunes, miércoles y viernes. Y los martes y jueves, Luis Miguel, con lo mal que se quedaba de tantas horas de diálisis, no podía hacerse cargo de un bebé».

A raíz del juicio, María José estuvo en tratamiento por una depresión y tuvo que solicitar una baja, que mantiene todavía. El pasado 12 de marzo el magistrado-juez titular del juzgado de lo social número dos falló a favor de la demandante, lo que obliga al Ayuntamiento a otorgar a María José el horario de mañana, de 8 a 15 horas, que ella había solicitado desde el principio para poder conciliar su vida laboral y familiar. «La parte demandante -según sentencia- ha acreditado la realidad de sus circunstancias personales y familiares, como es la necesidad de cuidar de una menor de ocho años, así como la situación personal de su marido, que tiene una minusvalía reconocida del 66% sin que por el demandado se hayan justificado razones organizativas o de servicio que impidan que la actora pueda desempeñar sus servicios en turno de mañana», por lo que en aplicación de lo dispuesto en el citado artículo se concedió a María José este nuevo horario, que acatará cuando se dé de alta de su enfermedad.

Esta sentencia sienta un precedente en las empresas públicas y privadas, que están obligadas a facilitar la conciliación laboral y personal y la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, por ley.

«Satisfecha sí que estoy. Yo no considero que haya ganado nada. Creo que mi familia ha conseguido lo que necesita. Para mí ganar significa entrar en batalla, y yo no he entrado en batalla. Para mi familia la única batalla que tenemos para conseguir y ganar algo es la enfermedad de mi marido. Dame un riñón y habré ganado algo», asegura María José, que desea que esta sentencia «sea una puerta abierta para otros padres, madres, maridos y mujeres. Que todas esas personas trabajadoras puedan seguir en sus puestos de trabajo, y que no tengan que abandonarlo porque haya un problema de salud. Esto debe ser un avance para mejor y que los trabajadores tengamos una oportunidad. Sé que en la Gerencia estaban dando esta flexibilidad horaria, pero a mí no. No daban razones».

Hay que destacar que ante este fallo no cabe interponer frente al mismo recurso de suplicación.


Fuente: Arantxa Cala | Diario de Jerez