La joven estación de autobuses de Jerez ha nacido con varios problemas desde sus inicios que los sindicatos no han parado de denunciar, como ha ocurrido en el caso de los fallos de la línea telefónica que impedían a los ciudadanos contactar con la misma o con las mismas taquillas, que permanecen cerradas la mayoría de horas.
A estas críticas se suma ahora una nueva del sindicato CGT, desde el cual aseguran que la estación de autobuses de Jerez contituye “un peligro para los viandantes dada la situación de inseguridad manifiesta que existe”, algo que basan en el hecho de que “en no pocas ocasiones ha habido desprendimientos de baldosas, piedras… con el peligro que ello conlleva”.
Así, desde el sindicato recuerdan que en varias ocasiones han debido intervenir los servicios de bomberos, especialmente “cuando ha habido cambios climáticos bruscos, con lluvias y fuertes rachas de viento”. CGT explica que donde se dan los problemas principalmente es en la fachada de la estación, “poniéndose en riesgo evidente a los viajeros, algo que nos preocupa enormemente”.
Por último en relación con este tema, el sindicato asegura que los problemas van a empeorar en cuanto comiencen a ejecutarse las obras del aparcamiento subterráneo previsto para la plaza de la Estación, que pueden perjudicar aún más a la estructura de la nueva estación de autobuses.
Otra situación que no se cansa de denunciar el sindicato CGT es la de las taquillas, “sobre todo en el caso de Comes y Los Amarillos”, afirman, ya que “permanecen cerradas la mayor parte del día con los perjuicios que ello ocasiona a los viajeros”.
Así, en el caso de la empresa de transportes Comes, el servicio se presta, en teoría, desde las seis de la mañana hasta pasadas las once de la noche, pero la realidad es que “donde debería haber dos taquilleros sólamente hay uno, con lo cual la mitad de los servicios están abandonados”, denuncian desde el sindicato.
CGT dice que ha comunicado repetidamente esta situación al Consorcio de Transportes, “que nos responde que se trata de un problema interno de la empresa que deja de prestar este servicio al ciudadano”.
Con Los Amarillos ocurre tres cuartos de lo mismo, ya que en vez de abrir la taquilla entre las siete de la mañana y las nueve de la noche, “como sólamente tienen a una persona en la taquilla, abre y cierra cuando puede y no cuando debería”.
Esto ocasiona notables molestias a los ciudadanos, según el sindicato, que acaban comprobando cómo muchas veces tienen que comprar los billetes a los conductores de autobús, “cuando existe una normativa según la cual los billetes deben venderse en las taquillas o en otros lugares específicos” por regla general.
Lo peor, afirman, ocurre los fines de semana por la mañana, cuando se acumulan los viajeros para comprar un billete de corto recorrido para ir principalmente a la playa, ya que las taquillas casi siempre se encuentra clausuradas.
Fuente: e. esteban / Publicaciones del Sur