Artículo de Macarena Amores publicado en el blog Alkimia de El Salto

“Vencidas y desarmadas, pero nunca convencidas”. Así eran las mujeres de una generación irrepetible. Como Ana Muñoz García, la abuela de mi amiga María José.
Hace unos días me escribió contándome sobre su abuelo Paquillo (Francisco Calvo Ibáñez), el padre de su padre. Quería enviar a la gente de ‘Todos los Nombres’ su biografía. Porque Paquillo era “maquis”. Las circunstancias le obligaron un frío día de enero de 1948 a huir para esconderse en el monte junto a otros vecinos. Era eso o terminar encarcelado o, peor aún, ante un pelotón de fusilamiento. Y si eso terminaba ocurriendo dejaría atrás a Ana, su mujer y la abuela de mi amiga. Pero también a cuatro hijos muy pequeños y totalmente solos en el mundo.
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Fuente: El Salto