El nuevo gobierno municipal de coalición tiene un ’scrupulus’, o sea, una piedra en el zapato que lastima el pie y origina malestar y preocupación mientras no se saque el zapato y se sacuda el pie (de ahí la frase ’tener escrúpulos’). Y lo tiene en la Universidad Popular (UPM), más concretamente en el futuro laboral de los monitores, después de que el portavoz de IU, José Luis Cano, anunciara que el Ayuntamiento continuará con la regularización de los mismos, mientras que el concejal de Cultura y Festejos, José Montané, es partidario de que haya procesos selectivos y transparencia.
Cano añadió ayer que dichos monitores, que llevan años en una situación laboral precaria y que han contribuido al buen funcionamiento y al reconocimiento social que tiene la UPM, necesitan un proceso de regularización como el que se aprobó en 2004 por unanimidad de los grupos políticos, incluido el PSOE, y de los sindicatos representados en la Mesa General de Negociación. « No hay por tanto ni debe haber ninguna duda sobre el asunto », apostilló, al tiempo que abogó por el diálogo como « la mejor medicina para solventar las diferencias y cualquier encontronazo momentáneo ».
La alcaldesa, Carmen Peñalver, también abogó ayer por el diálogo y quitó hierro al desencuentro, repitiendo que hay un equipo de gobierno « sólido y unido », con un teniente de alcalde que es responsable del área Jaén Ciudadana (Montané), en la que se integra la Universidad Popular, y un teniente de alcalde que es responsable del área Jaén Sostenible (Cano). En román paladino, que cada uno tiene su área y que las competencias están bien delimitadas.
Pero la realidad es más compleja, ya que el director de la UPM, Ángel Cagigas, es de Izquierda Unida y, por si fuera poco, el PSOE ha creado la figura de subdirectora y ha situado en ella a Ana Tudela. Por lo que el desencuentro puede ir más allá del proceso de regularización de los monitores.
No obstante, Cano negó ayer, al igual que la alcaldesa, la existencia de fisuras o problemas con su socio de gobierno, a poco más de cien días de la toma de posesión.
No le quitó hierro en cambio CGT, sindicato mayoritario en la UPM, para el que el concejal de Cultura « ha puesto en solfa unas garantías de estabilidad laboral alcanzadas después de años de reivindicaciones y movilizaciones por parte de los monitores », cuando el propio PSOE lamentó en 2004 el retraso en su contratación.
« CGT comienza movilizaciones en todos los sentidos », incluida la convocatoria legal de una huelga para los días 22 y 23 de este mes, inicio del curso, así como la celebración de asambleas informativas, actos públicos y encuentros con los grupos políticos, al tiempo que prepara « una ofensiva judicial que garantice para siempre la tranquilidad y estabilidad de los trabajadores municipales peor tratados y considerados en los últimos veinticinco años ».
Fuente: ideal.es
