La Federación Provincial de la Confederación General del Trabajo (CGT) ha realizado un informe sobre la finalización del dispositivo especial de acogida con motivo de la campaña de recogida de la aceituna y la situación de los inmigrantes temporeros que todavía buscan tajos. La CGT valora negativamente que el cierre de este dispositivo de atención a la inmigración se adelante y no coincida con la fecha real de la finalización de la campaña de recolección, para lo que todavía queda, en la mayoría de las localidades, varias semanas. Estima : “Este hecho provocará que volvamos a ver a numerosos inmigrantes durmiendo en las calles de los pueblos y ciudades de la provincia”.
El sindicato explica que, aunque no existe una orden expresa de cierre obligatorio, desde la Comisión Provincial de Inmigración se está recomendando el cierre alrededor del día 31 de enero. “Sin embargo, estimamos que este año, la fecha es insuficiente y no responde a la realidad de la campaña, que sin duda se prolongará durante el mes de febrero”. Afirma que hay muchos trabajadores que terminan su labor en un tajo y se desplazan a otra localidad en busca de unos cuantos jornales más. “Estas personas necesitan dónde alojarse mientras encuentran un nuevo trabajo”, asevera.
Además, denuncia que las carencias fundamentales del dispositivo se vuelven a repetir de un año a otro. En este sentido, subraya que “es prácticamente nula la campaña de sensibilización por parte de las administraciones con respecto a la integración del inmigrante, el alquiler de viviendas y la visión positiva hacia estos trabajadores”.
La CGT califica de “fracaso” la previsión de duración de la campaña, ya que, a pesar de no haber llovido nada en el mes de enero, “todavía podemos decir que que- da por recoger un treinta y cinco por ciento de la aceituna”. Critica el “nulo compromiso de los agricultores y las organizaciones agrarias para la acogida de estos trabajadores” y por este motivo responsabilizan a los agricultores que contratan a los inmigrantes temporeros “de su falta de sensibilidad y responsabilidad cuando permiten que sus empleados duerman en la calle o en albergues que se financian con dinero público”