Crónica de las jornadas realizadas los días 13, 14 y 15 de abril en Salamanca.

¿Cómo construir sistemas poscapitalistas en un contexto de crisis civilizatoria?

¿Cómo construir sistemas poscapitalistas en un contexto de crisis civilizatoria?

Los días 13, 14 y 15 de abril de 2018 tuvo lugar en Salamanca (Barrio de Buenos Aires), en los locales de ASDECOBA (Asociación de Desarrollo Comunitario del Barrio de Buenos Aires) la IV Escuela de Movimientos Sociales Ramón Fernández Durán. ¿Cómo construir sistemas poscapitalistas en un contexto de crisis civilizatoria? A la que asistieron 110 personas de todo el Estado, que trabajaron en grupos, talleres y plenarios con una metodología “basada en la reflexión, el análisis y la construcción colectiva de conocimientos y herramientas”. La dinamización la posibilitaron con gran eficacia Ana Pérez y Berta Iglesias. Las entidades participantes fueron Ecologistas en Acción, Baladre, CGT y REAS.

Los tres temas principales  a debatir por todxs lxs participantes fueron los siguientes:

Viernes 13 de abril. Educación transformadora.

Sábado 14 de abril. Economías alternativas.

Domingo 15 de abril. Comunidades.

Educación transformadora

Los objetivos a conseguir fueron:

  • Conocer quién era Ramón Fernández Durán.
  • Conocer el proyecto de ASDECOBA Y ASDECASAL.
  • Conocer experiencias de educación transformadora.
  • Tener más elementos para mejorar el currículo en la educación transformadora.
  • Tener una visión más sistemática que interrelacionen los cuidados, la economía y la educación.

Después de la presentación de la escuela, Manolo de Baladre hizo un breve recordatorio de la figura y la persona de Ramón como militante, luchador por un mundo mejor y modelo de persona comprometida para todxs (durante los tres días se instaló una exposición sobre su persona y su obra). 

Después Emiliano Tapia explicó el proyecto, la situación, las tareas y los colectivos del proyecto de Asdecoba y Asdecasal.

Asdecoba se puso en marcha hace 20 años dando respuesta a las necesidades del Barrio de Buenos Aires, posibilitando la acción y la reflexión.

Defiende los derechos sociales enfrentados a los servicios sociales jerarquizados, individualizadores y controladores de la vida de las  personas. Desde los derechos sociales se promueve la participación y el trabajo como herramientas comunitarias al oponerse a los espacios de “no vida”: empobrecimiento y exclusión en barrios, pueblos rurales y campesinos, cárcel, etc., al acompañar y cuidar a las personas (espacio sociales).

El proyecto se basa en tres pilares:

  • acogida como derecho de toda persona
  • en red
  • lo comunitario y lo común

y lo constituyen: Asdecoba, Escuelas Campesinas, Adecasal, “Todo” servicios múltiples y “ Algo nuevo” (empresa de inserción de economía social) .

Los tres colectivos principales de acogida son: personas mayores, infancia y personas privadas de libertad.

La necesidad de la que se parte, en lo que respecta a las personas mayores, es la soledad, ante la que se  apuesta por: un espacio comunitario (unidades de atención social), servicios de lavandería y catering para unas 400 personas (se espera llegar a las 500).

Para las personas privadas de libertad se parte de la cárcel y de la criminalización de la pobreza, por lo que se crea una casa de acogida  en un espacio de vida comunitaria, de trabajo en huertas y transformación de productos.

El trabajo con la infancia se hace para enfrentar que en el barrio (han pasado ya cinco generaciones conviviendo con el narcotráfico) no hay espacios educativos cercanos y de referencia, por lo que se trabaja el acompañamiento de las familias, la educación en la escuela infantil y la educación en la calle.

En definitiva, al ser conscientes de que la precariedad y el empobrecimiento están ahí para quedarse, se construye: una nueva conciencia de la acción social y comunitaria; el trabajo antes que el empleo; nuevas relaciones personales y comunitarias frente al patriarcado así como la reivindicación y visibilidad de las personas y situaciones. También se defiende la implantación de las rentas básicas de las iguales, autogestionadas colectivamente en los barrios.

La responsabilidad es compartida como garante de todas las personas en el ámbito local (ayuntamientos, parroquias, sindicatos, asociaciones, universidad, ONG´s…, en el autonómico (Colectivos de Acción Solidaria, pastoral penitenciaria y movimientos sociales) y en el estatal (Baladre y Colectivos de Acción Solidaria).

Raúl Zibechi introdujo y reflexionó sobre la educación popular en América Latina.

La educación popular, basada desde los setenta del siglo pasado en la obra del brasileño Paulo Freire, autor, entre otros libros de “La pedagogía del  oprimido”, se desarrolla principalmente en un pensar y actuar críticos contra los poderes establecidos desde las clases populares (trabajadorxs, campesinxs, pueblos originarios, etc) y sus saberes. En este contexto, el educador social promueve el cambio y la transformación de una estructura social y un  mundo injustos desde la experiencia y la sabiduría de los oprimidos, en un proceso de liberación.

Actualmente, según Zibechi, los educadores sociales de antes se han institucionalizado y la educación popular en muchas ocasiones se ha transformado en programas estatales y políticas sociales. Se ha reducido a dinámicas separadas de sus contenidos. Los saberes populares se han expropiado, como ha pasado en Bolivia,

En cambio, en Argentina existen movimientos populares auténticos: la universidad trashumante, las madres con sus hijas participan desde el feminismo popular (el movimiento de mujeres más fuerte es el de Argentina).

En Brasil, para el Movimiento sin Tierra la educación popular tiene mucha potencia. Tienen 1500 escuelas populares distribuidas por todo el país.

Por su parte, Marta Pascual, de Ecologistas en Acción, reflexionó sobre los ejes de la educación popular en el estado español: protagonismo distribuido, enfrentamiento al poder constituido, construcción de otras formas de vida, carácter crítico (desmontar el poder capitalista), mirada distinta sobre la tierra (conciencia de los límites), redistribución, ciclo de la vida contra el mito del progreso, cuidado de la vida (ecofeminismo), etc. 

Economías alternativas

Se fijaron los siguientes objetivos:

  • Delimitar qué elementos hacen a las iniciativas alternativas poscapitalistas.
  • Proyectar por dónde puede evolucionar el sistema actual.
  • Mejorar su capacidad para construir alternativas poscapitalistas que den saltos de escala en los contextos por venir.

Diana Canela de REAS (Red de Economía Alternativa y Solidaria) presentó la carta de principios y algunos indicadores del balance social de su organización. Según la Carta de Principios de la Economía Solidaria “La economía solidaria es un enfoque de la actividad económica que tiene en cuenta a las personas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable como referencia prioritaria, por encima de otros intereses”. Sus “ejes transversales son:

  • la autonomía como principio de libertad
  • la autogestión como metodología
  • la cultura liberadora
  • el desarrollo de las personas en todas sus dimensiones
  • la compenetración con la naturaleza
  • y la solidaridad humana y económica como principio de nuestras relaciones locales, nacionales e internacionales”.

Los seis principios de la carta son:

  • Cooperación y colaboración, basadas en la igualdad, la confianza y la corresponsabilidad,  en vez de en la competitividad.
  • Equidad, igualdad en derechos y obligaciones sin ningún tipo de discriminación, reconociendo la diversidad y la diferencia.
  • Trabajo, como participación en la comunidad y la economía, más allá del empleo (trabajo asalariado).Sin olvidar el trabajo de cuidados, que realizan principalmente las mujeres, sin el cual la sociedad no podría subsistir.
  • “Sin fines lucrativos”, porque el objetivo principal es el desarrollo integral de las personas y los beneficios económicos se reinvierten en los proyectos concretos y en otras iniciativas solidarias.
  • Sostenibilidad ambiental, basada en el respeto a la naturaleza y en una ética de la suficiencia y en la austeridad y el consumo responsable.
  • Compromiso con el entorno, participando en el desarrollo local y comunitario del territorio, sin olvidar lo global.

El balance social es imprescindible, desde la eficacia social,  el comportamiento ético y el servicio a las personas, por lo que se utilizan, entre otros, los indicadores siguientes: visibilización  (visibilizar y difundir otras maneras de hacer economía) y transparencia, igualdad y participación  a todos los niveles no solo laborales sino también sociales, humanos, culturales, etc., participación, corresponsabilidad, forma jurídica del proyecto, formas de financiación, impacto social y ambiental, así como consumo ético y responsable.

Luis González, coautor con Ramón Fernández Durán de la obra “La espiral de la energía”, de Ecologistas en Acción, expuso los posibles escenarios futuros y presentes, a partir de la crisis terminal del sistema capitalista, que se traduce, entre otras cosas, en el fin del ciclo de acumulación, en unas desigualdades económico sociales cada vez más acentuadas, en la concentración del poder económico y político y en una crisis ambiental y energética galopante (cambio climático, agotamiento de combustibles fósiles y de recursos en general, como el agua potable y pérdida de biodiversidad, así como la contaminación de las aguas, el aire, la esterilización de las tierras cultivables, etc.) y la concentración de la población en las ciudades.

Partimos de sociedades complejas que necesitan de mucha información y capacidad de control a través de internet, que va a ser inviables con el tiempo. Cada vez hay más nodos y más personas, de tal modo que existe cada vez más interconexión entre los nodos (globalización) y más especialización de los mismos.

Cabe la posibilidad que vayamos hacia una menor dominación potencial y una menor estratificación social, hacia formas de sometimiento más duras o mayor autonomía y menor competición en el acceso a la energía, sociedades más pequeñas y de menor control de la información, con una relocalización política y cultural, además de una economía local y agrícola, desurbanización, etc.

El futuro ya está aquí. “Hoy es el futuro”. Ya se perfilan, tres escenarios posibles:

Mad Max: la lucha de todos contra todos, el “homo homini lupus” de Hobbes, que se puede vislumbrar desde la hegemonía capitalista actual con asalariados y esclavos, genocidios, dominio del patriarcado, guerras por los recursos, antropocentrismo…

Totoro (denominación basada en una película de animación japonesa de los años cincuenta, donde los Totoros son genios benéficos del bosque que habitan en un árbol milenario): escenario delimitado por la autogestión, la solidaridad, el apoyo mutuo, el ecofeminismo, instituciones plenamente democráticas, la participación corresponsable, la autarquía y la cooperación y el biocentrismo.

Laberinto, una mezcla de los dos anteriores, que es el que más posibilidades tiene.

Depende de nosotros, en cierta medida, del escenario al que lleguemos, en función de lo que vayamos haciendo, de las experiencias concretas que potenciemos y creemos.

Después de estas exposiciones lxs participantes se dividieron en grupos especializados para trabajar indicadores y escenarios futuros y delimitar las claves para dar saltos de escala:

  • Alimentación. Isa Álvarez (Baladre).
  • Energía. Olatz Azurza (UNCCUER).
  • Cooperativismo. Emmanuel Rodríguez y/o David Gámez (los sustituyo otra persona).
  • Finanzas. Javier Ortega (COOP57) y Leandro Velasco (Fiare-Castilla León).
  • Vivienda. Joan Manuel Gual (La Borda).

Alimentación: promover y profundizar en la agroecología contra el complejo industrial agroalimentario; defender las semillas, el agua y la tierra y dignificar a lxs productorxs de alimentos.

Energía: constancia, articulación y sinergia de grupos; cambiar imaginarios colectivos; recuperar saberes; cuidar la empatía; divulgación para llegar a otrxs; fomentar la participación; descentralizar; trabajar las frustraciones; tener un objetivo común y participación de distintos tipos de energías renovables.

Cooperativismo: realizar procesos replicables; equilibrio entre profesionales y voluntarixs; necesidad de cooperación; conocimientos sobre gestión financiera; tendencia a la autonomía; adaptación a  distintas situaciones; flexibilidad en los procesos; igualitarismo y cuidar del grupo.

Finanzas: Construir alternativas; presionar políticamente para dificultar las finanzas capitalistas; utilizar herramientas diversas; financiar distintas iniciativas; organizarse bien; potenciar el sector de cuidados; construir redes; construir un sistema de garantía de depósitos; financiación de viviendas sociales y necesidad de experimentación.

Vivienda: luchar por el derecho a la vivienda; potenciar las PAH  y los sindicatos de inquilinos.

Comunidades

Objetivos a conseguir:

  • Valorar que las comunidades del siglo XXI tienen que partir de relaciones más sanas, cargadas de cuidados y afectos.
  • Valorar que tienen que construir cultivos sociales (redes que se orientan, explícita y fundamentalmente, a la generación de espacios y relaciones con las que satisfacer, lo más directamente posible, un conjunto de necesidades básicas, sean estas materiales, expresivas, afectivas y de relación con la naturaleza.
  • Conocer que los cultivos sociales tienen un afán explícito y consciente de construir otros mundos desde abajo, cuestionando las lógicas del capitalismo desde un sentido de la colectividad.

Experiencias de cultivos sociales:

  • Diversidad psíquica. Concha Yagüe y Victor Sánchez (FLIPAS. GAM).
  • Vivienda. Lotta Meri Pirita Tenhunen (PAH Vallekas).
  • Apoyo mutuo. Jaqueline Loaiza Monzón (Nosotras).

Frente de Liberación Psiquiátrica Antisistema (FLIPAS).

Trabajan en Grupos de Apoyo Mutuo (GAM) contra el sistema sanitario psiquiátrico. Luchan contra el poder de los psiquiatras El diagnóstico es solo motivo de sufrimiento que les hace ser “carne de cañon”, excluidos del sistema que los oprime. Se convierten, como en otras partes del mundo en “Orgullo Loco” para luchar por sus derechos.

Tienen una Universidad Popular de la Locura y una sección flipante, donde se pueden expresar con el dibujo, la pintura y otras actividades creativas.

Los Grupos de Ayuda mutua les han posibilitado “perder la vergüenza de  ser  unx mismx”.

Nosotras. Asociación sociocultural para los cuidados de las empleadas de hogar de Granada.

Nace de un grupo de mujeres inmigrantes bolivianas. Quieren visibilizar su trabajo de cuidados y defender sus derechos laborales y sociales que les son negados. Ellas quieren “acuerparse” y no empoderarse. Saben que su trabajo es totalmente necesario y que sin él la sociedad no podría funcionar. Proceden de países pobres. Están haciendo contactos en red para potenciar su lucha.

PAH de Vallekas.

Luchan por el derecho a una vivienda digna con apoyo mutuo y de cuidados. Okupan viviendas y negocian con la propiedad por unos alquileres sociales justos, de acuerdo con sus posibilidades económicas. Potencian “el dar la palabra” y articular la situación, haciendo partícipes a los demás de la misma. Intentan la autonomía a todos los niveles. Celebran la diversidad y las diferencias. “Respetan las distancias y cultivan las cercanías”

Los colectivos de estas experiencias son conscientes del enemigo contra el que luchan y resisten: el capitalismo, que en su lógica de conseguir beneficios y de mercantilizar todo destruye a las personas y oprime y explota a la clase trabajadora y a las clases populares.

Después de esta exposición, muchos de los participantes comentaban que, a lo mejor, habría que haber comenzado la escuela destacando estas luchas concretas de resistencias colectivas al capitalismo y trabajar desde ellas.

La exposición de todas las personas durante los tres días fue concreta, precisa, pedagógica y con una marcada sabiduría y experiencia para cada tema, aunque por su complejidad puede ser difícil encontrar “la conexión interna” entre ellos, por lo que habría que dedicarles una mayor reflexión.

 La relación entre los participantes fue fluida y enriquecedora.

Sin embargo, aunque el futuro ya está ahí, tenemos que seguir empujando tanto desde el ecologismo, el sindicalismo como desde la lucha contra la  pobreza para que la destrucción del capitalismo sea posible y podamos relacionarnos  como colectivos solidarios, autónomos, libres y autogestionados, sin jefes ni gobiernos .Mientras tanto, “la lucha de clases continúa”. 

Jorge Moas

CGT Confederal


Fuente: Jorge Moas