Sobran conceptos y preceptos y faltan muchos elementos y condimentos.-
Aplausos entre más de un centenar de personas congregadas por el PP, al foro de la educación celebrado en  el Hotel Los Abades de Granada. Aplausos en contadas ocasiones.  Cuando se pidió mayor subvención a la enseñanza concertada, argumentando el agravio comparativo con la pública.

También cuando se defendía la constitucionalidad del derecho a la elección de centro educativo por parte de las familias. Aprobación a las reiteradas manifestaciones de algunos de los asistentes hacia el reconocimiento de la autoridad del docente y de la exigencia del esfuerzo al alumnado, “cultura del esfuerzo” le llamaban.

También cuando se defendía la constitucionalidad del derecho a la elección de centro educativo por parte de las familias. Aprobación a las reiteradas manifestaciones de algunos de los asistentes hacia el reconocimiento de la autoridad del docente y de la exigencia del esfuerzo al alumnado, “cultura del esfuerzo” le llamaban.

Opiniones de algunos docentes que se identificaron como afiliados al CSIF muy favorables a la creación de nuevos cuerpos como el de catedráticos o directores escolares. Un docente, que dice ser de matemáticas, pide más horas en el curriculum para su materia, relacionándola con el avance tecnológico. Alguno de los presentes atacó la comprensividad teórica de nuestro sistema, que en casi nada es comprensivo. Otro llegó a abogar por una más drástica intervención de la fiscalía de menores en los casos de absentismo escolar. Incluso se pudo asistir al discurso, preparado como no podía ser de otra forma, de una participante que se identifica como maestra y que defiende la formación del profesorado obligatoria y en julio, para afirmar que ella si está de acuerdo en trabajar más y más tiempo. Luego se pudo saber que al parecer es una firme candidata a obtener un alto cargo en la futura Consejería de Educación “Popular”.

Promesas de políticos con altas responsabilidades como el Sr Arenas, que fue reconocido por los presentes como el próximo Presidente del gobierno de la Junta de Andalucía, o el propio Sr Juan Ignacio Wert, ministro de Educación, que cerró el acto claramente electoral que allí se celebró. Prometiendo no recortar en Educación, con el argumento de que la Educación no es un gasto, sino una inversión. O relacionando el talento, en palabras del Sr Arenas, desbordante del pueblo andaluz, con el conocimiento.

Coincidencias de discursos entre PP y CSIF que vienen a escenificar la débil “independencia“ de este sindicato de funcionarios y funcionarias, que pretende proyectar esa independencia como su mejor aval sindical. Precisamente en este mismo día se publica la noticia de que el secretario general de ese sindicato irá de número tres en las listas del PP en una provincia Andaluza.

Una visión distorsionada fue la que se ofreció en un foro que pretendía en teoría reflexionar sobre cómo mejorar la educación del pueblo (popular). Asistimos en este foro, que se cerró sin propuestas concretar para reducir el fracaso escolar, a un ejemplo más de la gran crisis de valores que se ha instalado en una sociedad, donde cada colectivo mira, como los banqueros, por su interés particular y en nada se fija en las graves y urgentes necesidades a las que hay que hacer frente como colectividad. Respuestas gremiales que solo atienden a aquello que les beneficia, aunque ello empeore la situación insostenible que padecemos.

Pobre visión la que mostró el Partido Popular sobre qué hay que remediar en Educación. Ninguna medida que ayude a quienes peor lo tienen y las que se barajaron apuntan a la segregación de estos para beneficio de quienes por circunstancias económicas, sociales o culturales más favorables pueden llegar al “éxito” escolar. Más autoridad para el profesor y la teoría de la “cultura del esfuerzo” del alumnado, no explican nada del fracaso escolar y sí mucho del interés de quienes pretenden ejercer de sumo sacerdotes de la discriminación selectiva de aquellos que no pueden, porque de verdad la institución escolar, que debe cambiar mucho, no es capaz de dar una respuesta personalizada a cada uno de sus alumnos y alumnas. Poco se reflexionó la propuesta de CGT sobre cómo mejorar las expectativas del alumnado en sus estudios garantizando el pleno empleo, de forma que esa “cultura del esfuerzo” sirva realmente para algo.

Un poder político, rojo o azul, que no da con la tecla de los cambios reales y se auto-complace en la publicidad de planes y programas, manejo de frases publicitarias, o cambios de leyes que nada cambia el día a día de los centros educativos. En resumen sobran conceptos y preceptos y faltan muchos elementos y condimentos para que la Educación y sociedad andaluza salgan de la crisis.

Rafael Fenoy Rico, CGT Enseñanza


Fuente: Rafael Fenoy Rico