El cadáver de G.G., de 47 años de edad, fue hallado sin signos de violencia en un lugar próximo a la zona del aeropuerto donde realizaba labores de compostaje - Todo apunta a un accidente laboral

El cadáver de G.G., de 47 años de edad, fue hallado sin signos de violencia en un lugar próximo a la zona del aeropuerto donde realizaba labores de compostaje – Todo apunta a un accidente laboral

PALMA.- Agentes de la policía judicial y la Guardia Civil investigan las circumstancias exactas del fallecimiento, en principio accidental, del trabajador Gumersindo Gutiérrez, cuyo cuerpo fue hallado sin vida el pasado domingo sobre las 20:45 horas en su zona habitual de trabajo, el aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma de Mallorca.

El operario, de 47 años de edad, y muy experimentado, no se encontraba en las inmediaciones de su puesto de trabajo, motivo que propició la alarma entre sus compañeros. A partir de entonces, se puso en marcha una operación de búsqueda en la que participaron los bomberos de la zona y agentes de la guardia civil del aeropuerto que hallaron ya sin vida el cuerpo del trabajador.

En un principio, se descarta una muerte violenta ya que G.G. no presentaba signos externos de violencia, aunque habrá que esperar a la autopsia que determine las causas exactas de la muerte.

Según fuentes de la Guardia Civil todo apunta a que se trata de un desgraciado accidente laboral aunque habrá que determinar las circumstancias concretas que produjeron el fatal siniestro.

Muerte en el acto

El trabajador realizaba labores de compostaje, de ahí que su cuerpo cayera supuestamente en el interior de un contenedor de basura y que la muerte fuera prácticamente en el acto como consecuencia de un golpe fortuito.

Sin embargo, no hubo testigos visuales del accidente por lo que los informes de los médicos forenses que se realizaron durante el día de ayer, serán determinantes para esclarecer esta aparente muerte accidental.

Gumersindo Gutierrez llevaba un tiempo trabajando en Son Sant Joan para una constructoras. De confirmarse que se trata de una muerte por accidente laboral, ésta vendría a sumarse al alto número de fallecimientos en las Islas Baleares por esta causa.

Y es que el elevado índice de siniestros laborales en el archipiélago balear es alarmante. Por ello, el Govern quiere potenciar durante esta legislatura la presencia de técnicos de salud laboral a pie de obra, para controlar de manera más exhaustiva las condiciones en las que trabajan los obreros y evitar que se incumplan las normas de seguridad laboral.

Un objetivo que la Conselleria de Trabajo considera imprescindible para que Baleares deje de encabezar las estadísticas de siniestralidad laboral.

Actualmente, Ibiza y Menorca cuentan cada una con un técnico en salud laboral, mientras que en Mallorca hay doce. Formentera carece en sí misma de esta figura y cuenta solamente con la presencia del técnico de Ibiza que se desplaza a la Pitiusa menor ocasionalmente. La directora general de Salud Laboral, Paula Liñán, reconoce que hay que aumentar la presencia de técnicos en las obras para que no quepa la posibilidad de que un trabajador corra un peligro innecesario fruto de una negligencia.

En declaraciones a Europa Press, Liñán puntualizó el pasado 14 de setiembre que la labor de estos técnicos es meramente de control y comunicar los incumplimientos de la ley de Siniestralidad Laboral allá donde éstos se produzcan.


Fuente: EP