San Cristóbal de las Casas, Chis., 24 de junio. El retiro de cuatro campamentos del Ejército Mexicano en los municipios de Chenalhó, Bochil e Ixtapa no representa "ninguna modificación a su estrategia militar" en la llamada zona de conflicto de Chiapas, afirmó el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas, AC (CAPISE).
En un informe titulado La ocupación verde olivo, el organismo refiere que actualmente el Ejército federal tiene 111 posiciones en territorio chiapaneco, la mayoría en los Altos, la selva y el norte de la entidad, lo que significa que los pueblos indígenas "padecen una alarmante ocupación militar".
San Cristóbal de las Casas, Chis., 24 de junio. El retiro de cuatro campamentos del Ejército Mexicano en los municipios de Chenalhó, Bochil e Ixtapa no representa «ninguna modificación a su estrategia militar» en la llamada zona de conflicto de Chiapas, afirmó el Centro de Análisis Político e Investigaciones Sociales y Económicas, AC (CAPISE).
En un informe titulado La ocupación verde olivo, el organismo refiere que actualmente el Ejército federal tiene 111 posiciones en territorio chiapaneco, la mayoría en los Altos, la selva y el norte de la entidad, lo que significa que los pueblos indígenas «padecen una alarmante ocupación militar».
Al dar a conocer el reporte en conferencia de prensa, Ernesto Ledezma, director del CAPISE, dijo que la alerta roja general decretada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el pasado lunes, generó gran movilización nacional e internacional, pero también un intenso movimiento militar en la zona de conflicto.
Explicó que un día después, una brigada conjunta del CAPISE y el Servicio Internacional por la Paz visitaron el destacamento militar ubicado en la comunidad de Patihuitz, Ocosingo, y a su llegada «se escuchó el sonido prolongado y repetido de un silbato, ante lo cual los soldados corrieron a sus pertrechos y dos de ellos se colocaron en posición pecho-tierra con el rifle apuntando hacia el grupo».
Los miembros del centro manifestaron que ante el anuncio del EZLN de que no prepara acciones militares, el Estado mexicano «tendrá que mostrar si en algún momento de su agonizante sexenio es capaz de entender el ejemplo de integridad y humildad mostrado una vez más por los pueblos indígenas de Chiapas». También expresó que ahora «el balón está por pasar a la sociedad civil».
El organismo afirmó que el comunicado de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el que informó que había destruido 44 plantíos de mariguana en municipios de influencia zapatista, fue «por demás arriesgado y desproporcionado».
Recordó que en ocasiones anteriores el instituto armado ha destruido plantíos de droga en la misma región, sin que se haya difundido, pero esta vez los militares «no sólo se encargaron de hacerlo público mediante un comunicado tres o cuatro días después de las acciones», sino que, en tiempos de la alerta roja, «añadieron la oración ’dentro del área de influencia del grupo inconforme autodenominado EZLN’».
Asimismo, el CAPISE comentó que hace dos días visitó el área donde fue destruida la droga, y los habitantes le informaron que mensualmente las fuerzas armadas realizan operativos, particularmente en Rincón Chamula, Rayón y Tapilula.
En el informe se establece, por ejemplo, que en Pueblo Nuevo -uno de los municipios a los que hizo referencia la Sedena- «ninguno de sus 85 poblados es de filiación zapatista».
Todo indica, agrega el reporte, que el añadido del comunicado castrense sobre el operativo «buscaba justificar de manera absurda, en caso de que se hubiera dado, un enfrentamiento armado con el EZLN en tiempos de alerta roja».
La organización detalló que de los 111 campamentos que mantiene el Ejército Mexicano en Chiapas, 59 se encuentran en predios ejidales y 45 fueron expropiados en favor de la Sedena.
Reiteró que el retiro de los campamentos de Los Chorros y Xo’yep (Chenalhó), de la cabecera municipal de Bochil y del rancho El Calvario, en Ixtapa, «es nada en términos militares», por lo que no se modifica la estrategia del Ejército frente al conflicto armado. «Su táctica militar está intacta».
Como parte de las investigaciones realizadas en las semanas recientes por sus integrantes, el CAPISE informó que en el campamento militar ubicado en la comunidad de San Caralampio, municipio de Ocosingo, los soldados pagan «500 pesos por una indígena virgen o por una mujer indígena joven (de entre 14 y 16 años)».
Fuente :La Jornada
