El servicio de Bomberos de la provincia de Cádiz sufre desde hace muchos años un imparable deterioro de equipos informáticos e instalaciones. Hace ya tres años, el presidente del Consorcio Francisco Vaca (PSOE) se comprometió ante los trabajadores y en comunicado de prensa, a resolver este bgrave problema para los ciudadanos de Cádiz, con una inversión de 400.000 euros, ya que los equipos informáticos con sistema operativo Windows 2000 no aguantan más, produciéndose bloqueos y fallando las comunicaciones por radio con los parque de la provincia. Este dinero tuvo partida presupuestaria, pero nunca llegó.

La empresa Ferrovial, actual adjudicataria del servicio, no cumple el contrato con el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz . De hecho hay dos operadores menos, ya que se encuentran en este momento en excedencia, cuyos puestos de trabajo no se han cubierto. Los beneficios de la empresa adjudicataria en cuatro años se estiman en más de 800.000 euros, ya que la empresa no tiene gasto alguno excepto las nóminas. Luz, agua, equipos informáticos, limpieza, etc, lo paga el Consorcio de Bomberos de Cádiz con el dinero de los gaditanos.

La empresa Ferrovial, actual adjudicataria del servicio, no cumple el contrato con el Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz . De hecho hay dos operadores menos, ya que se encuentran en este momento en excedencia, cuyos puestos de trabajo no se han cubierto. Los beneficios de la empresa adjudicataria en cuatro años se estiman en más de 800.000 euros, ya que la empresa no tiene gasto alguno excepto las nóminas. Luz, agua, equipos informáticos, limpieza, etc, lo paga el Consorcio de Bomberos de Cádiz con el dinero de los gaditanos.

Esta fakta de personal provoca una situación límite en la plantilla, al tener que asumir unos turnos de trabajo excesivos, ya que solo hay 9 personas trabajando a tiempo completo (de las cuales dos tienen discapacidad) y tres personas más con contratos a tiempo parcial, que deben cubrir los 365 días, las 24 horas. Tras denuncia del delegado sindical, la propia inspección de trabajo obligó por requerimiento hacer unos test psicosociales, para ver los efectos que dicha sobrecarga de trabajo tiene en la plantila.

Debido a la naturaleza del servicio y por petición del Técnico de Prevención de la empresa que aseguraba la confidencialidad (no podía estar una semana en los tres turnos de trabajo recogiendo los test), los trabajadores fueron realizando y entregando a medida que acudían a sus turnos las encuestas. Al ser los resultados absolutamente desfavorables, el responsable de la empresa Ferrovial en la Sala 085, una vez que se le entregaban los cuestionarios que debía directamente meterlos en un sobre, comienza presionar a los trabajadores por sus respuestas, incluso llega a llamar por teléfono a estos para pedir explicaciones.

Denunciado a la inspección de trabajo de nuevo y tras visita del inspector al centro de trabajo en el Parque de Bomberos de Tres Caminos, donde constata por los trabajadores que estaban de turno ese día de que hubo presiones, en su resolución, responsabiliza de estas presiones al delegado sindical, alegando que se han producido porque él no estuvo presente en todos los turnos de trabajo para controlar que no se interfiriera en la confidencialidad de estos test.

Desde la CGT creemos que la Inspección Provuincial de Trabajo de Cádiz ha abierto la “caja de Pandora” dejando indemne a la empresa de cualquier amenaza o presión y responsabilizando a los delegados sindicales, ya que esas amenazas se producen según la misma inspección, porque los representante de los trabajadores no están cuando los hechos se producen, en lo que parece dar a entender, que las atribuciones policiales son también de naturaleza sindical. Pudiendo por tanto la empresa cometer todo tipo de presiones en ausencia del delegado sindical.

CGT-Cádiz


Fuente: CGT-Cádiz