La Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados de España (FERINE) y la Federación de Asociaciones de Paraguayos Residentes en España denunciaron este martes "palizas" y "malos tratos" en los procedimientos de internamiento y expulsión, "una absoluta involución de los Derechos Humanos en España".

La Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados de España (FERINE) y la Federación de Asociaciones de Paraguayos Residentes en España denunciaron este martes «palizas» y «malos tratos» en los procedimientos de internamiento y expulsión, «una absoluta involución de los Derechos Humanos en España».

Así, en rueda de prensa, la joven ecuatoriana Johana Garcés explicó el caso de su pareja, Vicente Eduardo Murillo, también de Ecuador, que estuvo retenido 38 días en el Centro de Internamiento para Emigrantes (CIE) de Aluche —donde aclaró que no fue maltratado—, periodo tras el cual, le repatriaron, después de «maltratarle y pegarle porque él se resistía» en el momento del embarque, según explicó Garcés en presencia de su hija, de 4 años, que cuenta con la nacionalidad española.

«A él lo cogieron el 24 de julio en un restaurante y lo han deportado porque no tenía papeles», a pesar de que, según relató, «estaba a punto de hacer diez años en España». Ahora, él se encuentra en Ecuador, «sin documentación porque se la quedaron en España». Aún así, no ha denunciado el caso ni ante las autoridades ecuatorianas ni ante las españolas «por miedo», algo que es habitual en estos casos, según transmitieron desde las asociaciones. El joven trabajaba en España, hasta el momento de su repatriación y «casi tenía una empresa de pintura».

Por su parte, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Paraguayos Residentes en España, Irma Pérez, denunció el caso de un compatriota suyo, del que no desveló el nombre, que «sufrió maltratos durante 38 días en su internamiento en el CIE de Aluche». «Le llegaron a poner una camisa de fuerza y le rompieron el pasaporte, lo que es un delito», contó.

Según indicó, no pudo ser repatriado «por problemas técnicos del avión» y le dejaron en libertad sin papeles ni documentos. «Como este tipo de agresiones hay muchas pero no suelen tener nombres ni apellidos porque hay temor», abundó Pérez. En este sentido, insistió en que estos casos deben denunciarse públicamente porque hay una «necesidad de que se visualice, tanto aquí como en los países de origen». «Todo aquel que viva de forma irregular» en España está sometido, a su juicio, a «una tortura diaria, las 24 horas, los 365 días del año».

Por ello, el portavoz de FERINE, Ricardo Ferrer, afirmó que está teniendo lugar «una absoluta involución». «Es como si estuviéramos en 1930, ¿nos tendremos que poner una estrella amarilla ?», se preguntó. Además, denunció que existe «una permisividad social» ante este «deterioro» y que, por ello, la mayoría de la gente «vive con miedo».

Por último, pronosticó que con la nueva Ley de Extranjería, que se encuentra en trámite parlamentario, habrá «tanta violencia y tanta brutalidad como en Italia» y que la «credibilidad del Gobierno se demuestra ante los hechos, que son el patrón el realidad». «Hechos como una familia rota», ejemplificó, en referencia al caso de Johana y Vicente Eduardo.

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Fuente: Kaosenlared