Los extranjeros irregulares que accedan al proceso especial de normalización de inmigrantes y trabajen en el sector de los empleados de hogar tendrán que hacerse cargo del pago de las cuotas a la Seguridad Social, 128,5 euros mensuales, a no ser que acrediten que un solo empleador les contrata por 80 o más horas mensuales.
El nuevo proceso de regularización, que podrá solicitarse a partir del 31 de enero de 2005, esta recogido en la Disposición Transitoria Tercera del Reglamento de la Ley de Extranjería, que el Gobierno aprobará el próximo 30 de diciembre, y que entrará en vigor al mes de su publicación en el BOE.
Los requisitos generales de la regularización es que los extranjeros que accedan a ella demuestren, en principio mediante el empadronamiento, que se encuentran en España, al menos desde el 31 de julio de 2004 y cuenten con un contrato de trabajo con una prestación laboral comprometida de al menos seis meses, como norma general, que habrá de ser dado de alta en la Seguridad Social para que cobre su vigencia la autorización de residencia.
SOLICITUD DE PAPELES POR EL EMPLEADO
En todos los casos, es el empresario el que debe solicitar la regularización y dar de alta el contrato en la Seguridad Social, salvo en el de los empleados de hogar de régimen discontinuo. En este último caso, son los extranjeros los que deben solicitar su normalización administrativa cuando pretendan desarrollar su actividad en el ámbito del servicio del hogar familiar.
Para ello, deberán acreditar que reúnen los requisitos previstos por la legislación aplicable a efectos del alta en el correspondiente régimen de Seguridad Social como empleados del hogar discontinuos y que van a realizar un número de horas semanales no inferior a 30, en el cómputo global, durante un periodo de seis meses.
De esta forma, los inmigrantes que obtengan los papeles mediante esta fórmula quedan sujetos a la normativa establecida con carácter general para el Régimen Especial de Empleados del Hogar, en la modalidad de discontinuas, en la que corresponde al propio empleado (en este caso extranjero) hacerse cargo de afiliación, altas y bajas de la Seguridad Social.
Así lo precisó el secretario de Inmigración de CCOO, Julio Ruiz, que participó, junto con la directora general de Integración de los Inmigrantes, Estrella Rodríguez, en la inauguración de unas Jornadas sobre la Inmigración, Extranjería y Asilo, organizadas por la Federación de Servicios y Administraciones Públicas de Comisiones Obreras (CCOO) y el Centro de Estudios de Derecho de la Unión Europea de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
IGUAL PARA ESPAÑOLES Y EXTRANJEROS
«No se trata de que tengan que abonar esta cuota porque sean extranjeros, sino de que el Régimen al que se acogen así lo establece, independientemente de que se trate de trabajadores españoles o inmigrantes», explicó.
Por tanto, corresponde en exclusiva al empleado hacerse cargo de las cotizaciones a la Seguridad Social, que desde el pasado mes de julio se establecieron para este Régimen en una cuantía de 125,99 euros al mes. Pero como la regularización tendrá lugar el próximo año, ha de sumarse a esta cuantía un dos por ciento. Es decir, que los inmigrantes que accedan a la regularización mediante esta modalidad deben abonar 128,5 euros mensuales de su salario para hacer frente a las cuotas de la Seguridad Social.
A este régimen pueden acogerse trabajadores mayores de 16 años que se dediquen a servicios exclusivamente domésticos para uno o varios cabezas de familia. Se consideran incluidos dentro de este Régimen los trabajos de guardería, jardinería, conducción de vehículos y otros análogos.
DESCENSO DE AFILIADOS
El Régimen Especial de Empleados del Hogar, al que cotizan cerca de 75.000 extranjeros, viene perdiendo afiliados de manera progresiva en los últimos meses de 2004. A finales de noviembre, los ocupados en este régimen ascendían a 183.313, algo más que en octubre pero 4.000 menos que un año atrás. Entre las razones que, según el Gobierno, podrían explicar este descenso de los afiliados se encuentra la aparición de nuevas fórmulas de contratación, como las fundaciones, que inscriben a estos trabajadores dentro del Régimen General, o simplemente al hecho de que hay trabajadores atrapados en la economía sumergida.
En cualquier caso, el Ejecutivo tiene la intención de caminar hacia una reforma de la Seguridad Social, en orden a las recomendaciones del Pacto de Toledo, con el fin de establecer de dos únicos regímenes de la Seguridad Social, uno para los trabajadores por cuenta ajena y otro para los empleados por cuenta propia. Con este diseño, que debe ser fruto del consenso político y social, se pretende además equiparar la protección social de todos los trabajadores, pero siempre teniendo en cuenta las particularidades de cada colectivo.
Par : EP