Como ya informábamos a principios de semana, ING y Servinform comenzaron hace ya unos cuantos meses una carrera conjunta por aniquilar a la parte de plantilla que fue subrogada del banco en marzo de 2019, y que es hoy en día la única que mantiene Convenio Colectivo de Banca dentro de la empresa.

El pasado viernes se anunciaba el comienzo de la negociación de un ERTE exprés supuestamente por causas productivas derivadas del Covid-19, cerrándose a última hora de ayer jueves 28 de mayo el periodo de consultas sin acuerdo, y obteniendo el rechazo unánime de todos los sindicatos presentes, CGT, CCOO, UGT y CSIF. Ninguno ha sido capaz de encontrar un solo punto en la memoria ni en los argumentos planteados por la empresa, que ofreciera coherencia o algo de contenido a esta negociación.

El pasado viernes se anunciaba el comienzo de la negociación de un ERTE exprés supuestamente por causas productivas derivadas del Covid-19, cerrándose a última hora de ayer jueves 28 de mayo el periodo de consultas sin acuerdo, y obteniendo el rechazo unánime de todos los sindicatos presentes, CGT, CCOO, UGT y CSIF. Ninguno ha sido capaz de encontrar un solo punto en la memoria ni en los argumentos planteados por la empresa, que ofreciera coherencia o algo de contenido a esta negociación.

Se da la circunstancia de que este colectivo de trabajadores tiene varios procesos judiciales abiertos contra ambas empresas. Con ING, la propia subrogación del área, pendiente en estos momentos del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Con Servinform, una larga lista que engloba casi todas las medidas de presión posibles: Modificación sustancial de funciones, riesgos psicosociales, irregularidades en la remuneración o una movilidad geográfica. Por todo esto, no es de extrañar que el desenlace de esta historia esté siendo tan dramático para los trabajadores. Lo que empieza mal, suele acabar peor.

CGT informa que en los últimos meses ING y Servinform han querido acelerar el proceso y liquidar de un plumazo al colectivo completo que subrogó de ING, sin tener en cuenta el acuerdo firmado por ambas partes. Y lo hace de la peor forma, aprovechando la coyuntura de una pandemia para enmascarar un ERTE por causas productivas, y con ello, derivar el coste de estas nóminas al SEPE, órgano que en estos momentos se encuentra desbordado, dada la tragedia real que están sufriendo infinidad de familias.

La memoria presentada por la empresa en este ERTE ha sido rebatida íntegramente por CGT, dado que está cargada de incongruencias y falsedades. Es un trabajo hecho a la carta con un único fin, especialmente indigno si tenemos en cuenta los tiempos que corren: la destrucción de empleo y el cargo de estas nominas al erario público. Por parte de CGT se han presentado datos que demuestran que ha subido la carga de trabajo diaria durante toda la semana de negociación, algo dijimos que ocurriría y que se mantendrá en el tiempo ahora que todo el país ha avanzado de fase.

ING será el primer beneficiado como ya apuntábamos anteriormente, dado que este colectivo al que se presiona para que rescinda sus contratos voluntariamente o entre en un ERTE de un año, mantiene condiciones de empleado de ING y ello implicará un incremento en la cuota de sus hipotecas y por tanto, un mayor beneficio para el banco de decenas de miles de euros.

Desde CGT se han planteado diferentes escenarios, incluyendo la gran oportunidad de crecimiento que tiene la banca online en este momento, algo que nos consta por informes de otros bancos que compiten en el sector. Pero lejos de flexibilizar su postura, Servinform ha preferido desviar la crítica contra ING, alegando que, en este momento, el banco no es tan competitivo al no disponer de una hipoteca a tipo fijo. Con amigos como estos…

Ante todos estos hechos, CGT anuncia que demandará el procedimiento íntegramente, solicitando la adopción judicial de medidas cautelares. dada la gravedad de los hechos y lo que es peor, la finalidad de los mismos.

Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT