Protestas en el mundo: Túnez, Egipto, Marruecos, España, Grecia, Italia, Estados Unidos, Chile, Colombia y México.

Textos, fotos y traducciones de Desinformémonos, con excepción de Estados Unidos.

Gloria Muñoz Ramírez

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Las revueltas surgidas en 2011. La
primavera árabe, el movimiento de los indignados iniciado en España el
15 de mayo y que se extendió rápidamente a más de 40 países del orbe,
además de las movilizaciones estudiantiles latinoamericanas, sobre todo
en Chile y Colombia y, por supuesto, el emblemático movimiento Ocupemos
en cientos de ciudades de Estados Unidos, no sólo nos hablan de la
esperanza de que algo ha cambiado en el mundo y que las consecuencias
son irreversibles, sino que la inconformidad y la rabia pueden
transformarse en organización.

Las revueltas surgidas en 2011. La
primavera árabe, el movimiento de los indignados iniciado en España el
15 de mayo y que se extendió rápidamente a más de 40 países del orbe,
además de las movilizaciones estudiantiles latinoamericanas, sobre todo
en Chile y Colombia y, por supuesto, el emblemático movimiento Ocupemos
en cientos de ciudades de Estados Unidos, no sólo nos hablan de la
esperanza de que algo ha cambiado en el mundo y que las consecuencias
son irreversibles, sino que la inconformidad y la rabia pueden
transformarse en organización.

Estas protestas se iniciaron con la
emergencia de la primavera árabe. Terminaba 2010 cuando Mohamed Bouzizi,
joven de 26 años, decidió prenderse fuego frente al ayuntamiento de
Sidi Bouzid. Bouzizi, profesionista desempleado, se ganaba la vida
vendiendo fruta en un puesto callejero y todos los días era acosado por
la policía, que además le decomisaba su mercancía. No pudo más. Su
inmolación, sin embargo, no quedó impune. Una ola de protestas inundó a
partir de ese momento todo Túnez, con el reclamo central de libertad
democrática y fin de la dictadura.

Las protestas tunesinas se extendieron
casi de inmediato a Egipto. Luego a Marruecos, Argelia, Siria, Yemen,
Libia, con sus respectivas particularidades pues, como afirma el
reconocido economista egipcio Samir Amin, “es peligros generalizar
cuando se habla del mundo árabe, en la medida en que se ignora así la
diversidad de las condiciones objetivas que caracterizan a cada país
dentro de este conjunto”.

Los jóvenes europeos secundaron la
revuelta. En mayo la indignación se manifestó en multitudinarias
concentraciones en España, después en Grecia, Gran Bretaña, Italia e
Israel. En pocos meses hubo movilizaciones en cientos de plazas de más
de 40 países. El desempleo, la falsa democracia, la precariedad impuesta
y la exclusión fueron los gritos comunes.

El 17 de septiembre, Wall Street, el
principal centro financiero de Estados Unidos, fue ocupado por miles de
personas, jóvenes en su mayoría. En las siguientes semanas las protestas
se extendieron a cientos de ciudades estadunidenses, encontrando en
casi todas la represión como respuesta. Pero algo había cambiado.

Los jóvenes apaleados o los detenidos
una vez liberados, regresaban y volvían a ocupar los espacios de los
cuales habían sido desalojados.

El lingüista y filósofo Noam Chomsky
visitó el campamento de Boston y ahí declaró: “El aspecto más digno de
entusiasmo del movimiento Ocupemos es la construcción de vínculos que se
está dando por todas partes. Si pueden mantenerse y expandirse, el
movimiento podrá dedicarse a campañas destinadas a poner a la sociedad
en una trayectoria más humana”.

La enorme brecha entre ricos y pobres es
puesta de nuevo sobre la mesa. “Somos el 99 por ciento”, han gritado
los excluidos del planeta, mientras el acaudalado uno por ciento se
aferra a los mercados y al poder. Los estudiantes chilenos son también
parte de ese 99 por ciento, por eso mismo han encabezado las
manifestaciones más grandes después de la llegada de la Concertación. La
demanda de educación para todos se despliega allí como parte de una
exigencia antisistémica.

En México, la indignación por los más de 50 mil muertos en el
contexto de la guerra contra el narcotráfico implantada por el
presidente Felipe Calderón, recorre el país con el sufrimiento de los
familiares de las víctimas. Tras el asesinato de su hijo, el poeta
Javier Sicilia convirtió su dolor en protesta, y con la consigna de
“Estamos hasta la madre”, exige, junto a miles de personas, paz con
justicia y dignidad. Su reclamo ha sido escuchado por los zapatistas,
quienes colmaron la plaza de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, en una
multitudinaria reaparición pública luego de más de cinco años de no
salir de sus comunidades.

“Esto demuestra que vivir vale la pena, que existe ese otro mundo
posible, y que está dentro de la barriga de este mundo infame que
tenemos”, afirmó el escritor uruguayo Eduardo Galeano durante un
recorrido por el campamento de los indignados en Barcelona.

“Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”, advertía una pancarta en Madrid.

http://desinformemonos.org/2012/01/indignados-suplemento-especial-la-jornada-31-de-diciembre/


Fuente: Gloria Muñoz Ramírez - Desinformémonos