El Movimiento Libertario vuelve a estar de luto, el pasado 16 de febrero de 2010 nos dejó el entrañable compañero Emili Valls, tras sufrir un ataque al corazón a los 85 años, en Béziers (Francia) donde vivía exiliado junto a su compañera Marcela.

El Movimiento Libertario vuelve a estar de luto, el pasado 16 de febrero de 2010 nos dejó el entrañable compañero Emili Valls, tras sufrir un ataque al corazón a los 85 años, en Béziers (Francia) donde vivía exiliado junto a su compañera Marcela.

Valls había nacido en Barcelona el año 1924 ; de familia obrera sus estudios primarios los realizó en el Grupo Escolar de Sarriá que había creado la República y donde le nacería el gusto por la escritura. Acabada la guerra trabajó de panadero para poder ayudar a su familia. Pero el ambiente era tan irrespirable y la represión tan feroz que, en 1945, desertó del servicio militar y pasó clandestinamente a Francia, donde estuvo confinado durante tres meses en el campo de Noé. Gracias a la intervención de su padre, libertario que ya estaba exiliado, pudo salir y se fue a vivir con él a Béziers, donde residió hasta su muerte.

De formación autodidacta y ferviente enamorado de la lectura, ha cultivado la prosa publicando El resplandor universal de una conciencia libre. Homenaje a Romain Rolland (Barcelona, 1966), además de poemas y artículos en las revistas libertarias Umbral (Paris), Cénit (Toulouse), Conocimiento (Buenos Aires), Les deux arbres (Montpellier), Amicale de la 26 División (Toulouse), Colonia Española (Béziers) y El Noi. Boletín de la FSS (Barcelona, Madrid y Valencia), entre otras. Aunque en mi opinión, su obra más importante es Els fills de la República (editado primero en catalán : Ed. Pagès, Lleida, 2000, y después en castellano por la Ed. Milenio, Lleida, 2005). Escrito en una hermosa prosa poética con fragmentos de una gran belleza y fuerza descriptiva, sus 389 páginas están divididas en dos partes :

La primera, que recrea sus recuerdos de infancia, arranca con el mitin contra la guerra organizado por los propios alumnos del Grupo Escolar de Sarrià el año 1935 en Barcelona. Prosigue con la efervescencia de los años de la Guerra y la Revolución, para finalizar describiendo la vida de un joven trabajador con ideales e inquietudes artísticas durante la cruel y gris posguerra del franquismo.

La segunda parte está dedicada a rememorar su llegada a Francia y sus 65 años de exilio, describiendo el ambiente del Casal Catalá de Béziers, aquella “pequeña Cataluña exiliada”, y la Colonia Española de Béziers, donde conoció y convivió con el músico Pau Casals ; el pintor Pere Cadena y el escritor Lluís Capdevila, entre otros.

Las páginas de Els fills de la República destilan un gran amor por Cataluña, por la cultura catalana y una gran añoranza de la educación laica que recibió en la escuela republicana ; no en vano el libro está dedicado “en homenaje a la memoria de los maestros del Grup Escolar de Sarrià de la República de los que aprendimos, entre otras virtudes, los valores morales del civismo y del espíritu libre”.

Tuve el honor de conocerle durante el Coloquio sobre el exilio libertario en Francia, organizado por la Fundación Salvador Seguí en septiembre de 1993 en la Colonia española de Béziers, donde participó activamente y donde le realizamos la primera de las entrevistas que conservamos en el Archivo de la Memoria de la FSS. Emili, junto a su compañera Marcela aceptaron nuestra invitación y vinieron en 2001 a Valencia, para participar en los actos organizados para conmemorar, en clave libertaria, el setenta aniversario de la República (República 70). Sara Berenguer, que también nos acompañó en el acto realizado en la Escuela de Magisterio, presentando Els fills de la República, dijo :

Poder parlar d’aquest relat autobiogràfic és una satisfacció. El text, ens dóna a conèixer l’inquietud d’un ser a la recerca del desconegut i a la recerca de les idees i del comportament dels homes. La força que duia Emili a sobre, malgrat els trastorns, no els va fondre, encara que es veié cercat dins del camp de concentració, d’on el pare el va treure. Després pogué parlar el català, escoltar sardanes sense restricció, conèixer els amics del pare, militants de la CNT, i els del Centre Català. Tot li va obrir una font on fluïen coses noves i volgué estudiar, ‑tot treballant‑, aprendre i percatar-se de la vertadera història de la nostra vida de lluitadors per la llibertat i, també llegir el grans escriptors, com Romand Rolland, Anselmo Lorenzo, Bakunin i molt altres, que el fascinaren per les seves obres. Els fills de la República, és història i poesia, són sentiments d’una infància adolorida i tot una sèrie de fets que ens inciten a llegir les seves pàgines.

Repetidamente, tuve el privilegio de visitarlo en diversas ocasiones durante los últimos años. Hace un momento estaba releyendo, con un nudo en la garganta, L’estel a l’aigua, del libertario valenciano Joan García Rigal -creador de la Librería Rigal de Félix Pizcueta, 21 de Valencia- el libro que Emili me regaló en mi última visita a su casa allá por noviembre de 2007. De aquella conversación recuerdo lo que me contó sobre el pedagogo italiano Attilio Bruschetti, hijo adoptivo de Xàtiva (Valencia), fallecido en 1932, que pregonaba una educación basada en el amor y la convivencia.

Por este motivo, el régimen franquista, enemigo de la libertad, silenció su nombre de la siguiente manera : Bruschetti hizo construir un jardín para su esposa, con árboles singulares y les dio a cada uno de ellos nombres de pensadores y filósofos. Pues bien, al acabar la guerra, cuando entraron los falangistas arrancaron todos los árboles.

Hoy, en Xàtiva, hay un Colegio Público Attilio Bruschetti, en recuerdo del filántropo que dedicó su fortuna, entre otras buenas causas, a editar libros que regalaba a los jóvenes.

Emili, que la tierra te sea leve y un abrazo fraterno para tu compañera Marcela y tu hija Eliana.

Rafa Maestre –
Fundación Salvador Seguí