Las fuerzas armadas de Estados Unidos en Irak continuaron autorizando y empleando prácticas abusivas en el interrogatorio de prisioneros después del escándalo de la cárcel de Abu Ghraib en 2004, informó ayer la organización Human Rights Watch. En un informe de 53 páginas, titulado Si no hay sangre no hay falta : Testimonios de soldados sobre el maltrato a detenidos en Irak y publicado en su página web, el grupo defensor de los derechos humanos afirma que los malos tratos fueron sistemáticos y expresamente autorizados por oficiales.

Las fuerzas armadas de Estados Unidos en Irak continuaron autorizando y empleando prácticas abusivas en el interrogatorio de prisioneros después del escándalo de la cárcel de Abu Ghraib en 2004, informó ayer la organización Human Rights Watch. En un informe de 53 páginas, titulado Si no hay sangre no hay falta : Testimonios de soldados sobre el maltrato a detenidos en Irak y publicado en su página web, el grupo defensor de los derechos humanos afirma que los malos tratos fueron sistemáticos y expresamente autorizados por oficiales.

El autor del informe, John Sifton, comentó que «los soldados fueron informados de que la Convención de Ginebra no se aplicaba» a los prisioneros iraquíes ya que eran simplemente «combatientes enemigos».

«Estos testimonios -agregó Sifton- refutan las afirmaciones del Gobierno de EEUU de que la tortura y los malos tratos en Irak no estaban autorizados y eran excepcionales, cuando, al contrario, fue aprobada y utilizada regularmente».

El informe se centra en los interrogatorios de los detenidos en una cárcel establecida en el aeropuerto de Bagdad, llamada Campo Nama, otra instalación cerca del aeropuerto de Mosul y una base militar cerca de al Qaim, en la frontera con Siria.


Fuente: EFE