Los sindicatos representados en la mesa de negociación del tercer convenio estatal del sector del telemarketing —CGT, UGT, CC.OO. y el gallego CIG— han convocado una serie de movilizaciones desde mañana como protesta por la situación de parálisis de las conversaciones sobre el convenio colectivo.
La convocatoria de huelga afecta a más de 50.000 trabajadores de toda España, aunque la mayor parte de ellos se encuentran en la provincia de Madrid. Así, la huelga afectará a los servicios de atención telefónica de empresas y administraciones públicas, así como a los servicios de emergencia, según los sindicatos.
Las movilizaciones previstas incluyen paros de una hora a las 11.00, las 18.00 y las 00.00 horas de los días 14, 17 y 20 de mayo, paros de dos horas en los mismos horarios los días 27 y 28 mayo y huelga durante toda la jornada el 9 de junio.
La Asociación de Empresas de Telemarketing (AEMT-FECEMD) anunció el lunes la ruptura de las negociaciones sin alcanzar un acuerdo y explicó que las compañías han rechazado «de plano» las propuestas sindicales, al considerar que «conllevarían la desaparición de estas empresas en el mercado español».
Los sindicatos proponían subidas salariales que oscilaban entre el 12 y el 65 por ciento, «además de otras peticiones que llevarían a incrementar considerablemente los costes». Por su parte, la patronal ofrecía una subida del 2,6% en todos los conceptos económicos, «siguiendo la tónica de los acuerdos alcanzados hasta la fecha» y con el objetivo de mantener la supervivencia del sector y poder trasladar esta subida a sus respectivos clientes.
Los sindicatos apuestan por un convenio que garantice la estabilidad, con la posibilidad de subrogación en caso de cambio de subcontrata, y asegure que los trabajadores no puedan ser despedidos si disminuye el volumen de llamadas. Asimismo, abogan por que el nuevo convenio incluya una disminución de los contratos a tiempo parcial y la equiparación salarial con los trabajadores de las empresas matrices.
Igualmente, las centrales sindicales consideran «particularmente importante» la disminución y regulación de jornada, «en un sector en el que los turnos impiden la conciliación del trabajo con otros aspectos de la vida personal», y piden también una definición de las categorías profesionales para que sean acordes con las funciones que desarrollan los trabajadores.