Casas Viejas
Cartas al director
La Voz de Cádiz. 14.02.2006
Dos inauguraciones ha tenido el hotel Utopía, la fonda que presume de ser el último grito del turismo cultural. Una para los selectos locales, otra para políticos y prensa. Todavía hay clases. Las conversaciones de los invitados se habrán entremezclado con las voces de los asesinados. ¿Que no falte de ná ! Y menos, sensibilidad. Siempre desde la modestia de los 125 euros la habitación. ¿Viva la cultura y el turismo en un mismo paquete ! Aquí vale todo y pagan los de siempre : los descontentos. Ya se sabe, los resentidos que vuelcan su envidia, calumnian y, ¿que no se olvide !, le hacen el juego a la derecha. La que gobernaba cuando la matanza en 1933 y la que manda ahora.
Casas Viejas
Cartas al director
La Voz de Cádiz. 14.02.2006
Dos inauguraciones ha tenido el hotel Utopía, la fonda que presume de ser el último grito del turismo cultural. Una para los selectos locales, otra para políticos y prensa. Todavía hay clases. Las conversaciones de los invitados se habrán entremezclado con las voces de los asesinados. ¿Que no falte de ná ! Y menos, sensibilidad. Siempre desde la modestia de los 125 euros la habitación. ¿Viva la cultura y el turismo en un mismo paquete ! Aquí vale todo y pagan los de siempre : los descontentos. Ya se sabe, los resentidos que vuelcan su envidia, calumnian y, ¿que no se olvide !, le hacen el juego a la derecha. La que gobernaba cuando la matanza en 1933 y la que manda ahora.
Un empresario con buenos apoyos y un político que sólo desea el bien de su pueblo, por supuesto ambos de izquierdas, no se van a arredrar ante la estulticia de unos cuantos forasteros. Ellos sí que saben lo que es reivindicar la memoria de sus vecinos de antes e interpretar los deseos de los de ahora. Aunque ni unos ni otros abran la boca. Hemos progresado, ya no resuenan los ecos de los tiros, sino los de los tapones de las botellas. ¿Pasen y entren ! Verán los auténticos años 30. Los que vivieron Seisdedos y María La Libertaria mientras conspiraban en un bar con aspecto de club parisino.
Ahora comprendo el esbozo de sonrisa del periodista Julio Romano. A través del cráneo carbonizado está contemplando que detrás de tanto dolor y tanta muerte hay un futuro luminoso. Lleno de habitaciones de diseño, fuentes de cortinas de cristales que cambian de color y menús renovados a diario. Supongo que los vecinos de Casas Viejas también tendrán derecho a ellos. Se levantan junto a donde murieron dos docenas de sus antepasados. Con tanta sensibilidad les harán por lo menos un descuento. Aunque se pedirá el DNI en el que conste que se es natural del lugar, que hay mucho aprovechado.
¿Qué contentos estarán Antonio Barberán Castellet, Manuel Benítez Sánchez, Francisco Cruz Gutiérrez, Francisco y Pedro Cruz Gutiérrez, Manuela Estudillo Lago, Cristóbal Fernández Expósito, Josefa Franco Moya, Juan Galindo González, Juan García Benítez, Manuel García Benítez, Francisco y Juan García Franco, Juan Grimaldi Villanueva, Fernando Lago Gutiérrez, Rafael Mateo Vela, Andrés Montiano Cruz, Manuel Pinto González, Manuel Quijano Pino, Jerónimo Silva González, Juan Silva González, José Utrera Toro, Juan Villanueva Garcés y Balbino Zumaquero Montiano !
Su sacrificio no fue en vano. Ya no suenan las campanas a muerto, sino los alegres timbres de la recepción del hotel que tanto desearon.
José Luis Gutiérrez Molina.
Par : Cecilio
Fuente: José Luis Gutiérrez Molina
