Los bomberos han rescatado sin vida el cadáver del joven de origen ecuatoriano, Guillermo Stalin, que quedó sepultado bajo más de cinco metros de escombro durante las obras de limpieza de un edificio declarado en ruina en el número 16 de la Cuesta de Gomérez, después de casi tres horas de búsqueda en las que han participado más de una docena de agentes de la Policía Local, miembros del 061, dos excavadoras, y perros rastreadores.

Los bomberos han rescatado sin vida el cadáver del joven de origen ecuatoriano, Guillermo Stalin, que quedó sepultado bajo más de cinco metros de escombro durante las obras de limpieza de un edificio declarado en ruina en el número 16 de la Cuesta de Gomérez, después de casi tres horas de búsqueda en las que han participado más de una docena de agentes de la Policía Local, miembros del 061, dos excavadoras, y perros rastreadores.

El accidente se produjo sobre las 15.45 horas de hoy cuando los trabajadores realizaban las tareas de limpieza de un edificio declarado en ruinas en uno de los accesos a La Alhambra. Al parecer, dos de ellos se encontraban sobre un andamio cuando se sucedieron dos derrumbamientos sucesivos.

Uno de ellos, un hombre de 43 años de edad que responde a las iniciales J.L.O.H., resultó herido leve en la cabeza, aunque no logró salvar la vida de su compañero, que quedó sepultado bajo los escombros, un joven casado de 29 años de edad que podría encontrarse en situación irregular en España, según apuntaron sus propios compañeros de obra.

Según informó a Europa Press en el lugar del siniestro el concejal de Urbanismo de Granada, Luis Gerardo García Royo, el Ayuntamiento acometió el derribo del edificio por ejecución subsidiaria a finales del pasado mes de octubre después de que el propietario se negara durante años a cometerlo, a través de la empresa concesionaria del servicio, Rehabilitaciones y Demoliciones Granada.

Según dijo, «todo parece indicar» que la constructora había subcontratado el trabajo a otra empresa de Huétor Tájar. El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, que acudió al lugar de los hechos acompañado de varios miembros de su corporación municipal, aseguró que se investigará el suceso, al tiempo que lamentó «una nueva muerte en Granada por accidente laboral», la número 11 en lo que va de año frente a las cinco de 2003.

Los bomberos acordonaron la zona y colocaron mallas de protección para evitar nuevos desprendimientos, mientras varios técnicos municipales inspeccionaron los edificios colindantes, el Hotel Puertas de las Granadas y una tienda marroquí, esta última con grietas, por lo que no descartan su desalojo.

El secretario general de MCA UGT Granada, Francisco Ruiz Ruano, que también se desplazó hasta el lugar del siniestro, advirtió «presuntas irregularidades» en las medidas de seguridad contempladas por la empresa como la falta de puntales para evitar derrumbes.

Exigió de las administraciones y los agentes sociales un «pacto contra la siniestralidad» y endurecer las sanciones contra los empresarios que incumplen «sistemáticamente» la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, al tiempo que recordó que a finales de enero el sindicato convocará una huelga en el sector de la Construcción y el Metal, frente a CC.OO que desea un paro general.