Después de largas disputas partidistas, el acuerdo de financiación del corredor de alta velocidad parece ser un milagro más en aras del bienestar de esta Navarra casta y noble, bienestar de la minoría, la de los castos, la de los nobles.
CON EL TAV llegaremos de Pamplona a Madrid en torno a media hora menos que ahora. Pero a Kyoto no llegaremos nunca. Su despilfarro energético es tan brutal, que precisa “de momento” la construcción de nuevas centrales térmicas, acelerando con ello el cambio climático al que le debemos este meteoroilógico comportamiento. Asimismo, las limitaciones de actuación que imponen este tipo de infraestructuras, impiden adaptar el trazado al terreno, generando con ello impactos irreversibles en nuestro territorio. Es el modelo destructivo, el de las vías de extinción. Además, sólo hay paradas en las capitales, dejando de lado la conexión de los pueblos, fomentando con ello el crecimiento metropolitano, de urbanismo jerarquizado, socialmente desigual e insostenible. Otros daños colaterales, por citar unos pocos, son el efecto barrera, la contaminación acústica y electromagnética, la hipermovilidad inducida…
CON EL TAV se descubren algunas maniobras de la Directiva Bolkestein, de la cual, como con el tren de alta velocidad, nada se informa, se reforma. Socialdemócratas y democristianos, amén de los sindicatos comparsa (para eso sirven sus subvenciones), han trazado un modelo de cambios que la UE exige legislar para antes del 2010, odisea en nuestro espacio. La idea es muy simple : el mono listo se topa con el monolito que resulta ser la piedra filosofal ; servicios públicos como la sanidad o la educación son un reclamo mercantilista muy apetecible para unos pocos. Urgen decretos para eliminar esos costes, recortes necesarios a su vez para la modernización de estos servicios, que se conceden a los entes privados, que los administran a boca de costal. Parece evidente que los más de 3.000 millones (cantidades gastronómicas que se papearán los de siempre) de presupuesto estimado para la obra no se deducirán de gastos militares, no sea que nos invadan los moros o piratas somalíes. Es el descarrilamiento del gasto social, por el que tanto luchó la clase obrera en otras épocas.
NO SE AVEntura desarrollo territorial, salvo para los especuladores, AVEs de rapiña. Los pésimos resultados de otras ejecuciones, así como estudios de viabilidad, auguran un mal panorama, tal que en la UE es hoy un modelo desechado, lejos de las previsiones que colocan a España para el 2010 como el primer estado del mundo en autopistas y líneas de alta velocidad, marca que no sorprende, en el país de la truhanería al que dio de pecho el Tormes.
EMPAREDADO SANZetaP. La política de intoxicación se apresura en focalizar a ETA con la pugna, es lo que quieren socialistas y populares que nos comamos, igual que nos tragamos en 1984 de la mano del Gran Hermano, aquella supuesta guerra entre Oceanía y Eurasia, valga este ejemplo de “ficción”, pues la ficción es lo que cuenta, cuando se trata de desviar la atención.
Le digo pues Sr. Sanz, que este milagro no me place. A mí, que me conviertan el agua en vino…, y que se pare el tren, que yo me bajo.
Fuente: Goio González
