No paramos de escuchar noticias sobre lo que nos presentan como la mayor amenaza urbana de los últimos tiempos : “las bandas juveniles al más puro estilo americano”. Los medios de comunicación nos bombardean una y otra vez con sensacionalismo. Se opina de oídas o emitiendo juicios por haber entrevistado a cinco chavales y pasar un par de días en algún barrio periférico. Se nos hace un retrato sociológico del prototipo del miembro de una banda, como lo hicieron en su momento del “preterrorista” y, sin quererlo, tenemos a la mitad de la población juvenil que pertenece a una banda o es “preterrorista”. Como si ser latino y llevar ropa de baloncesto implicase necesariamente estar criminalizado, o llevar una sudadera con capucha y un pañuelo palestino probase sin lugar a dudas que estás “vinculado a banda armada”.

No paramos de escuchar noticias sobre lo que nos presentan como la mayor amenaza urbana de los últimos tiempos : “las bandas juveniles al más puro estilo americano”. Los medios de comunicación nos bombardean una y otra vez con sensacionalismo. Se opina de oídas o emitiendo juicios por haber entrevistado a cinco chavales y pasar un par de días en algún barrio periférico. Se nos hace un retrato sociológico del prototipo del miembro de una banda, como lo hicieron en su momento del “preterrorista” y, sin quererlo, tenemos a la mitad de la población juvenil que pertenece a una banda o es “preterrorista”. Como si ser latino y llevar ropa de baloncesto implicase necesariamente estar criminalizado, o llevar una sudadera con capucha y un pañuelo palestino probase sin lugar a dudas que estás “vinculado a banda armada”.

Flaco favor hacen a este fenómeno de las bandas. Por un lado intimidan a la población sin contacto habitual con jóvenes y por el otro están dotando de identidad a las ¿bandas ? Jóvenes, que ignoraban su existencia o no le daban demasiada importancia, se encuentran ante una situación de “o estás dentro, o estás contra ellos”. Hablas con los distintos grupos de chavales y sus intereses son los mismos, los de cualquier joven del barrio. No todo es provocado por los medios de comunicación ; es obvio que algo está pasando, no podemos desviar la atención de los problemas sólo a las bandas o al racismo. La sociedad donde quien más tiene más vale, el ocio donde todo se nos da hecho, la escasa participación ciudadana, la precarización del empleo, la privatización de los servicios públicos, el problema de la vivienda, son elementos que influyen en la situación familiar de los jóvenes que ahora pertenecen a una banda.

La respuesta a esta alarma social generada no se ha hecho esperar y es la de siempre : se han creado cuerpos especiales de policía, unidades de intervención específica, y se contrata a empresas de servicios para que lleguen a un barrio y, sin conocer nada, realicen una intervención que generalmente resulta desastrosa.


Fuente: Gentes de Baladre