¡Qué valientes! Disparar contra seres indefensos, disparar sobre inmigrantes que tratan de escapar de la miseria creada por los propios blancos maléficos que han arrasado África. Ese es su gran mérito, ese es un nuevo acto heroico de nuestra gloriosa Guardia Civil.

España sólo sabe masacrar a los pueblos indefensos, por algo su patrón es Santiago Matamoros, Santiago Mataindios, Santiago Matanegros, Santiago Matajudíos. Recordemos el ataque artero del general Franco para reprimir el levantamiento del Rif con bombas de fósforo blanco o de Napalm, recordemos el bombardeo de Guernica, la matanza de Casas Viejas, la masacre de Badajoz en la Guerra Civil, las torturas, y métodos nazis utilizados por el general de la Guardia Civil Rodríguez Galindo en la lucha “antiterrorista”, el caso Almería, también, porque no, ¿no?

España sólo sabe masacrar a los pueblos indefensos, por algo su patrón es Santiago Matamoros, Santiago Mataindios, Santiago Matanegros, Santiago Matajudíos. Recordemos el ataque artero del general Franco para reprimir el levantamiento del Rif con bombas de fósforo blanco o de Napalm, recordemos el bombardeo de Guernica, la matanza de Casas Viejas, la masacre de Badajoz en la Guerra Civil, las torturas, y métodos nazis utilizados por el general de la Guardia Civil Rodríguez Galindo en la lucha “antiterrorista”, el caso Almería, también, porque no, ¿no? Sólo por nombrar algunas de sus memorables actuaciones.

Pero esa España arrogante y soberbia se rinde ante los poderosos, humillada agacha la cabeza porque no es más que un reino derrotado por las grandes potencias; llámese EE.UU, en la guerra de Cuba y Filipinas o Inglaterra que siempre la vapuleó hasta el punto de arrebatarle Gibraltar.

Y ahora en Ceuta, ciudad marroquí y un pedazo de África que por arte de magia el gobierno español sostiene que es Europa, han escrito una nueva “gesta” en su impoluto prontuario delictivo de horrores y monstruosidades. La España imperial que sólo vence a seres indefensos y desarmados, que dispara a quemarropa sobre los más pobres y miserables, aquellos que huyen del hambre y las dictaduras; seres humanos que intentan dignificarse, africanos desahuciados que buscan la salvación en la Europa Una, Grande y Libre.

A mansalva la Guardia Civil cumpliendo órdenes de sus superiores (Presidente del Gobierno y Director de la Guardia Civil) dispararon pelotas de goma y gases lacrimógenos sobre una turba de emigrantes que desesperados intentaban ganar la otra orilla. Con su temeraria actitud provocaron una brutal estampida que dejó el trágico saldo de 14 muertos y quién sabe cuántos más desaparecidos. En esa playa del Tarajal en Ceuta, con el mar Mediterráneo de testigo los verdugos han cumplido de madrugada la cruel sentencia.

¡Qué más da! si nada más son unos cuantos negros que vienen a manchar el rancio abolengo del reino español, dirán algunos; son escoria humana, chatarra humana que no se merece sino una fosa común y santas pascuas, dirán otros. ¡Bienvenidos a España! ¡A la perra España, cabrones! A la prostituta Europa ahíta de sangre fresca. La benemérita jugaba al tiro al blanco, mejor dicho, al tiro al negro con expresiones características de su alto grado de cultura ¡me cago en dios! ¡Me cago en la hostia! ¡Fuera de España negracos de mierda!

Ahora, como suele ocurrir en estos casos, tratan de negar la realidad, se hacen los agredidos, ellos que son tan buenos, que son tan justos. ¡Esto es imposible, cómo pueden acusarlos! Está en juego su prestigio y su honor. Los guardias han sido entrenados para salvar vidas; no son represores sino miembros de un “organismo humanitario”. Ellos que han jurado por Dios y por España defender la soberanía patria sólo se han limitado a cumplir con su deber ¿Cómo es posible que de una manera tan soez vengan acusar a quienes nos vigilan y protegen? Y mira por donde ahora se han convertido en sepultureros, en aduaneros de las muerte… ¿Tal vez se merecen alguna condecoración o ascenso? Esa Guardia Civil tan “humanitaria” ha denegado el socorro a los enemigos invasores, los muy desgraciados se han hecho los de la vista gorda fumándose un cigarro mientras contemplaban el “suicidio colectivo”- según la versión oficial-

Este es un crimen de lesa humanidad, un crimen brutal que no puede quedarse impune. La parca se los ha llevado, la parca con su bandera roja y gualda ondeando a los cuatro vientos abarrotada de víctimas inocentes. Como dijo Aznar en su día cuando deportó en un avión a inmigrantes africanos previamente drogados con Haloperidol “teníamos un problema y lo hemos resuelto” ¡Viva la Guardia Civil! ¡Viva la virgen del Pilar!

Carlos de Urabá


Fuente: Carlos de Urabá