Este título debería ser inútil, puesto que ambos términos están implícitamente vinculados. Asimismo resulta equívoco porque sugiere que puede existir un anarquismo no social, fuera de las luchas.

Está claro, por otra parte, que la etiqueta anarquismo recubre un conjunto de elementos heterogéneos y en algunos casos incompatibles. Es la realidad desde hace no pocos años con tendencias como el anarco-capitalismo en Estados Unidos, el frente de defensa de los animales, etc., lo que me parece el culto de la paradoja.

Estando en contacto con la situación Argentina actual y en una (re)lectura de Bakunin, me parece necesario retomar brevemente la historia del movimiento anarquista, utilizando el término “anarquismo social”, corriente en Argentina. Para definir estas palabras, aplico el nombre “anarquista” a individuos que militan en un grupo anarquista y “libertario” a personas simpatizantes o cercanas, pero sin actividades relacionadas a un grupo.

Estando en contacto con la situación Argentina actual y en una (re)lectura de Bakunin, me parece necesario retomar brevemente la historia del movimiento anarquista, utilizando el término “anarquismo social”, corriente en Argentina. Para definir estas palabras, aplico el nombre “anarquista” a individuos que militan en un grupo anarquista y “libertario” a personas simpatizantes o cercanas, pero sin actividades relacionadas a un grupo.

Cuando se hace referencia a las experiencias económicas libertarias de Ucrania 1918-1921 y de la revolución española de 1936-1939, los anarquistas de cualquier tendencia las consideran como prácticas suyas. Y si se toman textos del historiador de la CNT española José Peirats, de Vernon Richards, etc., sin olvidar quien escribe, se encuentra esa asimilación anarquismo=CNT, lo que resulta inexacto en cuanto se empieza a analizar la CNT, lo mismo que el movimiento de Makhno y el anarquismo.

Podría tratarse de un simple problema de vocabulario : anarquista, ácrata, libertario, anarcosindicalista, cenetista, makhnovista, partidario de Kronstadt quizás, significan la misma cosa. De hecho uno se percata de que existen matices : el anarquista está en un grupo de militantes aplicando principios que dependen de una interpretación ideológica ; el libertario tiene una sensibilidad anti estatal que va de la ecología y cierta participación electoral a la defensa de la democracia, en el sentido burgués y capitalista del término, y puede obrar a solas o en grupo para un objetivo preciso, según los momentos. El cenetista está en un sindicato anarcosindicalista, con asalariados no forzosamente anarquistas, y denuncia la burocratización de las centrales sindicales cómplices de la patronal y del Estado. El makhnovista y el partidario de Kronstadt se oponían con las armas en la mano a la dictadura de los dirigentes del partido comunista, muchas veces con la ayuda de militantes comunistas, y defendían la libertad de todas las tendencias socialistas, construyendo soviets libres de trabajadores que se organizaban por sí mismos.

Todo ese conjunto es el anarquismo social. Bajo distintos aspectos y en diferentes zonas geográficas, anarco-comunismo, anarcosindicalismo, defensa de la base y rechazo del capitalismo para los IWW y Kronstadt, conforman una organización de todos los trabajadores de abajo arriba, atentan a preservar su autonomía. Son el pueblo armado y el poder popular. No buscan integrar una academia elitista negra y roja.
En la actualidad, por lo que llego a conocer de bastante cerca, hay varios países en que se mantienen y se expanden esta actuación y este horizontalismo.

Por ejemplo en Europa, la SAC sueca (unos 6.000 afiliados), la SKT siberiana en Rusia (6.000), la CGT de España (unos 40.000), la CNT de Francia (unos 2.000). En Italia parece que existe una multitud de organizaciones de base pero que no llegan a obrar juntas, todo lo contrario de Grecia donde un millar de anarquistas y libertarios y sin etiquetar llegan a mover la sociedad casi entera.

En América Latina desde México a Argentina, las multinacionales de la minería, en especial a cielo abierto, están estimulando a los vecinos más pacatos a reaccionar y simultáneamente desvelan el carácter real de sedicentes gobiernos populares aliados a dichas multinacionales (Evo Morales, Hugo Chávez, para no hablar de Lula y los Kirchner enlodados desde hace años).

Desde Chiapas (desde 1994) hasta Patagonia (obreros, docentes y Madres de Neuquén y obreros y empleados estatales de Santa Cruz) pasando por las reivindicaciones horizontales de pueblos originarios y marginados desde Guatemala a Argentina.

En esta vorágine de rebeldías espontáneas, grupos, frentes, agrupaciones que animan comedores, huertos, apoyo escolar, bibliotecas, radios, etc., por los más excluidos, que vienen sacudiendo el continente, sólo puedo mencionar compañeros brasileños de San Pablo y Rio de Janeiro y argentinos de Buenos Aires, Córdoba y La Plata.

Arriba lxs que luchan en y por la base.

Frank Mintz, julio-noviembre de 2004 (revisado en agosto de 2007 y agosto de 2010).

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