¡¡¡ De la moda del Thriller al concepto de “sociedad del riesgo”; apuntes sobre el nuclear y su justificación capitalista y en buena parte socialista !!!

Algunos científicos, honrados y de buena fe, como el premio Nobel 1992 Georges Charpak, que era un fogoso militante antifascista y a favor del pacifismo, como dos anarquistas (uno en la universidad de Sevilla y otro en la de Nancy), son partidarios del nuclear porque, desde el enfoque científico que tienen, es una fuente de energía casi eterna y, como investigadores, suponen que la ciencia va a superar los frenos actuales.

[…]
estas centrales termonucleares utilizan un combustible, uranio o
plutonio, del mismo modo que las centrales térmicas utilizan el
carbón. Este combustible no se consume completamente en la reacción
atómica, sino que subsiste en forma de pequeños residuos
radiactivos. El problema grave de estos residuos es que no puede
hacerse nada para disminuir su radiactividad. La única solución es

[…]
estas centrales termonucleares utilizan un combustible, uranio o
plutonio, del mismo modo que las centrales térmicas utilizan el
carbón. Este combustible no se consume completamente en la reacción
atómica, sino que subsiste en forma de pequeños residuos
radiactivos. El problema grave de estos residuos es que no puede
hacerse nada para disminuir su radiactividad. La única solución es
esperar que desaparezcan con el tiempo por desintegración (según
los materiales, el periodo de tiempo necesario para su desintegración
natural puede durar entre 500 y 1.000 años).

Por
lo tanto, hay que almacenar estos detritus en un lugar “seguro”.
Por eso son almacenados bajo espesas construcciones de cemento y
amontonados sobre terrenos, en cavernas o sumergidos para siempre en
el fondo de los océanos, esperando que todo transcurra normalmente.
El inconveniente de este método reside en que hay muchas
probabilidades que el cemento empleado se disgregue muy pronto en el
agua del mar (en algunos decenios de años); cuando los productos que
contienen los armazones de cemento son peligrosos durante centenares
de años. Por lo tanto el sistema tiene muchos puntos débiles y
ofrece poca seguridad
1.

La
carreta del progreso está puesta ante los bueyes: el espejismo del
nuclear y sus logros en el ámbito militar para EE UU y la URSS
[Rusia mantiene la misma opción] hicieron que los gobernantes,
inversionistas, científicos
2
corruptos o ilusos (tontos útiles
de los demás) están generalizando el uso de una sustancia
incontrolable para siglos y decenas de siglos.

No
son aprendices de brujos: son canallas y cloacas humanas que obran
como sus congéneres de la época de la trata de esclavos, de las
jornadas de más de diez horas (que ya son la norma en muchos
continentes) y del trabajo infantil (muy actual en Argentina hoy por
hoy, sin hablar del resto de América Latina y otros continentes),
sin olvidar la jauría demencial de científicos, médicos y
militares unidos en el uso de la tortura y drogas para arrancar
supuestas informaciones, cámaras de gas para liquidar etnias e
ideologías desafectas, bombas de napalm para lo mismo.

La
tragedia que está sucediendo en la central nuclear de Fukushima es
la mejor justificación de la deshumanización inherente al uso del
nuclear: empecinamiento de los directivos de Tepco –empresa privada
o sea la superioridad del la eficacia, inteligencia y éxito sobre la
desidia secular del público
3­para
ocultar los datos que demuestran su ineptitud, para continuar
tratando a sus empleados como infrahumanos. La paradoja es que el
primer ministro japonés reacciona como un ciudadano de a pie
4,
cuando es tan cómplice como la gente de Tepco. ¡Pero hasta los
tontos útiles pueden decir la verdad!

Un
festival y florilegio de sofismas y mentiras selectas viene a ser la
tapadera de los seguidores del nuclear. He aquí algunas falsedades y
cómo desbaratarlas (recordando la primera cita sobre la
imposibilidad –en la actualidad-de eliminación de los desechos).

-Habría
menos probabilidades de que caiga una maceta en la cabeza de una
persona en una calle que un accidente en una central nuclear, citado
en la revista
Triunfo, Madrid,
en los 1980, tras la catástrofe de Three Long Islands en 1979.

La
única diferencia, es que no suele haber evacuación de 50.000
personas y más cuando cae una maceta, ni tampoco queda contaminación
para decenios de años, si hay suerte, o decenios de siglos. La
mentira está en el uso demente de las estadísticas.

-Un
accidente de un avión no significa prohibir el transporte aéreo. Un
accidente en una central nuclear no significa cuestionar la energía
nuclear, según un especialista de una agencia de explotación de
energía nuclear en la radio “France culture” de Francia en marzo
de 2011.

La
mentira es la absurda comparación puesto que el problema de la
contaminación está silenciado.

-Fuera
de Fukushima en Japón, en el extranjero la seguridad es excelente y
en especial en Francia.

En
1999,

[…] parón en urgencia del reactor de la central nuclear de
Blaye […por la inundación de todos los sistemas de seguridad].
Durante el fuerte calor de agosto de 2003 […] la central de Golfech
tuvo un alza de la temperatura y se debió parar en urgencia. No
había funcionado el revestimiento aislante de protección. Sólo en
Francia, en la central nuclear de tercera generación de Civaux (3.2
GWe), se registraron de 150 incidentes (conocidos) desde la puesta en
servicio en 1998, o sea un promedio de 21 incidentes al año
5.

La
mentira estriba en la censura de las informaciones sobre los
desperfectos.

-La
sociedad del riesgo es uno de los argumentos baladíes que les queda
a los apasionados del nuclear
6.
Rafael Grossi, director General
Adjunto de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
[Argentino, entrevistado en
Clarín,
29.03.11] Toda actividad industrial genera riesgos. La cuestión es
qué se hace al respecto. La industria nuclear es una realidad en el
mundo, independientemente de la posición filosófica que se tenga al
respecto. […] La energía nuclear es estable, otorga un nivel de
previsibilidad importantísimo. No depende ni del viento, ni del sol,
ni de las nubes, sólo de que la planta funcione bien. Segundo, es
limpia, de las más limpias que existen. […] Lo que sucede es que
cuando uno tiene una posición ideológica o filosófica determinada,
siempre lo va a ver de otra manera, y va a ver en un accidente la
confirmación de sus temores, de sus prejuicios.

La
mentira se coloca en un nivel superior: el ser humano debe
cerciorarse del riesgo y el nuclear es un hecho real, quienes lo
critiquen parten de categorías filosóficas.

Tampoco
este supuesto científico imparcial presenta el problema de los
desechos que es incapaz de eliminar. Y más perverso que sus
cómplices, toma la realidad como guía.

Sigamos
el mismo procedimiento mental: la violación de los niños, de las
mujeres son
una realidad en el mundo,
independientemente de la posición filosófica que se tenga al
respecto;
el genocidio de los pobres
en Argentina, en muchos países de América latina y África son
una
realidad en el mundo, independientemente de la posición filosófica
que se tenga al respecto.
También
las cámaras de gas y los campos de concentración siberianos, la
base de Guantánamo hoy por hoy (por muchos Obama que supuestamente
están actuando) son
una realidad en
el mundo, independientemente de la posición filosófica que se tenga
al respecto.

La
realidad del basural y del barrizal material y moral no son las que
incluimos en nuestra vida, sino las que cualquier gobernante,
cualquier sociedad intenta combatir y destruir o aparenta que lo
hace. Si
Rafael Grossi, director
General Adjunto de la Agencia Internacional de Energía Atómica
(AIEA),
no lo entiende así no nos
importa.

El
concepto de sociedad del riesgo parece trasnochado, sin desmérito
para los pensadores que lo acuñaron, ¿acaso no lo vivían nuestros
ancestros de cara a los dinosaurios? ¿No era el día a día de
nuestros antepasados con sus hijos bajo el fascismo, el franquismo y
el socialismo real “No digas nada de lo que pasa en casa, ojo con
los confidentes”?

La
gran diferencia es que ahora nos van formateando a TODOS para que
aceptemos los cataclismos como parte de la “normalidad”. Antes,
el accidente era un castigo de dios por los pecados de quienes lo
sufrían; luego fue, y sigue siendo, el justo pago impuesto por la
justicia a los “enemigos del pueblo” contra el Partido de los
Trabajadores, o a los homosexuales, los anarquistas activistas
7,
los sindicalistas opuestos a las cúpulas y otros disolventes que
cuestionan las leyes del Gobierno y de los representantes elegidos
“democráticamente” en países capitalistas.

En
la actualidad, hasta los reyes consideran los atentados como un
“riesgo del oficio”
le escribía
Kropotkin a Lenin y sus correligionarios
8.
Esta reflexión ya no se ajusta más a la realidad. Vivir supone
pagarle un interés al capitalismo,
un
“riesgo del oficio”
de malvivir
o sobrevivir, aunque sea con las pústulas de su contaminación,
sobre todo la nuclear. Y Ülrich Beck, autor de del concepto de
riesgo así lo encara:

Esos
potenciales de peligro se producen en forma industrial, se
exteriorizan en forma económica, se individualizan jurídicamente,
se legitiman técnicamente y se minimizan políticamente. En otras
palabras: el sistema de reglamentación para el control “racional”
es a los potenciales de autodestrucción puestos en funcionamiento lo
que un freno de bicicleta a un avión intercontinental
.
[…] se ignora, sin embargo, en una
forma totalmente ingenua, la dinámica política inherente al
potencial de autodestrucción minimizado del victorioso capitalismo
industrial.
(Clarín,
27.03.11).

Frank,
31.03.11 –
www.fondation-besnard.org

______

NOTAS

1
La Contaminación,
París, La Hormiga, noviembre 1974, p. 18 (con retoques de estilo).

2
[…] una sociedad que
obedeciera a una legislación procedente de una academia científica
[…] en nombre de una ciencia que veneraría sin comprenderla, tal
sociedad sería una sociedad no de hombres, sino de embrutecidos […]
El mayor genio científico, en cuanto sea académico, un sabio
oficial, patentado, se apaga inevitablemente y se duerme. Bakunin
crítica y Acción
, p. 65.

3
Falacia que machacan los
gobernantes capitalistas como lo hicieron sus colegas marxistas
leninistas en el poder para realzar el nuclear pacífico. Añadían
éstos la finura de subrayar con el paredón las ventajas del
socialismo real (y sigue hoy en Corea del Norte y China). ¿Acaso no
pasa lo mismo con la guerra en Libia y la de Costa de Marfil (el
cacao atrae menos que el petróleo) y las precedentes de Irak y
Afganistán, etc.,?

4
La situación es altamente
imprevisible, trabajamos para evitar que empeore, debemos estar
extremadamente vigilantes
(palabras
del primer ministro japonés, Naoto Kan el 25.03.11, en kaosenlared,
26.03.11).

5
Pour ou contre l’énergie
nucléaire? Réponses aux arguments des pronucléaires
(http://www.astrosurf.com/luxorion/nucleaire-pour-contre5.htm).

6
Curiosamente –para tener más
energía eléctrica-no piden centrales al lado de las capitales
nacionales, de los lugares vacacionales de lujo (Las Vegas, Cancún,
etc.). ¡Qué pena y qué bien encajaría con el goce del riesgo!

7
Los anarquistas contempladores de
ombligos y a favor del gobierno son individuos respetables.
8
Kropotkin, Carta a Lenin,
diciembre de 1920, en
La moral
anarquista -y otros textos
, p. 107
(http://www.fondation-besnard.org/article.php3?id_article=905).