Por primera vez en la historia de la justicia gala, una de las empresas más importantes del país, el grupo France Télécom, mayoritario en las comunicaciones de telefonía fija y móvil, así como en el servicio de Internet, está siendo investigada por acoso moral presuntamente responsable de la oleada de suicidios de trabajadores del grupo – exactamente treinta y cinco- que tuvieron lugar entre 2008 y 2009. Se trata de un procedimiento judicial iniciado hace dos años tras un informe de la inspección de trabajo y la presentación de una denuncia sindical.
Después de que en los primeros días de julio de 2012 haya declarado, en relación con las mismas acusaciones, quien en aquellas fechas y hasta 2010 era el presidente y director General del grupo, Didier Lombard, quien ha quedado sometido a investigación con una fianza de 100.000 euros, el juez de instrucción decidió el 5 de julio investigar al grupo empresarial como presunto autor de “acoso moral” y de “poner trabas al funcionamiento del comité de empresa y del comité de higiene y seguridad en el trabajo” –órganos ambos paritarios dirección-sindicatos-, poniendo bajo control judicial al ante
Después de que en los primeros días de julio de 2012 haya declarado, en relación con las mismas acusaciones, quien en aquellas fechas y hasta 2010 era el presidente y director General del grupo, Didier Lombard, quien ha quedado sometido a investigación con una fianza de 100.000 euros, el juez de instrucción decidió el 5 de julio investigar al grupo empresarial como presunto autor de “acoso moral” y de “poner trabas al funcionamiento del comité de empresa y del comité de higiene y seguridad en el trabajo” –órganos ambos paritarios dirección-sindicatos-, poniendo bajo control judicial al anterior número dos del grupo, Louis-Pierre Wenes, y al antiguo director de recursos humanos, Olivier Barberot, y pidiendo para cada uno de ellos una fianza de 75.000 euros.
France Télécom llevó a cabo una serie de reestructuraciones que finalizaron con la supresión de 22.000 puestos de trabajo entre 2006 y 2008 y en el mismo período obligó a 10.000 trabajadores a cambiar de oficio, o de lugar de trabajo. Una denuncia presentada por los sindicatos, seguida de un informe de la inspección de trabajo, llevaron a la apertura de una información judicial, por acoso moral, en abril de 2010.
Para Olivier Babeau, profesor de estrategia empresarial en la Universidad Paris 8, “el problema del sufrimiento físico en el trabajo es objeto de estudio desde hace varias décadas y merece que se le preste mucha atención. Es el caso de France Télécom, una empresa que desde varios años está viviendo un cambio radical estratégico que a la fuerza tiene que ser traumático: se puede entender fácilmente lo que les ocurre a personas que ven como el contexto en que trabajan pasa rápidamente de la tranquilidad del sector público a las borrascas de la hipercompetencia…”
En efecto, el informe de la inspección de trabajo, efectuado en 2010, destacaba el acoso empresarial que estaban padeciendo los empleados que habían comenzado a trabajar cuando France Télecom era un monopolio público, y por tanto sin competencia, que años más tarde se estaban viendo obligados a cambiar de oficio, o a marcharse de la empresa: “el grupo ha puesto en marcha métodos de gestión del personal que tiene el efecto de debilitar psicológicamente a los asalariados y atentar a su salud física y mental”.
Muy criticado por la opinión pública, Lombard, quien llevaba al frente del grupo desde 2005, tuvo que abandonar la dirección ese mismo año, después de manifestar en repetidas ocasiones que no se podía establecer ninguna relación directa entre los planes empresariales de reducción de efectivos y los suicidios de sus trabajadores. Su dimisión estuvo motivada por el informe de la inspección de trabajo, que cuestionaba la política de gestión del personal, y la denuncia presentada por la sección sindical del SUD-PTT, que sigue su curso.
En una tribuna publicada en las páginas del diario Le Monde, Lombard aseguraba que “en ningún momento, los planes concebidos y puestos en marcha por Frace Télécom iban dirigidos contra los asalariados. Muy al contrario, estaban destinados a salvar la empresa y sus empleos… Soy consciente de que los cambios que se produjeron en la empresa pudieron provocar sacudidas y trastornos. Pero rechazo con fuerza que esos planes, indispensables para la supervivencia de la empresa, pudieran ser la causa de los dramas humanos mencionados en las denuncias”.
Tras la dimisión de Lombard, el 13 de julio de 2010 su sucesor en el cargo, Stéphane Richard, reconoció el suicidio de otro trabajador como «accidente de trabajo», a pesar de la recomendación en contra de la Inspección general de asuntos sociales (Igas) y de una comisión interna de la empresa. Se trataba de un empleado de 51 años, que se suicidó en su casa de Marsella el 14 de julio de 2009, y dejó una carta explicando que lo hacía “a causa del trabajo en France Télécom”.
Por otra parte, y según una información publicada en el diario Le Parisien el 15 de mayo de 2012, “en el espacio de apenas dos semanas, dos trabajadores de France Télécom han terminado con su vida. El primero era un hombre de 53 años, que trabaja en la dirección inmobiliaria en Noisy; la segunda, una mujer de una treintena de años, embarazada, trabajadora en Arcueil. Ambos se suicidaron en sus respectivos domicilios, sin dejar nada escrito justificando su gesto”. Por el momento, continúa el artículo, es imposible determinar si los suicidios tienen alguna relación con la actividad profesional de las víctimas, y el sindicato ha pedido una investigación en profundidad. Estos casos elevan a 4 el número de suicidios en la empresa de comunicaciones en lo que va de año 2012.