No habrá papeles para los inmigrantes que se encerraron en la catedral de Barcelona el pasado día 5. La reunión de ayer entre representantes de la Delegación del Gobierno en Catalunya y de la Asamblea de Inmigrantes por la Regularización Sin Condiciones acabó sin acuerdo y con la amenaza de nuevas protestas.

No habrá papeles para los inmigrantes que se encerraron en la catedral de Barcelona el pasado día 5. La reunión de ayer entre representantes de la Delegación del Gobierno en Catalunya y de la Asamblea de Inmigrantes por la Regularización Sin Condiciones acabó sin acuerdo y con la amenaza de nuevas protestas.

Ni siquiera se llegó a discutir la propuesta de 24 puntos elaborada por los inmigrantes en su reunión del pasado viernes en la iglesia del Pi. Sirvió de poco que el sector más moderado de esa asamblea lograra que los más radicales rebajaran su pretensión de papeles para todos y aceptasen la propuesta de «regularización para los que tengan un trabajo» o «un arraigo mayor de cinco años», entre otras.

A primera hora de ayer, unas declaraciones del delegado del Gobierno, Joan Rangel, sobre la «poca representatividad» y «la manipulación» soliviantaron a los delegados de la Asamblea de Inmigrantes, que protagonizaron los recientes encierros en la catedral y la iglesia del Pi. Los representantes de los sin papeles anunciaron nuevas protestas, tras sentirse víctimas de lo que calificaron de «trampa».

En una visita al ayuntamiento, Rangel rechazó las propuesta de papeles para todos y la anulación de las expulsiones de 17 de los inmigrantes que participaron en esos encierros. El delegado se mostró firme «en el cumplimiento estricto de la ley en un Estado de derecho».

PACTO DE SILENCIO

Rangel negó representatividad a los asistentes a la reunión en la Delegación del Gobierno : «Van a venir gente que no son inmigrantes y que dicen hablar por ellos, pero nosotros hemos intentado hablar directamente con los inmigrantes y nos hemos encontrado con un pacto de silencio».

El delegado del Gobierno insistió en la necesidad de que los miembros de la asamblea faciliten el diálogo directo entre la Administración y los inmigrantes afectados. En su defecto, puntualizó que al menos dejasen que lo hicieran la Coordinadora de Inmigrantes de Catalunya y los sindicatos CCOO y UGT, que mantienen un diálogo fluido con la nueva Administración.
Rangel agregó que la Asociación de Inmigrantes mantiene a los extranjeros alejados de la realidad y denunció «un pacto», entre la citada entidad y determinados grupos de paquistanís y chinos, muy poco integrados en la sociedad.

REUNIÓN SIN SENTIDO

Pese a las declaraciones previas, la reunión entre representantes de la Delegación y los de la Asamblea de Inmigrantes se celebró a mediodía, tal y como estaba previsto. Norma Falconi, defensora de las posiciones más duras, subrayó que, si no eran interlocutores válidos, no tenía ningún sentido que les hubieran recibido.
Los miembros de la Asamblea de Inmigrantes abandonaron la sede de la Delegación del Gobierno visiblemente contrariados. Anoche, unos 40 representantes de las entidades que les dan apoyo —CGT y CNT, así como de asociaciones de inmigrantes, juveniles y cristianas— se encontraban reunidos para estudiar su estrategia tras la ruptura. Un portavoz informó que el próximo jueves por la noche se celebrará una nueva asamblea de inmigrantes, esta vez en la iglesia de Sant Agustí, en la calle del Hospital, para decidir nuevas acciones de protesta.

JORDI CORACHÁN

BARCELONA

El Periódico