El Foro Social Mundial (FSM) retorna a Porto Alegre en enero del próximo año, entre los días 26 y 31. Será su quinta edición, pero esta vez con cara nueva. Será preservada la diversidad del evento, la pluralidad y la autonomía de sus participantes, el carácter democrático de sus espacios, sin predominio de este o aquel partido o ideología. No habrá declaración final ni jerarquía entre las diversas causas defendidas y/o propuestas.
La estructura continuará repartida en conferencias, paneles, testimonios, mesas de diálogo y debates, talleres y seminarios. Cualquier entidad inscrita en el evento podrá promover un taller o seminario. Sin embargo, habrá una mayor articulación entre los participantes que tengan causas en común.
Una consulta comienza a ser hecha entre los interesados, de modo de identificar los temas a ser debatidos y las grandes actividades a ser realizadas. La programación definitiva debe salir en noviembre.
Este nuevo perfil quedó definido en la reunión del Consejo Internacional del FSM en Italia, en abril. Al inscribirse por Internet o por carta, cada entidad será informada sobre las otras actividades, que están siendo programadas en torno del mismo tema. El sistema también proveerá medios de contacto con las demás entidades involucradas en un tema señalado. Así, habrá mayor diálogo ente entidades y objetivos afines, lo que facilitará el planeamiento de acciones comunes. Se espera que ese proceso facilite la unificación de talleres y seminarios o, por lo menos, mejor articulación entre ellos, de modo de evitar repeticiones o redundancias. Es desgastante ver un mismo tema pulverizado en actividades aisladas entre sí. El FSM no obligará a ninguna entidad a articularse con otras. Todo será hecho de forma voluntaria y autoorganizada. El derecho de promover su propio taller o seminario será garantizado.
Entre tanto, para aquellas que desean mantenerse articuladas con iniciativas afines, habrá grupos de trabajo denominados de aglutinadores, constituidos a partir de julio. Los aglutinadores serán coordinados por las comisiones de metodología, contenido y temática del Consejo Internacional del FSM. En cada tema, los aglutinadores serán integrados por las propias entidades interesadas en organizar seminarios y talleres sobre determinado asunto.
Supongamos que, al responder a la consulta, innumerables entidades proponen debatir el tema de la paz bajo diferentes ópticas. En julio, las comisiones comenzaron a entrar en contacto con los interesados para proponer que formen grupos aglutinadores. Aceptada la propuesta, el grupo tiene algunas semanas para proponer una agenda común.
Es a partir de esas consultas que el Consejo Internacional tratará de organizar las actividades (conferencias, paneles, testimonios y mesas de diálogo y controversias). Ejemplo : el grupo aglutinador del tema paz podrá proponer la presencia en Porto Alegre de una personalidad que dará testimonio sobre el tema. Esta nueva metodología incorpora las innovaciones introducidas en el IV FSM, en Mumbai, donde parte de las 8.820 actividades fue construida por redes internacionales. Ahora, las grandes actividades estarán conectadas con los temas debatidos en talleres y seminarios.
El FSM estará recibiendo, hasta octubre, inscripciones formales de talleres y seminarios, pudiendo usar como referencia los temas elegidos en julio por los grupos aglutinadores. Será posible además consultar por la Internet todas las actividades propuestas y encaminar nuevas. En todo el proceso, la autonomía y diversidad que marcan el FSM estarán aseguradas.
Para más informaciones : http://www.forumsocialmundial.org.br
La marca común del FSM, acentuada en Mumbai (había de 135 a 150 mil participantes), será la lucha contra el neoliberalismo, la militarización del planeta, la pobreza y la exclusión social, articulando la movilización global con la local, los foros regionales con los movimientos populares, la búsqueda de «otro mundo posible» con los valores éticos inherentes a un modelo de sociedad en que la realización colectiva desemboque en una efectiva promoción de la dignidad personal.
Por Frei Betto para ALAI, América Latina en Movimiento